"Karl Marx: "Al capital le horroriza la ausencia de beneficio. Cuando siente un beneficio razonable, se enorgullece. Al 20%, se entusiasma. Al 50% es temerario. Al 100% arrasa todas las leyes humanas y al 300%, no se detiene ante ningún crimen." .

martes, 11 de noviembre de 2008

EEUU y sus aliados torturan a los niños detenidos en las prisiones iraquíes


por Sherwood Ross

True Blue Liberal/

Avergüenza el ceremonial traspaso de poderes presidenciales que está teniendo lugar en EEUU. Bush traspasa los poderes presidenciales pero… quién asume los crímenes nefandos de su presidencia. ¿Asumirá Obama una impunidad que define al mundo como un lugar infame, o se someterá a la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional. Según diversos informes publicados, Estados Unidos ha venido deteniendo a miles de menores de edad desde que invadió Iraq en 2003, muchos de los cuales han sufrido torturas y abusos sexuales. Las cifras sobre el número de niños tras las rejas varían. Algunos estiman que llegan hasta 6.000. Aunque son bien conocidos los abusos criminales a que fueron sometidos los hombres prisioneros en Abu Ghraib, los niños y las mujeres detenidos también han sido objeto de torturas y violaciones, según Neil Mackay del Sunday Herald de Glasgow. La prisión de Abu Ghraib está ubicada a unos 32 kilómetros al oeste de Bagdad.
El abogado iraquí Sahar Yasiri, representante de la Federación de Prisioneros y Detenidos Políticos, manifestó en una entrevista [*] que hay más de 400.000 detenidos en Iraq que se encuentran repartidos en 36 prisiones y campos de detención y que el 95% de las 10.000 mujeres presas han sido violadas. Los niños, dijo, “sufren torturas, violaciones y hambre” y desconocen la causa por la que fueron arrestados. Añadió que los niños fueron víctimas de arrestos “indiscriminados” que no “tienen base legal alguna”.
Un antiguo prisionero, Thaar Salman Dawod, en una declaración presencial dijo: “Ví a dos niños desnudos que estaban esposados juntos frente a frente y que un soldado estadounidense les golpeaba mientras un grupo de guardias observaba y tomaba fotos y tres mujeres soldados se mofaban de los prisioneros”.
El periodista de la TV iraquí Suhaib Badr-Addin al-Baz, arrestado mientras filmaba un documental y encerrado en Abu Ghraib durante 74 días, dijo a Mackay que vio allí a “cientos” de niños. Al-Baz dijo que oía llorar a una niña de unos doce años: “Me han desnudado. Me han arrojado agua”. Dijo que escuchaba a diario sus lamentos.
Al-Baz relató también que había un chico de 15 años “al que repetidamente empapaban con mangueras hasta que le dio un colapso”. Amnistía Internacional declaró que los detenidos que habían ido saliendo en libertad informaban que en Abu Ghraib había niños de hasta diez años de edad.
El periodista de la TV alemana Thomas Reutter, del Report Mainz, citó al sargento del ejército estadounidense Samuel Provance diciendo que especialistas en interrogatorios “estuvieron vertiendo agua” sobre un muchacho iraquí de 16 años, llevándole en un coche durante toda una fría noche, “embadurnándole de barro” y mostrándole así a su padre, que estaba también encarcelado. Al parecer, una de las tácticas empleadas por el régimen de Bush persigue obtener confesiones de los adultos arrastrando y mostrándoles frente a ellos a sus hijos sometidos a abusos.
En Los Angeles Times, allá por el 26 de agosto de 2004, se informó que la policía militar de Abu Ghraib “utilizaba perros del ejército para extraños juegos con los que aterraban a los adolescentes haciendo que defecaran y se orinaran encima”.
Y el periodista Seymour Hersh informó en la convención de la Unión para las Libertades Civiles Americanas que había visto videos de muchachos iraquíes sodomizados y que “lo más horrible era la banda sonora con los alaridos de los chicos”.
Jonathan Steele, escribió en el británico The Guardian el pasado 9 de septiembre: “Cientos de niños, algunos de tan sólo nueve años, están detenidos en condiciones atroces en las prisiones de Bagdad, durmiendo a temperaturas asfixiantes en celdas atestadas, sin ventiladores, ni posibilidad de acceder a duchas y sometidos a frecuentes abusos sexuales por parte de los guardias, según informan actuales y antiguos prisioneros”. Omar Ali, de 16 años, dijo a The Guardian que había pasado más de tres años en la prisión para menores de Karj, durmiendo con 75 chicos más en una celda de cinco metros por diez, algunos de ellos sobre el suelo. Omar dijo al periódico que los guardias a menudo se llevaban a los muchachos a una habitación apartada de la prisión y les violaban.
Como potencia ocupante en Iraq, la administración Bush no puede escapar a sus responsabilidades legales por los crímenes de torturas de los encarcelados en Iraq o por las condiciones deplorables de las prisiones en las que están actuando.
Raad Yamal, de 17 años, fue capturado en su casa en Doura por soldados estadounidenses y trasladado al segundo regimiento del ejército iraquí, donde Yamal declaró que le habían colgado con cuerdas del techo y golpeado con cables eléctricos.
El pasado mes de junio, Human Rights Watch cifraba el número de menores detenidos en Iraq en 513. El motivo alegado de esas detenciones: porque representaban “riesgos imperativos a la seguridad”. En total y desde 2003, estima HRW, EEUU ha detenido a 2.400 niños en Iraq, algunos de hasta diez años.
HRW dijo que los niños “son sometidos a interrogatorios, no pueden contactar con abogados y algunas veces son retenidos sin acusaciones hasta más de un año, violando así las propios leyes estadounidenses”. Se dijo que los niños “tenían muy pocas posibilidades de mantener contacto con sus familias”. HRW apeló a EEUU para que “se asegurara que los niños retenidos bajo vigilancia son tratados según su estatus de niños, y se promoviera una rápida revisión judicial y acceso a investigadores independientes”. Según todos los indicios, nada de lo solicitado se ha cumplido.
Clarisa Bencomo, de la División por los Derechos de los Niños de HRW dijo: “La inmensa mayoría de los niños detenidos en Iraq se pudren en las cárceles durante meses bajo vigilancia del ejército estadounidense. EEUU debería facilitar el inmediato acceso de esos niños a abogados y una revisión judicial independiente de las causas de su detención”.
El pasado año, IRIN, el servicio de noticias humanitarias de NNUU, citó a Jalid Rabia de la ONG iraquí Asociación para la Justicia a los Prisioneros (PAJ, por sus siglas en inglés), afirmando: “En las prisiones iraquíes se trata a los niños como si fueran adultos y nuestras investigaciones han demostrado que son sometidos a abusos y torturas”. No se le permitió a IRIN visitar a los niños prisioneros.
Cinco niños de entre 13 y 17 años de edad, detenidos por el ejército de Iraq y que fueron acusados de apoyar a la resistencia, “presentaban señales de torturas en sus cuerpos” tales como “quemaduras de cigarrillos en las piernas”.
Un niño de entre los trece arrestados en Afganistán en 2002, fue mantenido encarcelado en solitario durante más de un año en Bagram y en Guantánamo, obligándole a permanecer en posiciones de stress e impidiéndole dormir. Y Omar Jadr, de 15 años, canadiense, estuvo retenido en Guantánamo durante dos años sin que le fuera permitido contactar con un abogado ni con su familia. Jadr ha estado encarcelado hasta un total de seis años. Según la corriente Catholic Worker, Mohammad Yawad tenía 17 años cuando fue capturado en Afganistán y fue sometido en Gitmo a privación de sueño día y noche durante dos semanas seguidas. Cada tres horas los carceleros le ponían grilletes y le trasladaban a otra celda bajo un programa denominado “viajero frecuente”, obligándole a cambiar de celda 112 veces.
El abogado defensor de Yawad, el mayor de las fuerzas aéreas David J.R. Frakt manifestó que la razón más probable de que las autoridades de Gitmo torturaran al joven (que había intentado suicidarse cinco meses antes) era “por deporte, para darle una lección, quizá por hacer de él un ejemplo para otros”.
Los funcionarios de UNAMI, la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Iraq, declararon que los niños en espera de juicio estaban terriblemente hacinados en la prisión de Tobchi, en Bagdad, que habían sido torturados y sufrido abusos sexuales mientras estaban bajo vigilancia en las instalaciones para adultos antes de su traslado a Tobchi, y que mostraban las señales que lo probaban. Y en la prisión de menores de Karj, los niños tenían ulceras de piel al haberse visto forzados a tumbarse en colchones mojados a temperaturas que superaban los 44º C. durante el día.
El ex Presidente Jimmy Carter escribió en “Our Endangered Values” (Simon&Schuster) que la Cruz Roja, tras visitar seis prisiones estadounidenses en Iraq “se encontró con 107 prisioneros menores de 18 años, algunos de hasta 8 años de edad”. Y el reportero Hersh (que destapó el escándalo de las torturas de Abu Ghraib), informó de que entre 800-900 muchachos pakistaníes de entre 13 a 15 años se encontraban detenidos. El Presidente Carter escribió que la Cruz Roja, Amnistía Internacional y el Pentágono “habían reunido testimonios relevantes de niños torturados, confirmados por los soldados que presenciaron o participaron en los abusos”.
En un intento por ocultar las condiciones en los centros de detención iraquíes, EEUU ha negado la entrada a investigadores de los derechos humanos como AI, HRW y la Federación Internacional de Derechos Humanos, según Ciara Gilmartin, Coordinadora del Programa del Consejo de Seguridad en el Forum de Política Global (GPF, por sus siglas en inglés), una organización que tiene su sede en Nueva York y que lucha por consolidar el derecho internacional.
El GPF pidió que se abrieran las instalaciones de detención iraquíes a los “observadores nacionales e internacionales” y que se establecieran claras responsabilidades para los oficiales y contratistas estadounidenses encargados de las prisiones.
“ El sistema total de abusos debe ser minuciosamente revisado o clausurado”, dijo Gilmartin. “Los dirigentes civiles y el ejército estadounidense no son los únicos cómplices en los abusos y en la ausencia de proceso debido de los detenidos iraquíes. Todos los que guardan silencio frente al gulag iraquí están permitiendo que se perpetúe”.
En 2005, AP informó desde Ginebra que la UNICEF estaba “profundamente preocupada” por los informes de abusos a los niños en las prisiones iraquíes. “Cualquier maltrato, abuso sexual, explotación o tortura de niños detenidos representa una violación del derecho internacional”, dio el portavoz de UNICEF Damián Perronas.
Según un informe publicado por Felicity Arbuthnot el pasado 9 de junio en Global Research, el Representante Especial de NNUU para los Niños en los Conflictos Armados, Radhika Coomarswarmy, dijo que no se permite que los niños contacten con abogados y que podían estar retenidos para obligar a que algún hombre adulto de sus familias se entregara.
HRW declaró en febrero de este año que el plazo medio de detención de los niños era de más de 130 días y que “algunos niños llevaban detenidos más de un año sin acusación ni juicio, violando así el memorandum sobre procedimientos criminales de la Autoridad Provisional de la Coalición. Eso no resulta sorprendente ya que, según David Ender escribió en el número del 27 de octubre en The Nation: “Una de las mayores quejas de los iraquíes es que la inmensa mayoría de los detenidos por EEUU no han sido acusados de crimen alguno”.
Aunque el Presidente Bush dice que lee la Biblia, puede que no hayan calado mucho en él las palabras que Mateo atribuye a Jesús sobre los niños, y por eso merece la pena repetírselas: “Aquel de vosotros que ofendiera a uno de estos pequeños… mejor haría en colgarse una piedra de molino al cuello y ahogarse en el fondo del mar”.
N. de la T.:
[*] Véase artículo traducido en su día en Rebelión sobre lo manifestado en conferencia citada: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=67456
Sherwood Ross es periodista y asesor en relaciones públicas. Vive en Miami. Puede contactarse con él en mailto:sherwoodr1@yahoo.com. Ross recopiló la información para este artículo de fuentes que él estima fidedignas y se siente particularmente en deuda con el “Sunday Herald” de Glasgow, Escocia.
Enlace con texto original:
www.trueblueliberal.com/2008/11/08/us-and-allies-tortured-kids-in-iraqi-prisons/
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


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¡No a la Uribersidad!: La persecución llega a las universidades colombianas


11 de noviembre 2008. - La revisión de las bases de datos se hará en las universidades Nacional, Distrital, Pedagógica, el Sena, y la Libre. La orden fue emitida por el fiscal de la unidad especializada contra el terrorismo, Jorge Iván Piedrahita Montoya, “con el propósito de detectar la presencia de terroristas”. La Autónoma, que no hace parte de la lista elaborada por la Fiscalía, fue la primera universidad a la que el intendente comisionado de llevar a cabo la indagación hizo llegar el oficio correspondiente. “Es el intento de perseguir y señalar al movimiento estudiantil y a los dirigentes estudiantiles”, dijo Andrés Paredes, coordinador de Comunicaciones de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, ACEU, en entrevista con YVKE Radio Mundial
“El estudiantil universitario es uno de los sectores sociales que más confronta la política que aplica el gobierno del presidente Álvaro Uribe en el país. Eso ha generado paros y conflictos, que hacen que se trate de estigmatizar el movimiento estudiantil, y que exista muy mala relación entre el alto gobierno y la universidad pública. La revisión anunciada es un elemento más dentro de la estrategia del gobierno para identificar cuáles son los activistas de las universidades”. ¿Porqué la universidad pública? Se preguntan en un comunicado las Juventudes del Polo Democrático Alternativo. Y agregan: “Esta campaña de desprestigio de la universidad pública colombiana no hace parte de ninguna lucha contra los movimientos ilegales armados, ni mucho menos contra el terrorismo; si esto fuera cierto hace muchos años que las universidades públicas serían "rebaños de ovejas", con la cantidad de represión, desplazamiento y muerte que han tenido que sufrir los movimientos y gremios estudiantiles”. La parodia de Parody El sector estudiantil fue puesto en la mira del huracán cuando la senadora uribista Gina Parody, hace algunos meses, reveló documentos y videos que muestran a encapuchados en mítines dentro de las sedes universitarias, específicamente, en la Universidad Distrital de Bogotá. La denuncia llevó al DAS, la central de inteligencia del Estado, a advertir que las FARC se infiltran en los centros docentes y el movimiento estudiantil, para "demostrar su trabajo político y dar a conocer sus ideas en las juventudes". La senadora Parody se rasgó entonces las vestiduras y afirmó que en sus tiempos de universitaria jamás vio a ningún estudiante defendiendo sus ideas con capuchas. Claro, hay que tener en cuenta que la senadora estudio en la Pontifica Universidad Javeriana de Bogotá, donde nunca se ven ni se verán capuchas o encapuchados; ni siquiera capuchinos, sólo los jesuitas dueños de la educación en Colombia. Donde la presencia del DAS y de otros organismos de inteligencia es innecesaria. Ella no estudió en la nacional, ni el la distrital, ni en la Pedagógica, ni en ninguna universidad pública, donde tantos estudiantes revoltosos deben ser tenidos a raya. Las acusaciones indicaban que, con la aquiescencia de las directivas, se estaban propiciando actos subversivos en los centros de educación superior, sobre todo, en los de carácter público. Carlos Ossa Escobar, rector de la Universidad Distrital (ex constituyente, ex contralor del país y ex director del Bando de la República), frente a la avalancha de críticas e insinuaciones, indicó que “nos vimos precisados a salir al debate público y a presentar cuatro argumentos: primero, en la universidad hay libertad de expresión y cualquiera tiene el derecho a exponer sus ideas; segundo, el uso de capuchas no es necesariamente motivo de alarma, pues puede deberse a razones de seguridad y a precaver persecuciones contra quienes disienten; tercero, fueron expresiones pacíficas de ideas. Y un cuarto argumento, o más bien, un comentario a tener en cuenta, fue llamar la atención sobre lo peligroso de “macartizar” la Universidad Pública”. Opinan sobre el exabrupto “Esto a lo mejor ni el propio fiscal general debe saberlo. Esa es una orden bastante arbitraria. No se pueden hacer investigaciones indeterminadas porque eso sería el desvío de poder", manifestó Alfonso Gómez Mendez, ex fiscal y precandidato liberal. “Es un exabrupto de la Fiscalía. Más bien es una cacería de brujas, donde se busca hacer una redada abstracta en las universidades buscando a aquellos que tienen un pensamiento contrario del Gobierno”, señaló Parmenio Cuellar, ex ministro de Justicia y ex gobernador de Nariño, quien agregó que “en ese proceso, seguramente, los investigadores ya tienen en mente a quien perseguir o a quienes capturar”. “Lo correcto es que si la Fiscalía sospecha de algunas personas pregunten por cada una de ellas, y no comprometer a estudiantes y docentes”, dijo Pedro Herrera, presidente del Sindicato de Profesores Universitarios. “Con este tipo de ordenes se pone bajo sospecha la totalidad de la comunidad estudiantil”. Andrés Paredes, en su charla con YVKE, señaló que “las universidades son un bastión importante en términos de la construcción de ideas. Creemos en la batalla de ideas, y en los campos universitarios vivimos eso. Esto nos lleva a no estar de acuerdo y confrontar algunas políticas del gobierno”. “En las últimas investigaciones que hemos hecho desde la ACEU”, complementó el dirigente estudiantil, “hemos descubierto que en los últimos 3 años han asesinado 15 dirigentes estudiantiles, muchos han sido desplazados y más de 100 estudiantes están amenazados”. Argentina, para no olvidar el presente colombiano Las numerosas fichas y los expedientes sobre estudiantes, hallados hace algunos años en la Argentina, han revelado el grado de sistematización, coordinación y organización de la persecución ideológica, que la última dictadura militar montó sobre las universidades públicas y hasta privadas de todo el país. Una universidad alertaba al resto de los alumnos suspendidos, sancionados o expulsados por actividades subversivas. Era un sistema aceitado: la facultad informaba al rectorado, éste al sistema universitario y de allí, al resto. A 32 años del golpe, se siguen desclasificado documentos y hallando nuevas historias, nombres y conexiones de lo que se ha llamado el “Plan Cóndor Universitario”, un circuito de información que daba cuenta del comportamiento y la militancia de los estudiantes de todas las casas de estudio de la Argentina. La revisión de los datos y la sistematización de la información universitaria, condujo en el país austral a un grado de control descabellado, hallándose incluso requerimientos de las comisarías exigiendo a las autoridades educativas que remitieran informes sobre los libros que los alumnos sacaban de la biblioteca. En los cruces de datos, los investigadores han encontrado hasta el momento 20 estudiantes desaparecidos sólo de la Facultad de Periodismo y Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Pero se trató de un sistema represivo y criminal que se extendió a todo el país. Las coincidencias vistas ahora Colombia con los pasos iniciales de ese aciago recorrido dado en Argentina durante los años de la dictadura militar, no son coincidencias. Son acciones típicas y medidas calculadas por parte de aquellos gobiernos que tienen mucho que tapar y mucho que acallar. La solidaridad necesaria “Varias investigaciones de las organizaciones estudiantiles colombianas muestran el grado de represión que ha representado el gobierno del presidente Uribe para el movimiento estudiantil universitario”, dijo Andrés Paredes, de la ACEU. En un país en el que hay que “tragar entero” y “comer callado”, el que opina pierde, el que habla queda marcado y el que protesta se muere. Los estudiantes de las universidades públicas, más que por las “pruebas fehacientes” de la reciente parodia, que sí lo fueran de hecho originarían investigaciones judiciales concretas y no estas ráfagas de metralla preventivas y amedrentadoras, han sido en Colombia un sector difícil para el gobierno del presidente Uribe. “Por eso es muy importante la denuncia de los hechos de violación de los derechos humanos de la población estudiantil, y que se pueda despertar la solidaridad con respecto a nuestro movimiento”, concluye el dirigente estudiantil. Una piedra en el zapato tan molesta como los indígenas, los sindicatos, los trabajadores, los desempleados. Y como todo el resto del país que no hace parte del 80% o 90% de los 2000 o 5000 encuestados entre aquel segmento de ciudadanos (porque son de ciudad), que a lo sumo alcanza el 10% de la población total del país, por lo general, beneficiarios de Uribe o beneficiados con él, que creen que su presidente hace las cosas entre bien y muy bien.


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Jimi Hendrix The Star Spangled Banner Woodstock... por vb24> En woodstock 1969,Jimi Hendrix interpretó el himno estadounidense mezclándolo con simulaciones sonoras de bombardeos y ametrallamientos sobre los barrios de Vietnam, sirenas anti-aéreas y otros ruidos de batalla, solo utilizando su guitarra.
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