"Karl Marx: "Al capital le horroriza la ausencia de beneficio. Cuando siente un beneficio razonable, se enorgullece. Al 20%, se entusiasma. Al 50% es temerario. Al 100% arrasa todas las leyes humanas y al 300%, no se detiene ante ningún crimen." .

miércoles, 5 de marzo de 2008

Las crisis concentran cada vez mas el capital en pocas manos


Por Manuel Freytas (*)

manuelfreytas@iarnoticias.com
Como funciona el robo financiero a escala global

De acuerdo con las leyes históricas del capitalismo, para que se produzca la concentración monopólica de la riqueza, debe generarse (a través de la competencia capitalista por el mercado y la rentabilidad ) un proceso de alta circulación de dinero y de ganancias, primero, y otro de retracción de ganancias con escasez del dinero circulante después.

O sea, deben haber "burbujas" y "crisis" financieras, donde unos pierden y otros ganan, y donde los monopolios más súper-concentrados del sistema capitalista se degluten y/o absorben a los menos concentrados (el pez grande se come al chico).

"Comprar barato y vender caro": Es el máximo axioma funcional de este "sistema" que controla los mercados financieros (y la economía mundial) desde Wall Street y la Reserva Federal de EE.UU.

En el actual estado de dominación imperial capitalista, las dos herramientas claves —para desatar y controlar las "crisis" y las "burbujas" financieras (donde un grupo fuerte se come al más débil)— son el dólar y la Reserva Federal de EE.UU.

La Reserva Federal (Fed), controlada por los grupos más poderosos del sionismo financiero internacional (Goldmam Sach, entre ellos, que actualmente controla el Tesoro de EE.UU. a través de su presidente, Henry Paulson, ex director del grupo —en realidad la Fed es un ente privado sobre el cual el gobierno de EE.UU. no tiene mayor injerencia, excepto nominar a los funcionarios señalados por los poderosos. N.R.), como veremos más adelante, y por medio del manejo de las tasas de interés, desata las "burbujas" (proceso de ganancias infladas y de gran circulación de dinero), y luego las descomprime desatando las "crisis" (proceso bajista y de retracción del dinero por el cual los grupos súper concentrados compran acciones baratas y se apoderan de activos empresariales y tajadas claves del mercado).

De esta manera, el pez grande se come al chico, y el proceso de rentabilidad y concentración capitalista sigue funcionando en otra fase y estadio de desarrollo.

Los bancos y fondos de inversión (incluidos los llamados "buitres") que colocaron los bonos subprime del "boom inmobiliario" en los mercados financieros globales, pertenecen (a través de infinitos vasos comunicantes) a los mismos grupos ultra-concentrados que controlan la Reserva Federal y el Tesoro de EE.UU., además de estar asociados, mediante múltiples conexiones, a las calificadoras de riesgo y a los monopolios de la prensa que concentran la información financiera a escala mundial.

Durante el proceso del "boom inmobiliario" en EE.UU. que devino en la "burbuja hipotecaria" a escala global, la Reserva Federal mantuvo las tasas bajas, las calificadoras otorgaron "credibilidad" y "seguridad rentable" a los bonos, y la prensa financiera (a través de los analistas de mercado) publicitó la ola inversora de la "burbuja hipotecaria" a escala global.

Todo estaba de "buena onda" y la acumulación capitalista funcionaba de maravillas con la "burbuja" y el festival de bonos y acciones del negocio inmobiliario de EE.UU. "globalizado" por medio de los grandes bancos y fondos de inversión.


De pronto llegó la "crisis"

Así, desde septiembre pasado, la Reserva Federal y las "autoridades monetarias" del capitalismo cambiaron de la "buena" a la "mala onda": Comenzaron a subir las tasas e inyectar dinero en el mercado para "salvar al sistema" mientras vaticinaban (y siguen vaticinando) sombríos pronósticos para EE.UU. y la economía mundial.

Paralelamente, los gurúes del sionismo financiero de Wall Street (Greenspan en primera fila) comenzaron a pronosticar una crisis recesiva de la economía estadounidense con implicancias negativas en la economía mundial.

En consecuencia, y como lo describe The Wall Street Journal, a medida que las calificadoras subían el riesgo de las subprime, aumentaban los impagos de los créditos en EE.UU. y los inversionistas que compraron bonos u otros valores basados en esas hipotecas veían como su inversión se desplomaba en la desvalorización de los bonos diseminados por los mercados financieros globales.

En resumen, y como resultante del proceso, los tenedores de los bonos subprime "desvalorizados" comenzaron a venderlos en masa generando un colapso generalizado (de todos los índices y acciones) de los mercados financieros en EEUU, Europa, Asia y América Latina.

Y como viene sucediendo cíclicamente: Los grupos superconcentrados y los especuladores más emblemáticos salieron a "comprar barato" con la idea de "vender caro" cuando cambie la onda, generando otro proceso descomunal de concentración de riqueza y activos empresariales con los cadáveres de la crisis "subprime".


Crisis manipulada

Esos grupos manejan información fidedigna y confidencial respecto de las decisiones de la Reserva Federal sobre el dólar y las tasas que luego utilizan para "comprar" o "vender" en el momento oportuno, generando, según más les convenga, las "burbujas" o las "crisis" en los mercados globales.

Además, esta misma asociación (protegida por el anonimato de las sociedades anónimas) mantienen con las calificadoras de riesgo y los monopolios de la información financiera que (a través de los "pronósticos" y/o "rumores" echados a rodar por los garúes y analistas) lanzan operaciones de acción psicológica orientadas a promover "burbujas expansivas" o "crisis depresivas" en los mercados globales.

La información preliminar de los movimientos y decisiones de la Reserva Federal, conforma la materia prima de estas gigantescas operaciones de robo a escala planetaria con la especulación financiera que realizan los grupos sionistas súper-concentrados que controlan los resortes básicos del poder económico en el Imperio locomotora del capitalismo.

En ese mundo, o submundo del poder del dinero a escala planetaria, sobresalen con "luz propia" especuladores emblemáticos de la talla Warren Buffett, George Soros, Chris Flowers o Wilbur Ross, que según algunos analistas de Wall Street "huelen el olor de la sangre de las crisis" antes que nadie.

Pero en realidad estos aventureros no huelen ninguna sangre, sino la información fidedigna de las operaciones financieras para "subir" o "bajar" los mercados que emanan de la Reserva Federal y de los grupos que operan para aprovecharse de ellas.

Según The Wall Street Journal, "Ahora que la crisis en el mercado hipotecario está provocando el fin del dinero fácil y la venta desesperada de activos, muchos consideran que Buffett, el presidente del conglomerado Berkshire Hathaway Inc., es uno de los pocos compradores que quedan en pie".

Según The Wall Street Journal, Buffett es la persona más influyente en el mercado financiero de EE.UU., y en el 2007 ocupó el segundo lugar dentro de las mayores fortunas personales del mundo, de acuerdo con la revista Forbes, con un estimado de 52 mil millones de dólares.


Los "operadores"

Como lo sabe cualquier experto que maneja información clasificada de Wall Street, Warren Buffett, es uno de los "operadores" más emblemáticos (una especie de Greenspan de las operaciones financieras a gran escala) del lobby que controla la Reserva Federal y el Tesoro de EE.UU., además de los bancos centrales europeos y las instituciones crediticias a escala global.

Antes que nada, Buffett y Soros son los gurúes más emblemáticos (una especie de cara visible y orientadora) de operaciones de "compra y venta" financiera a gran escala a caballo de las "crisis" o de las "burbujas". Detrás de las operaciones a cara descubierta (orientadas a bajar o subir el precio) de Buffett, Soros, y otros, se desarrolla el "negocio global" de compra y venta masiva que pasa desapercibido.

Crudamente, The Wall Street Journal apunta que la compra de empresas y acciones devaluadas por crisis bursátiles, son el "terreno fértil" para que los grupos más diversificados y concentrados tracen acuerdo de adquisiciones o fusiones con los bancos y empresas que se están tambaleando.

Las "crisis financieras globales" (o colapsos de los mercados bursátiles) activadas por los monopolios súper-concentrados de Wall Street, les sirve a esos mismos monopolios para comprar acciones y bonos devaluados en los mercados globales apoderándose de esa manera de los activos y porciones del mercado de las empresas y grupos financieros perdedores.

Y sin lugar dudas, puede citarse a Buffett como el ejemplo más emblemático y visible de los grupos financieros súper-concentrados de Wall Street (los controladores de la Reserva Federal) que hoy salen en masa a "comprar barato" acciones y los activos de las empresas y los bancos devaluados por la crisis subprime en EE.UU.

En agosto del año pasado, luego del desenlace de la crisis subprime en los mercados y bolsas, Berkshire, de Warren Buffet, según The Wall Street Journa, estaba por comprar las acciones devaluadas del mayor prestamista hipotecario de EEUU, Countrywide Financial Corp., cuya quiebra precipitó el "jueves negro" en Wall Street y los mercados globales.

En la segunda semana de febrero de este año, y como una muestra de que es el inversor financiero más influyente del mundo Buffett hizo pública su disposición a reasegurar activos valorados en 800.000 millones de dólares sustentados por aseguradoras monoline como MBIA o Ambac afectadas por la crisis hipotecaria.

Esto provocó una fuerte suba del dólar y del euro, y produjo la suba de acciones en Wall Street y las bolsas europeas, donde, como siempre, los grupos superconcentrados aprovecharon para "vender caro" en medio de la crisis.


La "regulación darwiniana"

Como ya resumieron muchos estudios marxistas de las leyes históricas del capitalismo, el sistema capitalista es una superestructura (económica, militar, política y social-cultural) asentada sobre una base funcional de apropiación y concentración de riquezas mediante un proceso de "selección" donde el pez más grande se come al chico.

En la era de la globalización, la "regulación darwiniana" del mercado se realiza por medio de las "burbujas" (periodos expansivos) y las "crisis" (periodos depresivos) , tras las cuales los grupos más poderosos y diversificados (y con mayor control político de la economía en los Estados capitalistas centrales) absorben a los grupos más débiles y continúan con una nueva fase del proceso de rentabilidad y concentración de riqueza.

Y aunque parezca mentira, y pese a toda la fachada de "civilización histórica" (cultural y social) con que se reviste el sistema capitalista, su base funcional en la era de la tecnología informática y de las comunicaciones globalizadas se sigue manejando con el primitivo slogan de sus inventores: Comprar barato y vender caro.

Esa es filosofía real (el punto de partida del robo "legalizado" de recursos y riquezas de los países) que subyace debajo de los sistemas jurídicos-políticos-económicos del capitalismo importados a escala global.


(*) Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más referenciados de la red. Ver sus trabajos en Google

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