LA IGLESIA CATÓLICA: ENTRE CISMAS Y PRIVILEGIOS.
Por: Condestable Juanucho Ahora que se pone sobre el tapete el tema de la religión con motivo del nuevo cisma que se produce en la Iglesia Católica, Apostólica y Romana con la aparición de la Iglesia Católica Reformada es bueno resaltar algunos puntos:
El papel de la Iglesia Católica, y de todas las religiones en general, ha sido siempre el de mantener el poder terrenal de sus representantes aquí en la tierra (porque en el cielo está muy difícil que sea así, ya que no existe y de existir de seguro que no estarán allí, tal y como ya lo relató Dante Alighieri en la Divina Comedia) de forma que no se altere el status quo de los sectores de privilegiados que siempre son una minoría que se empeñan en mantener el poder, aunque para ello deba correr la sangre de toda la humanidad. Veamos algunos casos:
1.-En la conquista, en la colonización y en el período de la independencia de Venezuela la religión católica se encargó de mantener a raya a toda la población, en especial la aborigen, negra y mestiza (control social dicen), lo que sirvió para justificar el predominio de un poder extranjero en suelo venezolano, basándose en la idea del “derecho divino” (que es la sustentadora de todas las monarquías antiguas y actuales). Actualmente es la misma historia; cardenales, obispos y curas son los voceros nacionales de un poder extranjero que se empeña en frenar la marcha de la historia (el vaticano) en suelo patrio, tratando de conjurar el progreso inevitable de la humanidad con excomuniones, amenazas de fuegos eternos o arrastrando a inocentes niños a actos aberrantes que el papa Ratzinger califica de vergonzosos pero que protege al no condenarlos.
2.-La iglesia católica se empeña en adueñarse de la educación de niños y jóvenes, para adoctrinarlos y someterlos a su fe, con la excusa de “salvar sus almas” pero corrompiendo sus espíritus. La juventud es sabia y se niega renuentemente a someterse a ellos. Acusan al gobierno de querer eliminar este tipo de educación excluyente, pero no reniegan de los aportes económicos cuantiosos que hace el gobierno comunista y que les permite vivir muy al estilo de los monjes y jerarcas que denunciara Martín Lutero el 31 de octubre de 1517 en sus 95 tesis.
3.-La aparición de la iglesia católica reformada en Venezuela, es la consecuencia de esa práctica exclusivista y excluyente de la jerarquía católica, que sólo se preocupa de los ricos y poderosos en desmedro de la inmensa mayoría de la población que, en diversas circunstancias, ven sus vidas en constante peligro por carecer de los bienes esenciales para la subsistencia humana. La conferencia episcopal no es más que la voz de aquellos que pueden expresarse y difundir sus ideas por cualquier medio, para ratificar la posición que desde siempre han mantenido; la defensa a ultranza de los privilegios y privilegiados que son la razón de ser de su existencia. Lejos quedaron las enseñanzas de Ignacio de Loyola y Francisco Xavier quienes ofrecieron sus vidas para ayudar a todos los necesitados en procura de una mejor existencia.
4.-Los colegios católicos, universidades, fundaciones y toda organización que se vincula directamente a la iglesia católica, se perfila hacia el adormecimiento de las conciencias con toda suerte de amenazas veladas, creando individuos acríticos y reaccionarios que se oponen a todo lo que huela a fraternidad, igualdad con aquellos que desde siempre han sido relegados al silencio y al olvido. Negros e indígenas no valen la pena de un esfuerzo para mejorar sus vidas, ya que no tienen nada (económico) que ofrecer.
5.-La iglesia católica condena a todo aquel que muestra preferencias sexuales distintas a las permitidas por ella públicamente, pero calla desvergonzadamente ante actos lascivos de sus propios miembros que revelan la descomposición en que se halla semejante organización. Los recientes actos develados de pedofilia, homosexualismo (como les gusta llamarlos: “actos de sodomía” que abundaban por allá en la edad media, llamada también oscurantista, y que fue motivo de revueltas, denuncias y cismas).
6.-Ya decía Marx, y con mucha razón, que la religión es el opio de los pueblos, y una vez más se reafirma la sentencia histórica, sólo este tipo de ideologías (religión) tienen el propósito de adormecer las conciencias de hombres y mujeres para que puedan seguir mandando los de siempre y el pueblo se muera como siempre.
Sí, la religión también es una ideología, y por cierto no es de las más avanzadas y democráticas del mundo, así como la educación religiosa es ideologización y por naturaleza excluyente. Casos bien conocidos y documentados tenemos de esto con las llamadas “guerras de religión” allá por los años de 1560 y por un período de casi cuarenta años. Vaya religión que mata, en nombre de un dios empequeñecido y miserable, a miles de hombres y mujeres para preservar privilegios dinásticos.
7.- ¿Dónde coloca esta religión la principal máxima del maestro Jesús cuando afirmaba que se debía amar al prójimo como a uno mismo?
Verdaderamente esta no puede ser una religión que lleve al hombre y a la mujer hacia la fraternidad humana. No cuando el máximo representante de la jerarquía católica (ratzinger) se reúne con el genocida mayor del mundo (bush), no para solicitarle que detenga la destrucción de los pueblos que tan descaradamente asola con el único fin de preservar intereses económicos de empresas transnacionales, sino que por el contrario se abrazan y demuestran simpatías mutuas (los iguales se atraen) prometiéndose visitas con el fin de estrechar aún más sus vínculos políticos, económicos y sociales.
El papel de la Iglesia Católica, y de todas las religiones en general, ha sido siempre el de mantener el poder terrenal de sus representantes aquí en la tierra (porque en el cielo está muy difícil que sea así, ya que no existe y de existir de seguro que no estarán allí, tal y como ya lo relató Dante Alighieri en la Divina Comedia) de forma que no se altere el status quo de los sectores de privilegiados que siempre son una minoría que se empeñan en mantener el poder, aunque para ello deba correr la sangre de toda la humanidad. Veamos algunos casos:
1.-En la conquista, en la colonización y en el período de la independencia de Venezuela la religión católica se encargó de mantener a raya a toda la población, en especial la aborigen, negra y mestiza (control social dicen), lo que sirvió para justificar el predominio de un poder extranjero en suelo venezolano, basándose en la idea del “derecho divino” (que es la sustentadora de todas las monarquías antiguas y actuales). Actualmente es la misma historia; cardenales, obispos y curas son los voceros nacionales de un poder extranjero que se empeña en frenar la marcha de la historia (el vaticano) en suelo patrio, tratando de conjurar el progreso inevitable de la humanidad con excomuniones, amenazas de fuegos eternos o arrastrando a inocentes niños a actos aberrantes que el papa Ratzinger califica de vergonzosos pero que protege al no condenarlos.
2.-La iglesia católica se empeña en adueñarse de la educación de niños y jóvenes, para adoctrinarlos y someterlos a su fe, con la excusa de “salvar sus almas” pero corrompiendo sus espíritus. La juventud es sabia y se niega renuentemente a someterse a ellos. Acusan al gobierno de querer eliminar este tipo de educación excluyente, pero no reniegan de los aportes económicos cuantiosos que hace el gobierno comunista y que les permite vivir muy al estilo de los monjes y jerarcas que denunciara Martín Lutero el 31 de octubre de 1517 en sus 95 tesis.
3.-La aparición de la iglesia católica reformada en Venezuela, es la consecuencia de esa práctica exclusivista y excluyente de la jerarquía católica, que sólo se preocupa de los ricos y poderosos en desmedro de la inmensa mayoría de la población que, en diversas circunstancias, ven sus vidas en constante peligro por carecer de los bienes esenciales para la subsistencia humana. La conferencia episcopal no es más que la voz de aquellos que pueden expresarse y difundir sus ideas por cualquier medio, para ratificar la posición que desde siempre han mantenido; la defensa a ultranza de los privilegios y privilegiados que son la razón de ser de su existencia. Lejos quedaron las enseñanzas de Ignacio de Loyola y Francisco Xavier quienes ofrecieron sus vidas para ayudar a todos los necesitados en procura de una mejor existencia.
4.-Los colegios católicos, universidades, fundaciones y toda organización que se vincula directamente a la iglesia católica, se perfila hacia el adormecimiento de las conciencias con toda suerte de amenazas veladas, creando individuos acríticos y reaccionarios que se oponen a todo lo que huela a fraternidad, igualdad con aquellos que desde siempre han sido relegados al silencio y al olvido. Negros e indígenas no valen la pena de un esfuerzo para mejorar sus vidas, ya que no tienen nada (económico) que ofrecer.
5.-La iglesia católica condena a todo aquel que muestra preferencias sexuales distintas a las permitidas por ella públicamente, pero calla desvergonzadamente ante actos lascivos de sus propios miembros que revelan la descomposición en que se halla semejante organización. Los recientes actos develados de pedofilia, homosexualismo (como les gusta llamarlos: “actos de sodomía” que abundaban por allá en la edad media, llamada también oscurantista, y que fue motivo de revueltas, denuncias y cismas).
6.-Ya decía Marx, y con mucha razón, que la religión es el opio de los pueblos, y una vez más se reafirma la sentencia histórica, sólo este tipo de ideologías (religión) tienen el propósito de adormecer las conciencias de hombres y mujeres para que puedan seguir mandando los de siempre y el pueblo se muera como siempre.
Sí, la religión también es una ideología, y por cierto no es de las más avanzadas y democráticas del mundo, así como la educación religiosa es ideologización y por naturaleza excluyente. Casos bien conocidos y documentados tenemos de esto con las llamadas “guerras de religión” allá por los años de 1560 y por un período de casi cuarenta años. Vaya religión que mata, en nombre de un dios empequeñecido y miserable, a miles de hombres y mujeres para preservar privilegios dinásticos.
7.- ¿Dónde coloca esta religión la principal máxima del maestro Jesús cuando afirmaba que se debía amar al prójimo como a uno mismo?
Verdaderamente esta no puede ser una religión que lleve al hombre y a la mujer hacia la fraternidad humana. No cuando el máximo representante de la jerarquía católica (ratzinger) se reúne con el genocida mayor del mundo (bush), no para solicitarle que detenga la destrucción de los pueblos que tan descaradamente asola con el único fin de preservar intereses económicos de empresas transnacionales, sino que por el contrario se abrazan y demuestran simpatías mutuas (los iguales se atraen) prometiéndose visitas con el fin de estrechar aún más sus vínculos políticos, económicos y sociales.
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