"Karl Marx: "Al capital le horroriza la ausencia de beneficio. Cuando siente un beneficio razonable, se enorgullece. Al 20%, se entusiasma. Al 50% es temerario. Al 100% arrasa todas las leyes humanas y al 300%, no se detiene ante ningún crimen." .

miércoles, 22 de julio de 2009

Washington: “No hubo un golpe de Estado en Honduras”, que el “episodio” sirva de “lección” a Zelaya y otros que siguen el modelo venezolano

Por: Eva Golinger
Después de tres semanas de un discurso ambiguo por parte de Washington sobre el golpe de Estado en Honduras, finalmente la diplomacia estadounidense ha declarado que no considera lo ocurrido en Honduras como un golpe. Así lo confirmó ayer el vocero del Departamento de Estado, Phillip Crowley, en una rueda de prensa en Washington. Un periodista le preguntó si el gobierno estadounidense ha calificado los sucesos de Honduras como un “golpe de Estado” y el vocero del Departamento de Estado respondió con un rotundo “No”.

A lo largo de estas semanas, desde que ocurrió el nefasto golpe de Estado del pasado 28 de junio, el Departamento de Estado se ha negado a responder con claridad sobre su determinación interna de los hechos. Desde el primer día, la Secretaria de Estado Hillary Clinton no ha reconocido los hechos como un “golpe” y tampoco ha exigido claramente la restitución del presidente Zelaya en el poder. Adicionalmente, en todas sus declaraciones, siempre se ha referido a “las dos partes” del conflicto, legitimando así a los golpistas y haciendo responsable públicamente al presidente Zelaya.

Y desde entonces, a pesar de diversas referencias al “golpe” de Honduras, el Departamento de Estado se negaba a calificarlo de golpe de Estado, lo que le obligaría a suspender toda clase de apoyo económico, diplomático y militar al país. El 1 de julio, los voceros del Departamento de Estado lo explicaron de esta manera: “En referencia al propio golpe, lo mejor sería decir que fue un esfuerzo coordinado entre los militares y algunos actores civiles.”

Al principio, los voceros del Departamento de Estado decían que sus abogados estaban “analizando” los hechos para llegar a una determinación sobre si realmente había ocurrido un golpe en Honduras. Pero después de la reunión entre la Secretaria de Estado Clinton y el presidente Manuel Zelaya, el pasado 7 de julio, la diplomacia estadounidense se negaba a opinar sobre el asunto para no “influir” en el proceso de “negociación” puesto en marcha por Washington.

Sin embargo, el lunes 20 de julio fue un día de claridad. Admitieron ante el mundo que Washington no consideraba que había ocurrido un golpe de Estado en Honduras. Si asume esta postura, el gobierno de Estados Unidos se une solamente al régimen golpista de Honduras y sus aliados, la mayoría de los cuales son antiguos golpistas o agentes de la inteligencia estadounidense. La Unión Europea, las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y todos los países de América Latina han rechazado los acontecimientos de Honduras como un golpe de Estado. Pero la administración de Obama se queda sola con los golpistas al insistir en que no hubo un golpe y legitimando de esta forma la remoción del poder del presidente Zelaya.

Que sirva de lección para Zelaya y los demás

Durante la misma rueda de prensa en el Departamento de Estado, el 20 de julio, el vocero Phillip Crowley dijo algo todavía más revelador sobre la posición de Washington frente a los sucesos de Honduras. Al preguntarle sobre una supuesta ruptura entre el gobierno venezolano y el presidente Zelaya debido al proceso de negociación en Costa Rica, Crowley dijo lo siguiente: “Nosotros creemos que si tuviéramos que elegir un gobierno modelo y un líder modelo en la región para que los demás países lo siguieran, el actual liderazgo de Venezuela no sería ese modelo. Si esa es la lección que ha aprendido el Presidente Zelaya de este episodio, bueno, entonces sería una buena lección.”

Esa declaración de Washington confirma que el golpe de Honduras es un esfuerzo para atentar contra el ALBA y el bolivarianismo que crece y se expande por toda la región. También afirma que el golpe contra Zelaya es un mensaje a otros gobernantes de América Latina que están estrechando sus relaciones con Venezuela. Es como decirles: “si se acercan a Venezuela, podrían ser derrocados por un golpe u otra agresión”, que sería respaldada por Washington y justificada como una medida para liberar a la región de la “amenaza chavista”.

Un periodista insistió en el asunto y le preguntó al vocero del Departamento de Estado: “Cuando dice que el gobierno venezolano no debe ser un ejemplo de gobierno para otros líderes…” Y Phillip Crowley respondió cínicamente, “Creo que he dicho las cosas con claridad…”

Debido a las implicaciones de estas declaraciones, insistió el periodista, “¿Puede repetirlo? (se ríe) es como justificar el golpe de Estado, porque está diciendo que si algún gobierno intenta seguir el modelo socialista del gobierno de Venezuela, sería justo derrocar a ese gobierno. ¿Puede explicar su declaración sobre Venezuela?”

Crowley respondió a la pregunta del periodista con un silencio de complicidad. Y luego aprovechó el momento para agredir a Venezuela, “Tenemos preocupaciones sobre el gobierno del presidente Chávez, no solamente sobre lo que ha hecho en su propio país –el acoso a la prensa, por ejemplo-, y los pasos que ha dado para limitar la participación y el debate dentro de su propio país. También estamos preocupados por los pasos que ha dado con algunos de sus vecinos… y la intervención que hemos visto por parte de Venezuela con respecto a las relaciones con otros países, Honduras por un lado o Colombia por el otro. Y cuando tenemos diferencias con el presidente Chávez, siempre lo decimos de manera muy clara.”

Sin duda, estas últimas declaraciones de Washington confirman su apoyo al golpe de Estado de Honduras y su motivación detrás de los sucesos. La lección que está dando Washington con este golpe es una declaración de guerra contra el ALBA y en especial contra Venezuela.

Sus ataques se intensifican, tanto contra Venezuela como contra Ecuador y Bolivia. Con el acuerdo entre el presidente Obama y el presidente Uribe de Colombia para aumentar, de forma masiva, la presencia militar estadounidense en América Latina, la nueva administración de Washington reafirma que la batalla entre la paz y la guerra continúa, y la lucha por la liberación de los pueblos latinoamericanos de la bestial mano imperial, apenas ha comenzado.


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lunes, 20 de julio de 2009

La duda cubre el vídeo de las FARC

Antonio Albiñana
Público/ Rebelión

Los informativos de la radio y la televisión en Quito y en Bogotá repicaron la noticia sin desmayo durante el fin de semana. El video, difundido por Asociated Press, en el que Manuel Briceño, alias Mono Jojoy, jefe militar de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) alude a una aportación a la campaña presidencial del presidente de Ecuador, Rafael Correa.

La secuencia no pudo ser más rocambolesca. Una presunta guerrillera de las FARC, Adela Pérez, detenida el 29 de mayo, tenía en su poder, no se sabe con qué finalidad, un vídeo en el que Jojoy declaraba, recogiendo datos "muy comprometedores" transmitidos por el extinto jefe guerrillero Manuel Marulanda, Tirofijo, que la guerrilla colombiana contribuyó económicamente a la campaña electoral de Correa.

La grabación, cuyos destinatarios se desconocen, aparecía casi dos meses después de haber llegado a manos de la agencia estadounidense , sin que su existencia, ni la de la guerrillera, fueran detectados antes por los periodistas de investigación de los medios colombianos o internacionales. Tampoco por parte de los órganos judiciales, a los que se hurtó este elemento de prueba de forma claramente irregular, tal vez delictiva.

Poco después de la aparición del vídeo, y mucho antes de la intervención del fiscal general colombiano, intervino en los medios el embajador de EEUU en Colombia, Wiliam Brownfield, destacando el valor del documento (que previamente había filtrado su embajada según todas las opiniones periodísticas) para que la opinión internacional valorara la maldad del presidente Correa, que 48 horas antes había hecho desmantelar la base de Manta en territorio ecuatoriano: la instalación militar estadounidense más importante en América Latina. ¿Por qué se mantuvo en secreto el video del Mono Jojoy y se esperó para difundirlo al día siguiente del intenso debate nacional e internacional que provocó el acuerdo Colombia-Estados Unidos para la instalación de cinco bases para sustituir a Manta? Un día después de que fuentes republicanas filtraran un documento declarando a Venezuela un Estado narcoterrorista.

Un precedente revelador
Examinando el video de Jojoy se ve de entrada una sombra sobre su rostro mientras desgrana las ayudas a Correa, que impide ver el movimiento de sus labios . Es imposible no asociar el hecho a las circunstancias que rodearon a la Operación Jaque, en la que, con la participación de los medios técnicos estadounidenses, se liberó a un grupo importante de secuestrados en poder de las FARC, entre los que se incluía la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.

La inmersión en el sistema de comunicaciones de la guerrilla, logrado mediante la imitación de las voces de Jojoy y hasta las del propio jefe Alfonso Cano, logró confundir al grupo de guerrilleros que tenía los rehenes en su poder para que los trasladara hasta el lugar en donde esperaban los helicópteros de la Fuerza Aérea Colombiana, camuflados con insignias de la Cruz Roja.

Pero, al margen de la dudosa autenticidad del video-bomba del Mono Jojoy , los analistas ecuatorianos consultados por Público descartan cualquier posibilidad de que el presidente Correa , un economista de clase media formado en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), intelectual de pensamiento socialdemócrata vinculado a movimientos indigenistas, se haya mezclado alguna vez con guerrilleros de las FARC.

Es la opinión de Carlos Rojas, de El Comercio, el periódico ecuatoriano más crítico con Correa, quien destaca la irrelevancia de los 80.000 dólares que se han manejado para la campaña de un presidente que ganó por goleada las elecciones y que está representando un factor de estabilización en un país que ha tenido siete presidentes en 10 años.

Cabe la posibilidad de que alguno de los comités de apoyo al Movimiento País, que llevó a Correa a la Presidencia, o incluso algún personaje de dudosa moralidad como José Ignacio Chauvin, ex subsecretario de gobierno, mantuvieran algún contacto con la guerrilla colombiana. A la depuración de esas informaciones se apresta en estas horas el entorno presidencial ecuatoriano para despejar cualquier duda.



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viernes, 17 de julio de 2009

Lo que debe demandarse a Estados Unidos

Fidel Catro Ruz
La reunión de Costa Rica no conducía ni podía conducir a la paz. El pueblo de Honduras no está en guerra, solo los golpistas usan las armas contra él. A ellos habría que demandarles el cese de su guerra contra el pueblo. Tal reunión entre Zelaya y los golpistas solo serviría para desmoralizar al Presidente Constitucional y desgastar las energías del pueblo hondureño.

La opinión pública mundial conoce lo ocurrido en ese país a través de las imágenes difundidas por la televisión internacional, fundamentalmente Telesur, que sin perder un segundo transmitió fielmente cada uno de los hechos ocurridos en Honduras, los discursos pronunciados y los acuerdos unánimes de los organismos internacionales contra el golpe.

El mundo pudo apreciar los golpes que se descargaban sobre hombres y mujeres, los miles de gases lacrimógenos lanzados contra la multitud, los groseros gestos con armas de guerra y disparos para intimidar, herir o asesinar a ciudadanos.

Es absolutamente falsa la idea de que el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, ignorara o desalentara el golpe. Lo conocía, al igual que los asesores militares norteamericanos, que no cesaron un minuto de entrenar a las tropas hondureñas.

Hoy se conoce que la idea de promover una gestión de paz a partir de Costa Rica surgió en las oficinas del Departamento de Estado, para contribuir a la consolidación del golpe militar.

El golpe fue concebido y organizado por personajes inescrupulosos de la extrema derecha, que eran funcionarios de confianza de George W. Bush y habían sido promovidos por él.

Todos, sin excepción, tienen un grueso expediente de actividades contra Cuba. Hugo Llorens, embajador en Honduras desde mediados del 2008, es cubano americano. Forma parte del grupo de agresivos embajadores de Estados Unidos en Centroamérica, constituido por Robert Blau, embajador en El Salvador; Stephen McFarland, en Guatemala, y Robert Callahan, en Nicaragua, nombrados todos por Bush en los meses de julio y agosto del 2008.

Los cuatro siguen la línea de Otto Reich y John Negroponte, que junto a Oliver North fueron responsables de la guerra sucia contra Nicaragua y de los escuadrones de la muerte en Centroamérica, que costaron a los pueblos de la región decenas de miles de vidas.

Negroponte fue representante de Bush en las Naciones Unidas, Zar de la inteligencia norteamericana, y finalmente subsecretario de Estado. Tanto él como Otto Reich, por diversas vías, estuvieron detrás del golpe de Honduras.

La base de Soto Cano en ese país, sede de la "Fuerza de Tarea Conjunta Bravo" perteneciente a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, es el punto de apoyo principal del golpe de Estado en Honduras.

Estados Unidos tiene el tenebroso plan de crear cinco bases militares más alrededor de Venezuela, con el pretexto de sustituir la de Manta en Ecuador.

La disparatada aventura del golpe de Estado en Honduras ha creado una situación realmente complicada en Centroamérica que no se resuelve con trampas, engaños y mentiras.

Cada día se conocen nuevos detalles de la implicación de Estados Unidos en esa acción, que tendrá también seria repercusión en toda América Latina.

La idea de una iniciativa de paz a partir de Costa Rica fue transmitida al Presidente de ese país desde el Departamento de Estado cuando Obama estaba en Moscú y declaraba, en una universidad rusa, que el único Presidente de Honduras era Manuel Zelaya.

Los golpistas estaban en apuros. La iniciativa transmitida a Costa Rica buscaba el objetivo de salvarlos. Es obvio que cada día de retraso tiene un costo para el Presidente Constitucional y tiende a diluir el extraordinario apoyo internacional que ha recibido. La maniobra yanki no incrementa las posibilidades de paz, sino todo lo contrario, las disminuye, y el peligro de violencia crece, ya que los pueblos de nuestra América no se resignarán jamás al destino que les tienen programado.

Con la reunión de Costa Rica se cuestiona la autoridad de la ONU, la OEA y demás instituciones que comprometieron su apoyo al pueblo de Honduras.

Cuando Micheletti, Presidente de facto, proclamó ayer que está dispuesto a renunciar a su cargo si Zelaya renunciaba, sabía ya que el Departamento de Estado y los militares golpistas habían acordado sustituirlo y enviarlo de nuevo al Congreso como parte de la maniobra.

Lo único correcto en este momento es demandar del gobierno de Estados Unidos que cese su intervención, deje de prestar apoyo militar a los golpistas y retire de Honduras su Fuerza de Tarea.

Lo que se pretende exigir al pueblo de Honduras en nombre de la paz, es la negación de todos los principios por los cuales lucharon todas las naciones de este hemisferio.

"El respeto al derecho ajeno es la paz", dijo Juárez.


Fidel Castro Ruz

Julio 16 de 2009

1 y 12 p.m.


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miércoles, 15 de julio de 2009

El Departamento de Estado tenía conocimiento previo del golpe.

Eva Golinger

El Departamento de Estado y el Congreso de EEUU financiaron y asesoraron a los actores y organizaciones hondureñas que participaron en el golpe.
El Pentágono entrenó, capacitó, financió y armó al ejército hondureño que perpetró el golpe y sigue reprimiendo al pueblo de Honduras.
La presencia militar estadounidense en Honduras, que ocupa la base militar de Soto Cano (Palmerola), autorizó el golpe de Estado con su complicidad tácita y la negativa a retirar su apoyo a los militares hondureños.
El embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, coordinó la expulsión del poder del presidente Manuel Zelaya, junto con el subsecretario de Estado Thomas Shannon y John Negroponte, quien trabaja actualmente como asesor de la Secretaria de Estado Hillary Clinton.
Desde el primer día del golpe, el gobierno de Washington ha hablado de las “dos partes” involucradas y la necesidad de un “diálogo” para restituir el orden constitucional, legitimando de esta forma a los golpistas.
El Departamento de Estado se ha negado a calificar legalmente los sucesos de Honduras como un “golpe de Estado”, no ha suspendido ni congelado su apoyo financiero y el comercio con el país, ni ha tomado medidas para presionar eficazmente al gobierno de facto.
Washington manipuló a la Organización de Estados Americanos para alargar el tiempo de debate sobre lo que había que hacer y así no apoyar el regreso inmediato del presidente Zelaya al poder, como parte de una estrategia que sigue en pie y simplemente busca legitimar al gobierno de facto y desgastar al pueblo hondureño que todavía se resiste al golpe.

La Secretaria de Estado Clinton y sus voceros dejaron de hablar del regreso del presidente Zelaya al poder luego de la designación de Oscar Arias, presidente de Costa Rica, como “mediador”, y ahora califican al dictador que asumió el poder ilegalmente durante el golpe, Roberto Micheletti, como “presidente interino”.
La estrategia de “negociar” con los golpistas fue impuesta por el gobierno de Obama como una manera de desacreditar al presidente Zelaya –culpándolo por los hechos que provocaron el golpe– y legitimando a los golpistas.
Congresistas estadounidenses –demócratas y republicanos– organizaron una visita de unos representantes de los golpistas de Honduras a Washington, a los que recibieron con honores en diferentes instituciones de la capital estadounidense.
A pesar de que fue el senador republicano John McCain quien coordinó la visita de los golpistas a Washington a través de un bufete de lobby, The Cormac Group, actualmente es el abogado de Bill Clinton y amigo cercano de Hillary, Lanny Davis, a quien se ha contratado como “lobbista” para lograr la aceptación pública de Washington del gobierno de facto en Honduras.
Otto Reich y el venezolano Robert Carmona-Borjas, quien fue abogado del dictador Pedro Carmona durante el golpe de Estado de Venezuela en Abril de 2002, ayudaron desde Washington a preparar el escenario para el golpe contra el presidente Zelaya en Honduras.
El equipo de diseño del golpe de Estado en Honduras designado por Washington también incluía a un grupo de embajadores de Estados Unidos recientemente nombrados en Centroamérica, expertos en la desestabilización de la revolución cubana, y a Adolfo Franco, ex encargado del programa de Cuba de la USAID.


Nadie duda de la implicación de Washington en el golpe de Estado de Honduras contra el presidente Manuel Zelaya que comenzó el pasado 28 de junio. Muchos analistas, dirigentes, e incluso presidentes, lo han denunciado. Sin embargo, la mayoría coinciden en disculpar a la administración de Barack Obama de algún papel en el golpe hondureño, haciendo responsables en su lugar a los rasgos del gobierno de George W. Bush y a los halcones que todavía andan por los pasillos de la Casa Blanca. La evidencia demuestra que sí, que es cierto que los halcones y los protagonistas de siempre de los golpes y sabotajes en América Latina también han participado esta vez, y además existen amplias pruebas que señalan el papel del gobierno de Obama.


[PARA QUIENES QUIERAN LEER MÁS SOBRE LOS DETALLES DE LA PARTICIPACIÓN DE WASHINGTON EN EL GOLPE, SIGUE ABAJO]


El Departamento de Estado


La nueva diplomacia estadounidense, denominada “smart power” (poder inteligente) ha jugado un papel principal antes, durante y después del golpe de Estado en Honduras. Los voceros del Departamento de Estado, admitieron en una rueda de prensa el 1 de julio, que tenían conocimiento previo del golpe y habían estado trabajando con los sectores que lo planificaban para buscar “otra solución”.[i] También admitieron que dos altos funcionarios del Departamento de Estado, el subsecretario de Estado para América Latina Thomas Shannon y el subsecretario de Estado James Steinberg, estuvieron en Honduras la semana anterior al golpe para mantener reuniones con los grupos civiles y militares que lo llevaron a cabo. Dicen que su propósito era “frenar” el golpe, sin embargo su presión verbal no concuerda con su respaldo a los sectores golpistas.


Después del golpe, la Secretaria de Estado Hillary Clinton publicó una declaración, el domingo 28 de junio, que no reconocía los sucesos como un “golpe” y tampoco exigía la restitución del presidente Zelaya en el poder. Adicionalmente, siempre hacía referencia a “las dos partes” del conflicto, legitimando a los golpistas y haciendo responsable públicamente al presidente Zelaya desde el primer día: “La acción contra el presidente hondureño Mel Zelaya viola los principios de la Carta Democrática de la OEA y debe ser condenado. Llamamos a todas las partes en Honduras a que respeten el orden constitucional y el Estado de derecho, que reafirmen su vocación democrática y se comprometan a resolver las disputas políticas de manera pacífica a través del diálogo. Honduras debe abrazar a los mismos principios de la democracia que ratificamos hace un mes en la reunión de la OEA celebrada en ese país.”[ii]


Y desde entonces, a pesar de diversas referencias al “golpe” de Honduras, el Departamento de Estado se negaba a calificarlo de golpe de Estado, lo que le obligaría a suspender toda clase de apoyo económico, diplomático y militar al país. El 1 de julio, los voceros del Departamento de Estado lo explicaron de esta manera: “En referencia al propio golpe, lo mejor sería decir que fue un esfuerzo coordinado entre los militares y algunos actores civiles. Obviamente, los militares fueron quienes condujeron la remoción forzada del presidente y han actuado para asegurar el orden público durante este proceso. Pero para que el golpe sea más que una insurrección o una rebelión, hay que ver una transferencia del poder a los militares. Y en ese sentido el Congreso –la decisión del Congreso de juramentar a su presidente Micheletti, como presidente de Honduras, indica que el Congreso y miembros claves de éste han desempeñado un papel importante en esta situación.”[iii]


Esta posición ambigua, que condena los sucesos de Honduras como una ruptura del orden constitucional pero no llega a calificarlo como golpe de Estado ni exige la restitución del presidente Zelaya, se ratificó luego de la reunión que sostuvo la Secretaria de Estado Hillary Clinton con el presidente Zelaya el 7 de julio: “Acabo de celebrar una reunión productiva con el presidente Zelaya. Discutimos los sucesos de los últimos nueve días y el camino a seguir. Le reiteré que Estados unidos apoya la restitución del orden constitucional en Honduras. Seguimos apoyando los esfuerzos regionales a través de la OEA para lograr una resolución pacífica según las normas de la Carta Democrática. Llamamos a todas las partes a no cometer actos de violencia y a buscar una solución pacífica, constitucional y estable a las serias divisiones en Honduras, por medio del diálogo. Para ese fin, hemos trabajado con nuestros socios en el hemisferio para establecer una negociación, un diálogo que podría desembocar en una resolución pacífica de esta situación.”[iv]


Ya estaba claro, después de esa reunión, que Washington no iba a seguir abogando por el regreso del presidente Zelaya al poder, sino que buscaba “una negociación” con los golpistas que, al final, favoreciera los intereses estadounidenses. Fuentes cercanas a la Organización de Estados Americanos (OEA) afirman que una alta delegación estadounidense presente en la reunión del 4 de julio en la sede del organismo multilateral intensificó la presión hacia otros Estados para que aceptaran una salida “negociada” que no implicase necesariamente la restitución de Zelaya como presidente de Honduras.


Esta manera de desviar el tema, manipular el asunto y aparecer asumiendo una posición cuando en realidad las actuaciones demuestran lo contrario, forma parte de la nueva doctrina de Obama denominada “smart power” (poder inteligente), que pretende lograr los objetivos imperiales sin satanizar al gobierno de Washington. “Smart Power” es “la capacidad de combinar el ‘poder duro’ con el ‘poder suave’ para lograr una estrategia victoriosa. El ‘Smart Power’ utiliza estratégicamente la diplomacia, la persuasión, la construcción de capacidades, la proyección del poder militar, económico y político y la influencia imperial, de manera efectiva, con una legitimidad política y social.” Esencialmente, es una mezcla de la fuerza militar con todas las formas de la diplomacia, con énfasis en el uso de la “promoción de la democracia” como táctica para influir en el destino de los pueblos, en vez de perpetrar una invasión militar.


El embajador


El periodista Jean-Guy Allard ha revelado los orígenes del actual embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens[v]. Según Allard, Hugo Llorens, un cubano de nacimiento que llegó a Estados Unidos como parte de la Operación Peter Pan, es “especialista en terrorismo… La Casa Blanca de George W. Bush captó al astuto Llorens en 2002, nada menos que como Director de asuntos andinos del Consejo Nacional de Seguridad de Washington D.C., lo que lo convirtió en el principal asesor del presidente sobre Venezuela. El golpe de Estado de 2002 contra el presidente Hugo Chávez se produjo mientras Llorens se encontraba bajo la autoridad del subsecretario de Estado para Asuntos hemisféricos, Otto Reich, y del muy controvertido Elliot Abrams. En julio de 2008, Llorens fue nombrado embajador en Honduras.”


El pasado 4 de junio, el embajador Llorens declaró a la prensa hondureña que “...Uno no puede violar la Constitución para crear una Constitución, porque si uno no tiene Constitución vive la ley de la jungla.”[vi] Esas declaraciones se emitieron en referencia a la encuesta popular sobre la convocatoria de una posible asamblea constituyente, que debería haber tenido lugar el 28 de junio si no hubiera ocurrido el golpe de Estado contra el presidente Zelaya. Los comentarios de Llorens no sólo ponen en evidencia su posición contra la encuesta, sino, además, su total injerencia en los asuntos internos de Honduras.


Pero Llorens no estaba solo en la región. Luego de su nombramiento como embajador en Honduras –cargo que obviamente se le asignó debido a la necesidad de neutralizar la creciente presencia de gobiernos izquierdistas en la región y la potencia regional del ALBA–, se nombraron varios embajadores más de Washington en los países vecinos, todos expertos en la desestabilización de la revolución cubana y operaciones psicológicas.


Primero llegó el diplomático Robert Blau a la embajada de Estados Unidos de El Salvador, el 2 de julio de 2008, como el segundo de la diplomacia estadounidense. En enero de este año, Blau asumió la embajada como encargado de negocios. Antes de su envío a El Salvador, Blau fue subdirector de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado, luego de haber estado dos años en la Sección de Intereses de Washington en La Habana como asesor político. Fue tan eficiente en su trabajo en Cuba con la disidencia, que el Departamento de Estado le concedió el Premio James Clement Dunn a la Excelencia, debido a su labor con la oposición contrarrevolucionaria en Cuba. Llorens y Blau eran viejos amigos, luego de trabajar juntos en el equipo de Otto Reich en el Departamento de Estado.


Después fue nombrado Stephen McFarland como embajador de Estados Unidos en Guatemala, el 5 de agosto de 2008. McFarland, graduado de la Universidad de Guerra de Estados Unidos y ex miembro del equipo de combate número dos de los marines en Iraq, era el segundo en la Embajada de Estados Unidos en Venezuela bajo William Brownfield, quien incrementó de manera alarmante el apoyo financiero y político a la oposición contra Chávez. Luego, McFarland estuvo en la embajada de Estados Unidos en Paraguay, apoyando la construcción de la base militar del Pentágono en ese país. McFarland también fue director de Asuntos Cubanos en el Departamento de Estado y su perfil lo destaca como un experto “en transiciones democráticas, derechos humanos y seguridad.”


El embajador Robert Callahan llegó a Managua, Nicaragua, también a principios de agosto. Ha trabajado en las embajadas en La Paz, Bolivia, y San José, Costa Rica, y ha sido profesor en la Universidad Nacional de Guerra de Estados Unidos. En 2004 fue enviado a Iraq como agregado de prensa de la embajada en Bagdad. A su regreso, estableció la oficina de prensa y propaganda de la recién creada Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) de Washington, que en la actualidad es el órgano más poderoso de la inteligencia estadounidense.


Juntos, estos embajadores –expertos en golpes de Estado, desestabilización y propaganda– han preparado el terreno para el golpe contra el presidente Zelaya en Honduras.


Financiamiento a los golpistas


Justo en el mes anterior del golpe contra el presidente Zelaya se formó una coalición entre diferentes organizaciones no gubernamentales, empresarios, partidos políticos, la iglesia católica y los medios de comunicación, denominada “la unión cívica democrática”. Su único propósito era derrocar al presidente Zelaya para impedir que abriera el camino a una asamblea constituyente que permitiría al pueblo alzar su voz y participar en su proceso político.


La “unión cívica democrática” de Honduras esta compuesta por organizaciones como el Consejo Nacional Anticorrupción, el Arzobispado de Tegucigalpa, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), el Consejo de Rectores de Universidades, la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), el Foro Nacional de Convergencia, la Federación Nacional de Comercio e Industrias de Honduras (FEDECAMARA), la Asociación de Medios de Comunicación (AMC), el Grupo Paz y Democracia y el grupo estudiantil Generación X Cambio.


La mayoría de estas organizaciones han sido beneficiarias de los más de 50 millones de dólares que anualmente invierten la USAID y la NED en el “desarrollo democrático” en Honduras. De hecho, un informe de la USAID sobre su financiamiento y trabajo con COHEP, destaca que “el perfil bajo de la USAID en este proyecto ayudó a asegurar la credibilidad de COHEP como una organización hondureña y no un brazo de la USAID.”


Los voceros de la unión cívica democrática de Honduras en representación, según ellos, de la “sociedad civil”, declararon a la prensa hondureña el 23 de junio –cinco días antes del golpe contra el presidente Zelaya– que “confían en que las fuerzas armadas cumplirán con su deber de defender la Constitución, el Estado de Derecho, la paz y la democracia.” Cuando sucedió el golpe, el día 28 de junio, fueron los primeros que salieron a decir que no hubo un golpe de Estado, sino que habían “rescatado su democracia” de las manos del presidente Zelaya, cuyo crimen fue querer dar al pueblo voz, visibilidad y participación. También en representación de los sectores de clase media y alta, la unión cívica democrática ha calificado a los sectores que apoyan al presidente Zelaya de “turbas”.


El Instituto Republicano Internacional, que recibe fondos de la National Endowment for Democracy (NED), obtuvo más de 1,2 millones de dólares en 2009 para trabajar con los sectores políticos en Honduras. Su trabajo se ha dedicado a apoyar los “centros de pensamiento” y “grupos de presión” en Honduras, para influir en los partidos políticos y “apoyará iniciativas para implementar posiciones políticas durante las campañas de 2009.” Ésta es una clara intervención en la política interna de Honduras y evidencia del financiamiento de la NED a los sectores golpistas del país.


El lobby de Washington


El senador republicano John McCain, ex candidato a la presidencia de Estados Unidos, ayudó coordinar la visita de la delegación golpista de Honduras a Washington durante la semana pasada. McCain es conocido por su dura postura contra Venezuela, Bolivia y otros países de la región considerados “anti imperialistas” y por sus estrechos vínculos con la mafia cubana en Miami. McCain también es jefe del Instituto Republicano Internacional (IRI), ente financiero de los golpistas de Honduras. McCain ofreció los servicios de su empresa de lobby, The Cormac Group, que organizó una rueda de prensa de los golpistas en el National Press Club el 7 de junio.


Pero más allá de la conexión republicana con los golpistas hondureños, hay un vínculo más comprometedor con la actual administración demócrata de Barack Obama. El abogado Lanny Davis fue contratado por la sede hondureña del Consejo de Empresarios de América Latina (CEAL) para hacer lobby a favor de los golpistas y convencer a los poderes de Washington de que deben aceptar y reconocer al gobierno de facto de Honduras. Lanny Davis fue abogado del ex presidente Bill Clinton cuando estaba en la Casa Blanca, y es un conocido amigo y asesor de la actual Secretaria de Estado Hillary Clinton. Davis está organizando una ofensiva diplomática y mediática a favor de los golpistas, incluida la compra de publicidad en periódicos estadounidenses, y organizando reuniones entre los representantes golpistas y diferentes congresistas, senadores y funcionarios del gobierno de EEUU. CEAL esta compuesto por los empresarios latinoamericanos que más han promovido atentados contra los movimientos populares en la región. Por ejemplo, el actual representante de Venezuela en el CEAL es Marcel Granier, presidente de RCTV, la cadena de televisión que promovió e intentó legitimar el golpe de Estado contra el presidente Chávez.


Como parte de este esfuerzo, lograron una audiencia especial ante el Comité de Relaciones Exteriores del Congreso de Estados Unidos, con la participación de congresistas demócratas y republicanos, y los testimonios de personajes promotores del golpe, como Michael Shifter del Diálogo Interamericano de Washington, Guillermo Pérez-Cadalso, ex Canciller y Magistrado de la Corte Suprema de Honduras, y el famoso Otto Reich, cubano-americano conocido por su papel en la mayoría de las actividades de desestabilización contra gobiernos izquierdistas en América Latina desde los años ochenta. Como resultado de este encuentro, el Congreso de Estados Unidos está promoviendo una resolución que reconozca como legítimo al gobierno de facto de Honduras.


Otro resultado del lobby de Lanny Davis fue la reunión convocada en el Consejo de las Américas el 9 de junio, en donde participó Jim Swigert, director de los programas de América Latina y el Caribe para el Instituto Demócrata Nacional (NDI), que recibe su financiamiento de la NED, Cris Arcos, antiguo embajador de EEUU en Honduras y Adolfo Franco, ex administrador de la USAID para América Latina y el Caribe y encargado del programa de “transición” en Cuba. Estos tres personajes han trabajado como asesores del gobierno de Obama frente a la crisis en Honduras. Franco, quien también fue asesor de política exterior para el senador John McCain durante su campaña presidencial en 2008, ha sido acusado de corrupción por su mal manejo de los fondos de la USAID para el programa de “promoción de la democracia” en Cuba, gran parte de los cuales se dieron a grupos de Miami, como el Comité para una Cuba Libre y el Instituto para Estudios Cubanos en Miami, sin pasar por ningún proceso transparente de revisión.


Negroponte y Reich, de nuevo


Muchos han especulado sobre el papel del antiguo embajador de Estados Unidos en Honduras, John Negroponte, quien dirigió la fuerza paramilitar denominada “la contra” y los escuadrones de muerte contra los movimientos izquierdistas en Centroamérica durante los años ochenta. Negroponte tuvo varios cargos durante la administración de George W. Bush: embajador de EEUU en Iraq, embajador ante las Naciones Unidas, director nacional de Inteligencia y, por último, subsecretario de Estado bajo Condoleezza Rice. A su salida del Departamento de Estado, Negroponte pasó al sector privado. Le ofrecieron un trabajo como vicepresidente de la firma consultora más influyente de Washington, McLarty Associates. Negroponte aceptó. McLarty Associates fue fundada por Thomas “Mack” McLarty, ex jefe de gabinete del presidente Bill Clinton y enviado especial a América Latina durante su presidencia. Actualmente, McLarty maneja la consultora más poderosa de Washington. Hasta el año 2008, McLarty Associates se llamaba Kissinger-McLarty Associates debido a la unión entre Thomas McLarty y Henry Kissinger, que evidencia la unión política entre los sectores demócratas y republicanos en Washington.


En su nuevo cargo, John Negroponte trabaja como asesor sobre política exterior del Departamento de Estado bajo Hillary Clinton. Recordemos que el embajador estadounidense en Honduras, Hugo Llorens, trabajaba bajo el comando de Negroponte durante la mayoría de su gestión.


Otto Reich lleva unos años trabajando en una campaña contra el presidente Zelaya. Fue demandado por Zelaya en abril 2009 por haberlo acusado públicamente de robar 100 millones de dólares de la empresa estatal de telecomunicaciones, Hondutel. Resulta que Reich hacía lobby para una empresa privada de telecomunicaciones que quería privatizar Hondutel. Ahora, con Zelaya destituido y un empresario en el poder, lo más probable es que Reich consiga su negocio multimillonario.


Reich fundó una organización en Washington, llamada Arcadia Foundation[vii] junto a un venezolano, Robert Carmona-Borjas, abogado especialista en temas militares, vinculado al golpe de abril de 2002 en Venezuela, según su propio perfil. Robert Carmona-Borjas supuestamente estuvo en Miraflores con Pedro Carmona durante el golpe de abril de 2002 y escapó, junto a Carmona, del palacio cuando fue tomado por la guardia de honor presidencial. Desde entonces vive en Washington, DC. Desde el año pasado, Reich y Carmona-Borjas han llevado una campaña contra Zelaya por asuntos de corrupción, con una serie de micros que hablan de corrupción, libertad de expresión y cambio en Honduras.[viii]

Carmona-Borjas ha viajado con frecuencia a Honduras durante los últimos meses, incluso hablando de golpe de Estado “técnico” junto con otros actores, como el defensor del pueblo hondureño, Ramón Custodia, quien declaró a comienzos de junio que “Los golpes son una posibilidad que puede ocurrir en cualquier escenario político”. Luego del golpe, el 3 de julio, Robert Carmona-Borjas apareció en Honduras en la concentración de los golpistas en Tegucigalpa, y fue reconocido como un actor importante que hizo posible la salida de Zelaya y la llegada al poder de Micheletti.[ix]

El poder militar


Estados Unidos mantiene una presencia militar muy grande en la base de Soto Cano (Palmerola), ubicada a 97 kilómetros de la capital, que ha estado operativa constantemente desde el año 1981, cuando fue activada por el gobierno de Estados Unidos durante la administración de Ronald Reagan.


En los años ochenta, Soto Cano se utilizó por el coronel estadounidense Oliver North, como una base de operaciones para la “Contra”, las fuerzas paramilitares entrenadas y financiadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), encargadas de ejecutar la guerra contra los movimientos izquierdistas en Centroamérica, y particularmente contra el gobierno sandinista de Nicaragua. Desde Soto Cano, la “Contra” lanzaba sus ataques terroristas, escuadrones de muerte y misiones especiales que dieron como resultado miles de asesinatos, desaparecidos, torturados, lisiados y aterrorizados en Centroamérica.


John Negroponte, entonces embajador de EEUU en Honduras, junto a Oliver North y Otto Reich, dirigían estas operaciones sucias.


La base de Soto Cano es la sede de la Fuerza de Tarea Conjunta “Bravo” (JTF-B) de Estados Unidos, compuesta por efectivos del ejército, las fuerzas aéreas, fuerzas de seguridad conjuntas y el primer batallón-regimiento Número 228 de la aviación estadounidense. Son 600 personas en total y 18 aviones de combate, incluidos helicópteros UH-60 BlackHawk y CH-47 Chinook. Soto Cano también es la sede de la Academia de la Aviación de Honduras. Más de 650 ciudadanos hondureños y estadounidenses viven en las instalaciones de la base.


La Constitución de Honduras no permite legalmente la presencia militar extranjera en el país. Un acuerdo “de mano” entre Washington y Honduras autoriza la importante y estratégica presencia de los cientos de militares estadounidenses en la base, en un acuerdo “semipermanente”. El acuerdo se realizó en 1954 como parte de la ayuda militar que Estados Unidos ofrecía a Honduras. La base primero fue utilizada por la CIA para lanzar el golpe contra Jacobo Arbenz en Guatemala.


Cada año, Washington autoriza cientos de millones de dólares en ayuda militar y económica a Honduras, que es el tercer país más pobre del hemisferio. Este acuerdo que permite la presencia militar de Estados Unidos en el país centroamericano puede retirarse sin aviso.


El 31 de mayo de 2008, el presidente Manuel Zelaya anunció que Soto Cano (Palmerola) se utilizará para vuelos comerciales internacionales. La construcción del terminal civil se financió con un fondo del ALBA (Alianza Bolivariana para las Américas).


Los dos generales con mayor participación en el golpe contra Zelaya son graduados de la Escuela de las Américas y mantienen lazos estrechos con los militares estadounidenses en Honduras. El comandante de la Aviación de Honduras, general Luis Javier Prince Suazo, estudió en la famosa Escuela de las Américas de Estados Unidos en 1996. El jefe del estado mayor conjunto, general Romeo Vásquez, destituido por el presidente Zelaya el 24 de junio por desobedecer sus órdenes, y luego actor principal en el golpe militar sólo días después, también es graduado de la Escuela de las Américas. Los dos altos oficiales hondureños mantienen relaciones muy estrechas con el Pentágono y las fuerzas militares estadounidenses en Soto Cano.


El embajador de Estados Unidos en Honduras que cambió en septiembre 2008, Charles Ford, fue transferido al Comando Sur en Miami para encargarse de la asesoría para el Pentágono sobre América Latina.


Los militares hondureños están financiados, entrenados, adoctrinados y comandados por el ejército estadounidense sobre la base de la doctrina anti izquierdista y anti socialista. Por eso era tan fácil actuar contra el presidente Zelaya, su comandante en jefe, porque lo veían como parte de la “amenaza izquierdista”, contra la que llevan combatiendo desde hace decenios.[x]

De todas estas evidencias –y habrá más en el futuro– se comprueba el inconfundible papel de Washington en el golpe de Estado en Honduras contra el presidente Zelaya.

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[i] http://www.state.gov/r/pa/prs/ps/2009/july/125564.htm

[ii] http://www.state.gov/secretary/rm/2009a/06/125452.htm

[iii] Ver nota 1.

[iv] http://www.state.gov/secretary/rm/2009a/july/125753.htm

[v] http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?28366

[vi] http://www.elheraldo.hn/País/Ediciones/2009/06/05/Noticias/Lo-que-se-haga-debe-ser-legal-y-constitucional

[vii] www.arcadiafoundation.org

[viii] http://www.arcadiafoundation.org/videos.html

[ix] http://www.youtube.com/watch?v=ukacM-77lXs.

[x] http://www.aporrea.org/actualidad/n138264.html

evagolinger@hotmail.com


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domingo, 12 de julio de 2009

HONDURAS: LABORATORIO DE AMERICA



Por Wilmer Ortuño
El golpe en Honduras abre una nueva ventana a la derecha política de América, se convierte por decirlo de alguna manera, en un laboratorio al permitir medir, entre otras cosas: 1.-la capacidad de respuesta de los pueblos en el continente y en el mundo ante una eventualidad como la ocurrida, 2.-las implicaciones reales de la aplicación de la llamada Carta Democrática Americana, 3.-poner un freno el accionar político social de un gobierno que dirigía su mirada al pueblo olvidado de Honduras, 4.-implementar una nueva forma de lucha contra los gobiernos legítimamente elegidos y que no han sido posible desalojarlos del gobierno mediante el sufragio popular, y 5.-dejar en claro que el poder real aún se mantiene en manos de las oligarquías criollas de América aún cuando los gobiernos se encuentren en manos de los sectores progresistas.
Estas podrían ser las motivaciones de un Golpe de Estado que todo el mundo cree perdido (aún cuando ya ha demostrado que fue totalmente exitoso en los aspectos mencionados en mayor o menor medida) pero que ha logrado mantenerse durante más de 2 semanas a pesar de las multitudinarias y consecuentes manifestaciones de apoyo al gobierno legítimo de Manuel Zelaya a nivel interno como el que se ha observado alrededor del mundo.


Otro de los experimentos, es el del uso de los medios de comunicación para promover y mantener un Golpe de Estado, cosa que resultó infructuosa en Venezuela en el 2002 pero que sirvió para ajustar los mecanismo y hacerlo un poco más efectivo mediáticamente. Es obvio que la participación del gobierno norteamericano es cada día más evidente, cosa que ha demostrado Eva Golinger en sus distintos trabajos de investigación, pero se demuestra día a día, además, cuando enfila las baterías contra el Gobierno Bolivariano de Venezuela acusándolo de injerencia en el país centroamericano, observado dentro del mismo Congreso norteamericano así como en los distintos medios de comunicación en el continente aliados de los golpistas hondureños.


Este Golpe de Estado no fue motivado por una simple llamada a consulta popular sobre la cuarta urna, no. Este golpe fue preparado desde hace ya mucho tiempo, sólo que esperaban el momento propicio para ejecutarlo, sino revisen los acontecimientos desde que Zelaya fue elegido Presidente de la República de Honduras y habría que recordar además las maniobras realizadas para evitar a toda costa la destitución del General Romeo Vásquez que comandaría dicho golpe, con el apoyo de los poderes legislativo y judicial (este sí es, según globovisión, un país donde funcionan los poderes, coaligados para secuestrar y derrocar a un gobierno elegido por el pueblo, vaya concepto de democracia que tienen estos personajes) demostrando la concepción que se tiene del Estado de Derecho.


La trampa del dialogo (semejante al que propone la oposición en Venezuela y en cualquier país donde han sido desalojados del gobierno) es poder sentar en una misma mesa al gobernante legítimo y a los usurpadores, de igual a igual, para imponerle condiciones al retorno, he ahí la propuesta del gobierno norteamericano para entrampar a los representantes de Zelaya con el propósito de ganar tiempo y ganar por cansancio al pueblo de Honduras. He ahí el peligro de ese “diálogo” entre “iguales”, he ahí la propuesta denunciada por el Presidente Chávez.


¿Qué otra cosa ha demostrado este golpe victorioso en Honduras?


Que los pueblos de América no son los mismos de la década de los 50, 60, 70 u 80 del siglo pasado. La respuesta unánime en contra del golpe es indicativa de eso, pero, no hay que olvidar que la OEA sigue siendo la Oficina de Asuntos Coloniales de los Estados Unidos y por tanto susceptible de cambios radicales en provecho de la gran potencia. Ahí lo vamos viendo.


Otra cosa importante es el papel desempeñado por Telesur en la cobertura noticiosa de los acontecimientos, la otra voz que se ha venido colando de a poco en los televisores de América y el mundo, por eso se tornan tan peligrosas sus transmisiones, y sus periodistas deben ser encarcelados o expulsados como sucede hoy, para tratar de homogeneizar la “información” que se ofrece tanto internamente como hacia el exterior.


¿Qué hacer?


Evidentemente en el caso de Honduras, propiciar el retorno al poder, sin condiciones de ningún tipo, de Manuel Zelaya, y para el resto de América y de Venezuela en particular profundizar los cambios sociales, políticos y económicos. ¿Cómo? Fomentando la mayor participación del pueblo en la toma de decisiones, profundizando la Democracia Participativa, dando real poder al pueblo organizado para encaminarnos a una sociedad más justa, que evidentemente no lo será nunca en el marco del capitalismo.


El socialismo es la única alternativa de vida, el capitalismo es la muerte.


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sábado, 11 de julio de 2009

Hilo de Adriadna para recorrer los hilos de las cinco reglas de propaganda de guerra

No son los pasillos del palacio del Minotauro, pero es una realidad de laberintos -y no hay escape a ella-; sucede que ante cada guerra, golpe de Estado o agresión llevada a cabo por Occidente, los grandes medios de comunicación periodística comercial se ciñen a las cinco reglas mínimas de la propaganda de guerra.
Emplee usted esta parrilla de lectura en los próximos conflictos, se sorprenderá de encontrarlos a cada vez y siempre nítidos. Veamos.
1. Ocultar la Historia.
2. Ocultar los intereses económicos.
3. Diabolizar al adversario.
4. Blanquear a nuestros Gobiernos y a sus protegidos.
5. Monopolizar la información, excluir el verdadero debate.
Aplicación al caso de Honduras - julio de 2009
1. Ocultar la Historia. Honduras es el ejemplo perfecto de la llamada ''República bananera'' en las manos de los EE.UU. Dependencia y saqueo colonial causaron una enorme brecha: ricos-pobres. Un 77% de pobres según la ONU. El ejército hondureño fue formado y adoctrinado -para los peores crímenes- por el Pentágono. El embajador USA John Negroponte (1981-1985) fue apodado ''el virrey de Honduras''.
2. Ocultar los intereses económicos. En la actualidad, las multinacionales USA (plátano Chiquita, café, petróleo, farmacia...) quieren impedir a este país conquistar su independencia económica y política. Como Suramérica se une y transita hacia la izquierda, Wáshington quiere impedir a Centroamérica seguir la misma vía.
3. Diabolizar al adversario. Los medios de comunicación acusaron al presidente Zelaya de querer hacerse reelegir para preparar una dictadura. Silencio sobre sus proyectos sociales: aumento del sueldo mínimo, lucha contra la ultra explotación en las fábricas-cárcel de las empresas estadounidenses, disminución del precio de los medicamentos, ayuda a los campesinos oprimidos. Silencio también sobre su negativa a cubrir los actos terroristas made in CIA. Silencio sobre la impresionante resistencia popular.
4. Blanquear a nuestros gobiernos y sus protegidos. Se oculta la financiación del golpe por la CIA. Se presentaba a Obama como neutro mientras que él se negaba a encontrarse y sostener el presidente Zelaya. Si hubiera aplicado la ley habría suprimido la ayuda de EEUU a Honduras, lo que habría detenido rápidamente el golpe de Estado. Le Monde y la mayoría de los medios de comunicación blanqueó la dictadura militar hablando de ''conflicto entre poderes''. Las imágenes de represión sangrienta no se muestran al público. En resumen, un contraste sorprendente entre la diabolizacíon de Irán y la discreción sobre el golpe de Estado hondureño ''made in CIA''.
5. Monopolizar la información, excluir el verdadero debate. La palabra se reserva a las fuentes y expertos ''aceptables'' para el sistema. Se censura todo análisis crítico sobre la información. Es así como nuestros medios de comunicación impiden un verdadero debate sobre el papel de las multinacionales, de los EE.UU. y de la UE en el subdesarrollo de América Latina. En Honduras, los manifestantes gritan ''¡TeleSur! ¡TeleSur!'' para saludar al único canal de televisión que los informa correctamente.
www.michelcollon.info
Traducción al castellano para Investig'Action de Patricia Parga-Vega.

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miércoles, 8 de julio de 2009

Exiliados en Miami: Una breve historia de la contrarrevolución cubana

Por Michael Moore
¿Alguna vez se preguntaron como ha hecho Fidel Castro para permanecer tanto tiempo en el poder? Nadie -excepto el Rey de Jordania- ha permanecido en el gobierno por un período más largo de tiempo. El hombre ha sobrevivido a ocho presidentes estadounidenses, diez Juegos Olímpicos, y el regreso del Cometa Halley. Y sin importar lo que el gobierno de Estados Unidos hace para derrocarlo, tiene más vidas que «regresos» ha tenido Cher [1].No es porque nuestros líderes (estadounidenses) no hayan hecho su mejor esfuerzo para derrocarlo. No, ya desde que Castro liberó su país del corrupto régimen de Fulgencio Batista [2] (al que apoyaban los Estados Unidos y la Mafia) Washington ha probado una gran variedad de métodos para derrocarlo. Estos han incluído intentos de asesinato (pagados con el dinero de nuestros impuestos), invasiones, bloqueos, embargos, amenazas de aniquilación nuclear, desorganización interna, y guerra biológica (la CIA tiró manojo de gérmenes de Fiebre Porcina Africana sobre el país en 1971, obligando a los cubanos a matar 500 mil cerdos).Y -algo que siempre me ha parecido extraño- ¡hay actualmente una base naval estadounidense en la isla de Cuba! [3] Imaginen si nosotros los estadounidenses, luego de haber derrotado a los británicos en nuestra Revolución de Independencia, les hubiéramos dejado mantener unos miles de soldados y un puñado de acorazados en la bahía de Nueva York. ¡Increíble! El presidente Kennedy, que siguió con el plan del Presidente Eisenhower para invadir Cuba en la Bahía de Cochinos, ordenó a la CIA matar a Castro, intentándolo todo, desde una lapicera rellenada con tinta envenenada hasta un cigarro explosivo. (No, no estoy obteniendo mi información de Maxwell Smart [4]; está todo en el informe del Comité Church al Congreso, de 1975).

Por supuesto que nada de esto funcionó. Castro se volvió más fuerte y los Estados Unidos continuaron pasando vergüenza. Cuba era visto como «el país que se nos escapó». Comenzó a ser una molestia para nosotros. Aquí tenemos a cada nación de este hemisferio metida en nuestro bolsillo, excepto a «esos malditos cubanos». Se ve mal. Como cuando toda la familia sale a cenar y la oveja negra, el pequeño Billy, no se quiere quedar quieto en la silla y hacer lo que le dicen. Todos en el restaurante miran a los padres y se preguntan qué clase de educación le están dando. La apariencia de que no lo están disciplinando o controlando como se debe es la peor humillación. Entonces comienzan a vapulear al pequeño Billy, el que -olvídenlo- no va a terminar sus porotos nunca.Así es cuán tontos lucimos al resto del mundo. Como si nos hubiéramos vuelto locos por esta pequeña isla a 90 millas de nuestras costas. No nos sentimos de ese modo frente a una real amenaza para la humanidad, como la que significa el gobierno Chino. ¡Y hablo acerca de una pandilla de asesinos! Aún así no podemos movernos más rápido para meternos en la cama con ellos. Washington gastó 23 años poniéndonos en contra de los Chinos, y luego, repentinamente: ¡un día son nuestros amigos! Parece que los Republicanos y sus compinches empresarios no estaban realmente en contra de los dictadores comunistas, sino contra aquellos que no los dejaban entrar a China para hacer dinero.Y ese fue, por supuesto, el error fatal de Castro. Una vez que tomó el poder, nacionalizó todos los negocios americanos y pateó a la mafia fuera de La Habana. Fue como si se sentara en la Falla de San Andrés, porque la ira del Tío Sam cayó duro sobre él, y no lo ha dejado tranquilo por más de 37 años. Y a pesar de eso Castro ha sobrevivido. Por ese sólo éxito, y a pesar de todos sus defectos (represión política, discursos de cuatro horas y una tasa de alfabetismo del cien por ciento), hay que admirar al muchacho.Pero: ¿Por qué continuamos peleando por esta pata de pavo sobrante de la Guerra Fría? La respuesta puede encontrarse mirando no más lejos de una ciudad llamada Miami. Es desde allí que un puñado de exilados cubanos enloquecidos han controlado la política extranjera de los Estados Unidos hacia esta insignificante nación insular. Estos cubanos, muchos de ellos acólitos de Batista que vivían a todo trapo mientras esa pandilla asolaba el país, parecen no haber cerrado un ojo desde que juntaron su dinero y huyeron a La Florida.Y desde 1960, han insistido en contagiarnos su locura. ¿Por qué es que en cada incidente o crisis nacional que ha sufrido nuestro país en las pasadas tres décadas (el asesinato de Kennedy, Watergate, el caso Irán Contras, la epidemia del abuso de drogas, y la lista sigue...) siempre encontramos a exilados cubanos presentes o implicados? Primero, fue la conexión de Lee Harvey Oswald con los cubanos de Nueva Orleáns. ¿O eran exilados cubanos actuando solos para matar a Kennedy, o Castro ordenando su asesinato porque se había aburrido de que Kennedy intentara derrocarlo? En cualquiera de las teorías que usted suscriba, los cubanos están rondando por el barrio.Luego, en la noche del 17 de junio de 1972, tres cubanos, Bernard Barker, Eugenio Martinez, y Virgilio Gonzalez (junto con los estadounidenses Frank Sturgis y James McCord Jr.) fueron atrapados entrando en las oficinas de campaña del Partido Demócrata en Watergate. Esta operación encubierta, eventualmente causó la renuncia de Richard Nixon, por lo que entreveo que hay gato encerrado en esa operación del exilio cubano en particular. Hoy, Barker y González son considerados héroes en la comunidad cubana de Miami. Martínez, perdonado más tarde por Ronald Reagan, es el único que se siente mal. «Yo no quise estar implicado en la caída del Presidente de los Estados Unidos», dijo. ¡Oh! ¡Que hermoso de su parte!Cuando Oliver North necesitó un grupo encubierto para entrar armas en Nicaragüa con el objetivo de derrocar al gobierno sandinista: ¿a quién pudo recurrir sino a los cubanos de Miami? Los veteranos de Bahía de Cochinos Ramón Medina y Rafael Quintero eran los hombres clave en la compañía de transporte aéreo que entregaba las armas a los Contras. La guerra de los Contras, apoyada por Estados Unidos, fue responsable de la muerte de 30 mil nicaragüenses.Uno de los premios mayores que recogimos de nuestra inversión en estos exilados cubanos fue la ayuda que nos dieron introduciendo drogas ilegales en los Estados Unidos, destruyendo familias y barrios enteros de nuestras ciudades. Comenzando a principios de los sesenta, una cantidad de cubanos (que también participaron en la invasión de Bahía de Cochinos) empezó a regentear los círculos mayores de los narcóticos en éste país. La DEA encontró poco apoyo dentro del gobierno federal para ir atrás de estos exilados cubanos, porque se habían organizado a sí mismos bajo la falsa bandera de «grupos de la libertad». De hecho, muchos no eran más que frentes de operaciones masivas de contrabando de drogas. Los mismos contrabandistas de drogas que ayudaron más tarde a contrabandear armas para los Contras nicaragüenses.Las organizaciones terroristas cubanas radicadas en los Estados Unidos han sido responsables por la colocación de mas de 200 bombas y por lo menos un centenar de asesinatos desde el triunfo de la revolución de Castro. Tienen a todos tan preocupados por apoyarlos, que yo probablemente no debería estar escribiendo este capítulo. ¿Pero por que no estoy preocupado? Porque estos exilados cubanos, con toda su alaraca y terrorismo, son realmente una manga de cagones. Eso: Cagones. ¿Quieren pruebas? Para empezar, cuando a uno no le gusta el opresor de su país, se queda allí y trata de derrocarlo. Esto puede ser hecho por la fuerza (Revolución Americana, Revolución Francesa) o a través de medios pacíficos (Gandhi en India o Mandela en Sudáfrica). Pero lo que no se hace meter la cola entre las patas y correr, como hicieron estos cubanos.Imaginen si todos los colonos americanos hubieran huído al Canadá, y luego hubieran insistido en que los canadienses tenían la responsabilidad de echar a los británicos de América. Los Sandinistas nunca hubieran liberado su país de Somoza si hubieran estado todos sentados en una playa en Costa Rica, bebiendo margaritas y enriqueciéndose. Mandela se fue a la cárcel, no a Libia o a Londres. Pero los cubanos ricos se pelaron a Miami... y se volvieron más ricos.El noventa por ciento de estos exilados son blancos, mientras la mayoría de los cubanos (62 por ciento) son negros o mestizos. Esos blancos sabían que no podían quedarse en Cuba porque no tenían apoyo del pueblo. Entonces vinieron aquí, esperando que nosotros peleáramos su pelea por ellos. Y, como tarados, la peleamos.No es que estos nenes llorones de los cubanos no hayan tratado de ayudarse a sí mismos. Pero una rápida mirada a sus esfuerzos recuerda a las viejas películas cómicas mudas. El de Bahía de Cochinos es su fiasco más conocido. Tenía todos los elementos de una gran comedia cómica: barcos equivocados, playa equivocada, no tenían municiones para sus armas, nadie los fue a esperar, y -finalmente- fueron dejados morir vagando por una parte de su isla completamente desconocida para ellos (los choferes de sus limosinas -adivino- nunca los habían llevado allí en los viejos buenos tiempos). Este fiasco fue tan monumental que el mundo todavía no ha parado de reírse, y los cubanos de Miami nunca han olvidado ni perdonado ésto. Diga «Bahía de Cochinos» a alguno de ellos, y lo verán como a un dentista taladrándole el nervio de un diente.Emblemas de los exiliados cubanos extremistas Uno pensaría que la derrota de Bahía de Cochinos les debería haber enseñado una lección, que hubieran dejado de insistir con esas cosas. No hizo eso esta pandilla. Desde 1962 numerosos grupos de exilados cubanos han intentado mas incursiones para «liberar» su patria. Veamos las más sobresalientes:En 1981, un grupo de cubanos exilados de Miami desembarcaron en la islita de Providenciales, en el Caribe, camino a invadir Cuba. Su barco, el único que llegó de cuatro que salieron del Río Miami (los otros tres fueron hechos volver por la Guardia Costera debido al mar picado, problemas de motor o falta de chaquetas salvavidas), tocó tierra en un arrecife cerca de Providenciales. Atascados en la isla sin comida ni abrigo, los cubanos de Miami comenzaron a pelearse entre ellos. Rogaron a la gente de Miami que los rescatara de la isla, y luego de tres semanas fueron devueltos a Florida vía aérea. El único de ese grupo que llegó a aguas cubanas, Gerardo Fuentes, sufrió un ataque de apendicitis en el mar, y tuvo que ser evacuado por la Guardia Costera hacia Guantánamo.En 1968, un grupo de cubanos de Miami supieron que un barco polaco estaba amarrado en el puerto y que una delegación cubana podía estar a bordo del carguero. De acuerdo al St.Petersburg Times, los exilados cubanos dispararon con una bazooka casera e hicieron impacto en el casco del buque. Sólo le hicieron un abollón, y el líder del grupo, Orlando Bosch, fue apresado y sentenciado a diez años de prisión, pero fue liberado en 1972. Bosch explicó que habían esperado causar más daños al barco pero, se excusó: «¡Era un barco grande!» Bosch había estado arrestado antes por remolcar un torpedo a través de las calles de Miami a la hora de salida de las oficinas, y otra vez había sido capturado con 600 bombas aéreas cargadas con dinamita en el baúl de su Cadillac. En 1990 la administración Bush lo sacó de la prisión, donde estaba nuevamente, cumpliendo una pena por violación de libertad condicional.De acuerdo al Washington Monthly, «Durante el verano y principios del otoño de 1963, fueron lanzadas cinco incursiones de comandos contra Cuba con la esperanza de desestabilizar al régimen. La raquítica "quinta columna" en Cuba fue instruída para dejar las canillas abiertas y las lamparillas prendidas para gastar energía... En 1962, según el San Francisco Chronicle, el exilado cubano José Basulto, en una misión auspiciada por la CIA, disparó un cañón de 20 mm desde una lancha rápida contra el Hotel Inca, cerca de la bahía de La Habana, esperando matar a Fidel Castro. El proyectil erró al blanco, y Basulto, viendo que su barco se llenaba de gasolina derramada, pegó la vuelta para Florida. "Uno de nuestros tanques de combustible, hecho de plastico, comenzó a gotear"», explicó Basulto más tarde. «El combustible se derramó sobre la cubierta. No sabíamos qué hacer».Años más tarde, Basulto formó «Hermanos Al Rescate», un grupo de exilados que hace unos años estuvo haciendo vuelos sobre Cuba, zumbando con sus aviones sobre las ciudades, tirando panfletos, y generalmente tratando de intimidar al gobierno cubano. En febrero de 1996, Castro aparentemente se aburrió de este acoso, y luego del 25avo incidente en un año de los «Hermanos» violando el espacio aéreo cubano, ordenó que dos de sus aviones fueran derribados.Atentados y sabotajes de los extremistas cubanos en La Habana. Aunque los «Hermanos al Rescate» violaban la ley estadounidense por volar dentro del espacio aéreo cubano, la administración Clinton fue de nuevo al chiquero del exilio e instantáneamente sacó un decreto para endurecer el embargo contra Cuba. Este embargo trajo la ira del resto del mundo contra nosotros. La Asamblea General de las Naciones Unidas votó 117 a 3 a favor de condenar a los Estados Unidos por su violencia económica contra Cuba, tal y como ha sido en cada votación sobre el tema desde que el embargo fue impuesto.La semana después de que los aviones fueran derribados, los exilados trataron de apurar a los Estados Unidos, esperando comprometer a los militares en algún tipo de acción contra Castro. Anunciaron que al siguiente sábado llevarían una flotilla de barcos desde Florida hasta la costa cubana para protestar por el derribo de los dos aviones. Clinton decidió la puesta en escena de la más grande exhibición de fuerza contra Cuba desde la Crisis de los Misiles, y envió un escuadrón de cazas F-15, once escampavías de la Guardia Costera, dos cruceros misilísticos de la Marína, una fragata de la Marina, dos aviones C 130, y una bandada de Choppers, AWACs, y 600 guardamarinas para apoyar a la flotilla.Lo único que se olvidó de mandar fue remedio contra el mareo, que -al final- era lo único que los cubanos de Miami hubieran necesitado realmente. Sólo a 40 millas de Key West, los cubanos en los botes comenzaron a marearse, a vomitar y a rogar a sus pilotos que dieran vuelta los malditos yates y volvieran a Miami. Con el mundo entero mirando, los cubanos huyeron de nuevo con la cola entre las patas. Cuando llegaron al puerto, dieron una conferencia de prensa para explicar su retirada. El portavoz estaba todavía un poco mareado, y se podía ver cómo los periodistas se separaban de él, temiendo ser cubiertos por un «Linda Blair Special» en cualquier momento...«Una terrible tormenta se levantó en el mar», dijo el líder de la huída cubana mientras palidecía rápidamente. «¡Las olas tenían más de diez pies de alto, y tuvimos que volver o perder nuestros barcos!» Mientras así hablaba, algún genio creativo en la CNN comenzó a emitir imágenes aéreas de la flotilla rumbo a Cuba. El sol brillaba, el mar estaba calmo como un plato, y el viento soplaba gentilmente, si es que soplaba. Los reporteros en alta mar dijeron que luego de que las cámaras de la CNN se fueron, la aguas se pusieron «bastante duras». Sí, seguro, era por las carcajadas de Fidel, que se estaba cagando de la risa...

Este artículo aparecio originalmente en inglés el 10 de abril 2004. Traducción libre: Andrés Capelán


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La vigencia sangrienta del himno norteamericano


Jimi Hendrix The Star Spangled Banner Woodstock... por vb24> En woodstock 1969,Jimi Hendrix interpretó el himno estadounidense mezclándolo con simulaciones sonoras de bombardeos y ametrallamientos sobre los barrios de Vietnam, sirenas anti-aéreas y otros ruidos de batalla, solo utilizando su guitarra.
¡¡¡Aun su terrorifico sonido espanta al mundo!!!

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