"Karl Marx: "Al capital le horroriza la ausencia de beneficio. Cuando siente un beneficio razonable, se enorgullece. Al 20%, se entusiasma. Al 50% es temerario. Al 100% arrasa todas las leyes humanas y al 300%, no se detiene ante ningún crimen." .

sábado, 13 de octubre de 2007

EZEQUIEL ZAMORA (1817-1860)


EZEQUIEL ZAMORA (1817-1860)
Militar venezolano nacido en Cúa, Estado Miranda, el primero de febrero de 1817. Dirigente popular y primer caudillo social del siglo XIX; líder del Partido Liberal, al lado de Juan Crisóstomo Falcón y Jefe del Movimiento Federalista, movimiento que completó, en cierta manera, la guerra de independencia.
Líder de destacada participación en la Guerra Federal o Guerra Larga (1859-1863) como defensor de la idea de la Federación. Su vida se caracterizó por estar teñida del espíritu romántico de los personajes liberales de su tiempo.
Sus padres fueron Alejandro Zamora y Paula Correa, modestos propietarios pertenecientes al estrato de los "blancos de orilla". Durante los primeros años de su niñez recibe la rudimentaria instrucción que podía brindarle una zona rural todavía convulsionada por las luchas independentistas. Posteriormente, se traslada a Caracas donde prosigue estudios primarios en la escuela lancasteriana, siendo la única educación formal que conoce.

Sin embargo, gracias a la influencia de su cuñado Juan Caspers, adquiere información sobre la situación política y los movimientos revolucionarios de Europa, los cuales llaman poderosamente su atención. En este tiempo, completa su formación gracias a la relación de amistad que establece con el abogado José Manuel García, quien le explica Filosofía Moderna y fundamentos de Derecho Romano, hablándole también de los "principios de la igualdad" y de la necesidad de su implementación en Venezuela. Ezequiel Zamora se fue formando también en el campo de la vida real, adquiriendo la experiencia de la "universidad de todos los días", así vemos cómo, desde muy joven va adquiriendo experiencia y configurando su noble y recia personalidad, para luego ponerla al servicio de una causa que a la larga será desvirtuada y hasta traicionará los postulados por los cuales luchó Zamora. De él dice Gil Fortoul que "tuvo todas las cualidades buenas o malas del héroe popular: bravura, fanatismo partidario, constancia indomable, odio sincero o, como él mismo decía, horror a la oligarquía". Zamora se radica en la población aragüeña de Villa de Cura donde establece una tienda de víveres; allí desarrolla un prestigio de comerciante probo y respetuoso. Para ese momento en que el joven Ezequiel aún no ha frisado los 30 años, su relación con los comerciantes y el pueblo le permiten palpar el descontento social provocado por la crisis económica que ocasionó la guerra de la independencia y ante las propuestas del abanderado del liberalismo Antonio Leocadio Guzmán se une a él, convirtiéndose en el Jefe regional de los Liberales. En 1846, como miembro del Partido Liberal, se presenta a las elecciones de ese año, como candidato a "elector" para el cantón de Villa de Cura, pero su nominación fue objetada por los conservadores, mediante procedimientos que él y sus partidarios consideraron como compulsivos e ilegales. Este fue el reflejo de la tensa situación entre Liberales y Conservadores a escala nacional, cuyo cruento desenlace pretende evitarse por medio de una entrevista entre José Antonio Páez y Antonio Leocadio Guzmán. No obstante, la reunión de los dos líderes es frustrada por alzamientos espontáneos de campesinos en la región central. Zamora llama inmediatamente a "hacer la guerra a los godos" en beneficio de los pobres, mientras Páez es nombrado Jefe del Ejército. En definitiva, Zamora se levanta en armas el 7 de septiembre de 1846, en la localidad de Guambra; "tierra y hombres libres", "respeto al campesino", "desaparición de los godos", son las consignas esenciales de quien la gente comenzó a llamar "General del Pueblo Soberano". Tras librar las acciones victoriosas de Los Bagres y Los Leones, es derrotado y capturado el 26 de marzo de 1847. Es condenado a muerte por los tribunales de Villa de Cura el 27 de julio del mismo año, pero José Tadeo Monagas le conmuta la pena. El 23 de febrero de 1859, en el marco de la Guerra Federal desembarca procedente de Curazao, en La Vela de Coro. Se denomina Jefe de Operaciones de Occidente, haciendo que Coro se constituya en estado federal (25.2.1859.) y organizando un gobierno provisional de Venezuela (26.2.1859.). El 23 de marzo triunfa en el encuentro de El Palito, a partir del cual planifica sus movimientos hacia los llanos occidentales. Toma San Felipe el 28 de marzo y reorganiza la provincia como entidad federal con el nombre de estado Yaracuy. El 10 de diciembre de 1859, se desarrolla la batalla de Santa Inés, en la cual derrota al ejército centralista; siendo considerada esta acción como fundamental en el proceso de la Guerra Federal y testimonio de las excepcionales cualidades de Zamora como conductor de tropas. Después de Santa Inés, Zamora se dirige hacia el centro del país a través de Barinas y Portuguesa, pero antes de aproximarse a Caracas, resuelve asaltar la ciudad de San Carlos; durante las acciones preliminares para la toma de la plaza, recibe un balazo en la cabeza que le causó la muerte el 10 de enero de 1860. Sus restos descansan en el Panteón Nacional. Su inesperado deceso cambió el rumbo positivo que llevaba la guerra para los federalistas y produjo la pérdida, del que para muchos fue el más importante líder popular venezolano del siglo XIX.

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Conmemoran Día de la Resistencia Indígena en el Panteón Nacional


ABN 12/10/2007
Caracas, 12 Oct. ABN.- El Fiscal general de la República, Isaías Rodríguez, encabezó el acto de ofrenda floral ante el sarcófago donde reposan los restos del Libertador Simón Bolívar, así como ante el monumento simbólico del Cacique Guaicaipuro, en el Panteón Nacional, con motivo de la conmemoración del Día de la Resistencia Indígena. Acompañado por el diputado a la Asamblea Nacional (AN), Tulio Jiménez, miembros del Alto Mando Militar y representantes indígenas, el Fiscal general señaló que una de las cosas más trascendentes es precisamente transformar los valores culturales con los cuales, de alguna forma, 'se nos colonizó” durante más de 500 años. 'Nuestros valores hay que rescatarnos, son nuestra identidad, son los que nos hacen hoy resistir y enfrentar las otras conquistas, el otro tipo de colonización, y es los que nos dan fortaleza para construir paz', aseguró Rodríguez. Asimismo, dijo que la labor venezolana, en cuanto a la reivindicación de los pueblos indígenas, es la que ha tenido mayor avance y logros en el mundo, palpados en la Constitución. Por su parte, María Gómez e Ilia Atencio, representantes indígenas del Consejo Nacional Indio de Venezuela, manifestaron sentirse orgullosas por el reconocimiento a los pueblos originarios que día a día hace el Gobierno Nacional.


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Indígenas de Venezuela apoyan reforma a la Constitución Bolivariana


PODER POPULAR

ABN 12/10/2007
Caracas, 12 Oct. ABN.-
Los más de 40 comunidadaes indígenas de Venezuela que participan en el Encuentro Binacional de los Pueblos Indígenas por la Hermandad Bolivariana de Venezuela-Colombia, apoyan la reforma constitucional impulsada por el presidente de la República, Hugo Chávez Frías. En este encuentro, que se lleva a cabo en el municipio Páez, estado Zulia, con motivo al Día de la Resistencia Indígena, la ministra del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, Nicia Maldonado, saludó 'el alma y cuerpo de esta revolución. Desde la Escuela Intercultural Yanama, en el referido municipio, el Mandatario Nacional fue recibido por centenares de grupos originarios, que con la Bandera Nacional dieron la bienvenida al presidente Chávez. 'Este día ha significado mucho para nosotros los indígenas, desde que usted (Hugo Chávez), hace cinco años, decretara este día (12 de octubre) como el Día de la Resistencia Indígena', expresó la funcionaria. Agregó: 'Con esta revolución todos los pueblos indígenas de Venezuela y de América se llenaron de júbilo'. Así como apoyan la reforma constitucional, los indígenas también están a favor de la Revolución Bolivariana. 'Comandante Presidente, le presento a estos pueblos indígenas, estamos con usted', señaló.

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Debate la Asamblea Nacional reducción de la jornada laboral en Venezuela



Dpa, Reuters y Afp

La Asamblea Nacional intensificó hoy la discusión de temas económicos propuestos para la reforma de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, entre los que destacó la reducción de la jornada laboral de ocho a seis horas diarias.
El debate entre miembros de la Comisión Mixta que se encarga de incorporar los cambios a la carta fundamental ha provocado diferencias entre legisladores del recién formado Partido Socialista Unificado de Venezuela –PSUV, integrado principalmente por miembros de la V República, formación fundada por Chavéz– y una de las organizaciones aliadas, el minoritario Partido por la Democracia Social, conocido como Podemos.
El vocero de Podemos, Ismael García, cuestionó las reformas con el argumento de que modifica la estructura del Estado, en alusión al establecimiento de dos niveles más de gobierno por debajo de los municipios, es decir, la comunidad y la comuna (conjuntos de comunidades).
Las diferencias entre parlamentarios y militantes de Podemos brotaron el miércoles durante los debates, pero desde mediados de septiembre el presidente Hugo Chávez marcó distancia con la organización, que aportó 6.35 por ciento de los votos con los que se religió el mandatario en los comicios del 3 de diciembre pasado. Este partido se opuso desde el año pasado a su disolución e integración al PSUV.
Este choque político ocurrió al tiempo que el ex candidato de la oposición y gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, anunció que este jueves se entrevistaría en Washington con el subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos, Thomas Shannon, pero no precisó el objetivo.
Según un comunicado del partido de Rosales, Un Nuevo Tiempo, el opositor viajó acompañado de representantes de otros partidos socialcristianos.
En la Asamblea Nacional, de acuerdo con despachos de la prensa venezolana en Internet, uno de los temas que más concentró la atención de los diputados fue la discusión del artículo 90 que propone una nueva jornada laboral.
“La interpretación es que no se puede exceder de 6 horas diarias ni de 36 horas semanales”, afirmó el diputado Carlos Escarrá.
Aquí escribes el resto del contenido que no se vera.

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Reflexiones de Fidel CastroMentiras deliberadas, muertes extrañas y agresión a la economía mundial


por Fidel Castro Ruz

En una reflexión hablé de barras de oro depositadas en los sótanos de las Torres Gemelas. Esta vez el tema es bastante más complejo y difícil de creer. Hace casi cuatro décadas científicos residentes en Estados Unidos descubrieron Internet, del mismo modo que Albert Einstein, nacido en Alemania, descubrió en su tiempo la fórmula para medir la energía atómica.
26 de septiembre de 2007DesdeLa Habana (Cuba)
El presidente de EEUU, Ronald Reagan y el de la Unión Soviética (URSS) en aquella época, Mijaíl Gorbachev, marcaron el fin de la Guerra Fría, pero las tensiones internacionales continúan hoy en día y el imperialismo es de actualidad.

Einstein era un gran científico y humanista. Contradijo las leyes físicas, hasta entonces sagradas, de Newton. Sin embargo, las manzanas siguieron cayendo en virtud de la ley de la gravedad definida por este. Eran dos formas diferentes de observar e interpretar la naturaleza, de la cual se poseían muy pocos datos en los días de Newton. Recuerdo lo que leí hace más de 50 años sobre la famosa teoría de la relatividad elaborada por Einstein: la energía es igual a la masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz, que se denomina C: E=MC². Existía el dinero de Estados Unidos y los recursos necesarios para realizar tan costosa investigación.El tiempo político debido al odio generalizado por las brutalidades del nazismo en la nación más rica y productiva de un mundo destruido por la contienda, convirtió aquella fabulosa energía en bombas que fueron arrojadas sobre las poblaciones indefensas de Hiroshima y Nagasaki, ocasionándoles cientos de miles de muertos y un número similar de personas irradiadas que fallecieron en el transcurso de los años posteriores.
Un ejemplo claro del uso de la ciencia y la tecnología con los mismos fines hegemónicos se describe en un artículo del ex oficial de Seguridad Nacional de Estados Unidos Gus W. Weiss, aparecido originalmente en la revista Studies in Intelligence, en 1996, aunque con real difusión en el año 2002, titulado Engañando a los soviéticos. En él Weiss se atribuye la idea de hacerle llegar a la URSS los softwares que necesitaba para su industria, pero ya contaminados con el objetivo de hacer colapsar la economía de aquel país.Según notas tomadas del capítulo 17 del libro Al borde del abismo: Historias de la guerra fría contadas desde adentro, de Thomas C. Reed, ex secretario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Leonid Brezhnev le dijo a un grupo de altos funcionarios del Partido en 1972: "Nosotros los comunistas tenemos que seguir arando con los capitalistas durante algún tiempo. Necesitamos sus créditos, su agricultura y su tecnología; pero vamos a continuar grandes programas militares, y para mediados de los 80 estaremos en posición de volver a una política exterior agresiva, diseñada a tener ventaja sobre el Oeste." Esta información fue confirmada por el Departamento de Defensa en audiencias ante el Comité de la Cámara sobre la Banca y la Moneda en 1974.
A principios de los 70 el gobierno de Nixon planteó la idea de la distensión. Henry Kissinger tenía la esperanza de que "con el tiempo, el comercio y las inversiones pudieran reducir la tendencia del sistema soviético a la autarquía"; él consideraba que la distensión podría "invitar a la gradual asociación de la economía soviética con la de la economía mundial y así fomentar la interdependencia que añade un elemento de estabilidad a la relación política".
Reagan se inclinaba a ignorar las teorías de Kissinger sobre la distensión y a tomarle la palabra al presidente Brezhnev, pero se eliminaron todas las dudas el 19 de julio de 1981, cuando el nuevo Presidente de Estados Unidos se reunió con el presidente François Mitterrand, de Francia, en la cumbre económica del G 7 en Ottawa. En una conversación aparte, Mitterrand le informó a Reagan acerca del éxito de sus servicios de Inteligencia al reclutar a un agente de la KGB. El hombre pertenecía a una sección que evaluaba los logros de los esfuerzos soviéticos para adquirir tecnología de Occidente. Reagan expresó gran interés en las delicadas revelaciones de Mitterrand y también su agradecimiento por su oferta de hacerle llegar el material al gobierno de Estados Unidos.
El dossier, bajo el nombre de Farewell, llegó a la CIA en agosto de 1981. Dejaba claro que los soviéticos llevaban años realizando sus actividades de investigación y desarrollo. Dada la enorme transferencia de tecnología en radares, computadoras, máquinas-herramientas y semiconductores de Estados Unidos a la Unión Soviética, podría decirse que el Pentágono estaba en una carrera armamentista consigo mismo.
El Dossier Farewell también identificaba a cientos de oficiales de casos, agentes en sus puestos y otros suministradores de información a través de Occidente y Japón. Durante los primeros años de la distensión, Estados Unidos y la Unión Soviética habían establecido grupos de trabajo en agricultura, aviación civil, energía nuclear, oceanografía, computadoras y medio ambiente. El objetivo era comenzar a construir "puentes de paz" entre las superpotencias. Los miembros de los grupos de trabajo debían intercambiar visitas a sus centros.
Aparte de la identificación de agentes, la información más útil aportada por el Dossier la constituía la "lista de compras" y sus objetivos en cuanto a la adquisición de tecnología en los años venideros. Cuando el Dossier Farewell llegó a Washington, Reagan le pidió al Director de la CIA, Bill Casey, que ideara un uso operativo clandestino del material.
La producción y transporte de petróleo y gas era una de las prioridades soviéticas. Un nuevo gasoducto transiberiano debía llevar gas natural desde los yacimientos de gas de Urengoi en Siberia a través de Kazajstán, Rusia y Europa oriental hasta los mercados de divisas de Occidente. Para automatizar la operación de válvulas, compresores e instalaciones de almacenaje en una empresa tan inmensa, los soviéticos necesitaban sistemas de control sofisticados. Compraron computadoras de los primeros modelos en el mercado abierto, pero cuando las autoridades del gasoducto abordaron a Estados Unidos para adquirir el software necesario, fueron rechazados. Impertérritos, los soviéticos buscaron en otra parte; se envió un operativo de la KGB a penetrar un proveedor canadiense de softwares en un intento por adquirir los códigos necesarios. La inteligencia estadounidense, avisada por el agente del Dossier Farewell, respondió y manipuló el software antes de enviarlo.
Una vez en la Unión Soviética, las computadoras y el software, trabajando juntos, hacían operar el gasoducto maravillosamente. Pero esa tranquilidad era engañosa. En el software que operaba el gasoducto había un caballo de Troya, término que se usa para calificar líneas de software ocultas en el sistema operativo normal, que hacen que dicho sistema se descontrole en el futuro, o al recibir una orden desde el exterior.
Con el objetivo de afectar las ganancias de divisas provenientes de Occidente y la economía interna de Rusia, el software del gasoducto que debía operar las bombas, turbinas y válvulas había sido programado para descomponerse después de un intervalo prudencial y resetear —así se califica— las velocidades de las bombas y los ajustes de las válvulas haciéndolas funcionar a presiones muy por encima de las aceptables para las juntas y soldaduras del gasoducto.
"El resultado fue la más colosal explosión no nuclear e incendio jamás vistos desde el espacio. En la Casa Blanca, funcionarios y asesores recibieron la advertencia de satélites infrarrojos de un extraño evento en medio de un lugar despoblado del territorio soviético. El NORAD (Comando de Defensa Aeroespacial Norteamericano) temía que fuera el lanzamiento de misiles desde un lugar donde no se conocía que hubiera cohetes basificados; o quizás fuera la detonación de un dispositivo nuclear. Los satélites no habían detectado ninguna pulsación electromagnética característica de las detonaciones nucleares. Antes de que tales indicios pudieran convertirse en una crisis internacional, Gus Weiss llegó por un pasillo para decirles a sus colegas del CSN (Consejo de Seguridad Nacional) que no se preocuparan, afirma Thomas Reed en su libro."La campaña de contramedidas basadas en el Dossier Farewell fue una guerra económica. Aunque no hubo bajas personales debido a la explosión del gasoducto, hubo un daño significativo para la economía soviética.
Como gran final entre 1984 y 1985 Estados Unidos y sus aliados de la OTAN concluyeron esta operación, que terminó eficazmente con la capacidad de la URSS para captar tecnología en un momento en que Moscú se encontraba entre la espada de una economía defectuosa, por un lado, y la pared de un presidente estadounidense empecinado en prevalecer y poner fin a la guerra fría, por el otro.
En el artículo de Weiss ya citado se afirma que: "en 1985, el caso tuvo un giro singular cuando salió a la luz información sobre el expediente Farewell en Francia. Mitterrand llegó a sospechar que el agente soviético había sido un montaje plantado por la CIA para ponerle a prueba y decidir si el material sería entregado a los estadounidenses o mantenido por los franceses. Actuando a partir de esa idea, Mitterrand despidió al jefe del servicio francés, Yves Bonnet."
Gus W. Weiss fue quien se atribuyó, como ya se dijo, el siniestro plan para hacer llegar a la URSS los softwares defectuosos, cuando Estados Unidos tuvo en su poder el Dossier Farewell. Murió el 25 de noviembre del 2003 a la edad de 72 años. El Washington Post no reportó su muerte hasta el 7 de diciembre, 12 días después. Dijo que Weiss se "cayó" de su edificio de residencia, "Watergate", en Washington, y afirmó también que un médico forense de la capital norteamericana declaró su muerte como un "suicidio". El periódico de su ciudad natal, el Nashville Tennessean, publicó la noticia una semana después del Washington Post, y advirtió que en esa fecha todo lo que podrían decir era que "las circunstancias que rodearon su muerte no se podían confirmar todavía."
Antes de morir dejó escritas unas notas inéditas bajo el título El dossier de despedida: el engaño estratégico y la guerra económica en la guerra fría.
Weiss se graduó en la Vanderbilt University. Tenía postgrados de Harvard y de la New York University.
Su trabajo para el gobierno se concentró en asuntos de Seguridad Nacional, organizaciones de Inteligencia y preocupaciones con el traslado de tecnología a países comunistas. Trabajó con la CIA, con la Junta de Defensa Científica del Pentágono y con el Comité de Señales de Inteligencia de la Junta de Inteligencia de EE. UU.
Recibió la Medalla de Mérito de la CIA y la Medalla "Cipher", del Consejo de Seguridad Nacional. Los franceses le concedieron la "Legión de Honor", en 1975.
No dejó sobrevivientes.
Weiss se había declarado en contra de la guerra en Iraq poco antes de su "suicidio". Es interesante tener en cuenta que 18 días antes de la muerte de Weiss, también se suicidó —el 7 de noviembre de 2003— otro analista del gobierno de Bush, John J. Kokal (58 años). Este saltó a su muerte desde una oficina en el Departamento de Estado donde trabajaba. Kokal era analista de Inteligencia para el Departamento de Estado en asuntos relacionados con Iraq.
Consta en documentos ya publicados que Mijail Gorbachov se enfureció cuando comenzaron los arrestos y deportaciones de agentes soviéticos en varios países, pues desconocía que el contenido del Dossier Farewell estaba en poder de los principales jefes de gobierno de la OTAN. En una reunión del Buró Político el 22 de octubre de 1986, convocada para informar a sus colegas sobre la Cumbre de Reykjavik, alegó que los estadounidenses estaban "actuando muy descortésmente y comportándose como bandidos". sAunque mostraba un rostro complaciente en público, en privado Gorbachov se refería a Reagan como "un mentiroso".
En los días finales de la Unión Soviética, el Secretario General del PCUS tuvo que andar a ciegas. Gorbachov no tenía idea de lo que estaba ocurriendo en los laboratorios e industrias de alta tecnología de Estados Unidos; ignoraba por completo que los laboratorios e industrias soviéticas habían sido comprometidos y hasta qué punto.
Los pragmáticos de la Casa Blanca andaban igualmente a ciegas mientras esto ocurría.El presidente Ronald Reagan jugaba su carta de triunfo: la Iniciativa de Defensa Estratégica/Guerra de las Galaxias. Sabía que los soviéticos no podían competir en esa liga, porque no podían sospechar que su industria electrónica estaba infectada con virus y caballos de Troya colocados allí por la comunidad de Inteligencia de Estados Unidos.
La ex primera ministra británica, en sus memorias, publicadas por una importante editorial inglesa en 1993 con el título Margaret Thatcher, los años en Downing Street, expresa que todo el plan de Reagan relacionado con la Guerra de las Galaxias y la intención de hacer colapsar económicamente a la Unión Soviética fue el plan más brillante de esa administración, y que condujo definitivamente al derrumbe del socialismo en Europa.
En el capítulo XVI de su libro explica la participación de su gobierno en la Iniciativa de Defensa Estratégica.
Llevarla a cabo fue, a juicio de Thatcher, la "decisión más importante" de Reagan, "probó resultar clave en la victoria del Oeste en la guerra fría". Impuso "más tensiones económicas y mayor austeridad" a la sociedad soviética, en fin, sus "implicaciones tecnológicas y financieras para la URSS fueron devastadoras".
Bajo el subtítulo "Reevaluando a la Unión Soviética", describe una serie de conceptos cuya esencia está contenida en párrafos textuales tomados de ese largo pasaje, en los que deja constancia del brutal complot.
"En los albores de 1983, los soviéticos deben haber comenzado a darse cuenta de que su juego de manipulación e intimidación pronto se acabaría. Los gobiernos europeos no estaban dispuestos a caer en la trampa tendida por la propuesta de una ‘zona libre de armas nucleares’ para Europa. Continuaron los preparativos para el despliegue de los misiles Crucero y Pershing. En el mes de marzo, el presidente Reagan anunció los planes de Estados Unidos para una Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE), cuyas consecuencias tecnológicas y financieras para la URSS serían devastadoras."
"[... ] no me cabía la menor duda de lo correcto de su dedicación en insistir en el programa. Analizado retrospectivamente, ahora me queda claro que la decisión original de Ronald Reagan sobre la Iniciativa de Defensa Estratégica fue la más importante de su presidencia.""Al formular nuestro enfoque a la Iniciativa de Defensa Estratégica, había cuatro elementos diferentes que tuve en cuenta. El primero fue la ciencia en sí misma.
Estados Unidos impuso a la URSS una brutal competencia militar con un extraordinario costo económico.
"El objetivo de Estados Unidos en la Iniciativa de Defensa Estratégica era desarrollar una defensa nueva y mucho más eficaz contra los misiles balísticos."
"Este concepto de defensa se basaba en la capacidad de atacar a los misiles balísticos lanzados en cualquier etapa de su vuelo, desde la fase de impulsión cuando el misil y todas sus ojivas y señuelos estaban juntos, hasta el punto de reentrada en la atmósfera terrestre en su camino hacia el blanco."
"El segundo elemento que había que tener en cuenta eran los acuerdos internacionales existentes, que limitaban el despliegue de armas en el espacio y los sistemas de proyectiles antibalísticos. El Tratado sobre la Limitación de los Sistemas de Proyectiles Antibalísticos, de 1972, enmendado por un Protocolo de 1974, permitía a Estados Unidos y a la Unión Soviética emplazar un sistema de proyectiles antibalísticos estático con hasta cien lanzacohetes para defender su campo de silos de misiles balísticos intercontinentales."
"La Oficina de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Defensa británicos siempre procuraron insistir en la interpretación más estrecha posible que los estadounidenses —acertadamente a mi juicio— creyeron que habría significado que la Iniciativa de Defensa Estratégica había muerto al nacer. Siempre he tratado de distanciarme de esta fraseología y dejé claro en privado y en público que no podía decirse que se hubiera completado la investigación sobre si un sistema era viable hasta que se hubiese ensayado con éxito. Subyacente en esta jerga, este punto al parecer técnico era realmente una cuestión de evidente sentido común. Sin embargo, se convertiría en la cuestión que dividió a Estados Unidos y a la URSS en la cumbre de Reykjavik, de modo que cobró gran importancia.
"El tercer elemento en el cálculo fue la fuerza relativa de las dos partes en la defensa contra proyectiles balísticos. Solo la Unión Soviética poseía un sistema de proyectiles antibalísticos (conocido como GALOSH) en los alrededores de Moscú, que en esos momentos estaban perfeccionando. Los estadounidenses jamás habían emplazado un sistema equivalente."
"Los soviéticos también estaban más avanzados en las armas antisatélites. Por consiguiente, había un argumento fuerte de que los soviéticos ya habían adquirido una ventaja inaceptable en toda esta esfera.
"El cuarto elemento era lo que implicaba la Iniciativa de Defensa Estratégica para la disuasión. Al principio sentí bastante simpatía por la filosofía tras el Tratado sobre la Limitación de los Sistemas de Proyectiles Antibalísticos, que era que mientras más ultramoderna y efectiva fuera la defensa contra los misiles nucleares, mayor presión había para procurar avances enormemente costosos en la tecnología para las armas nucleares. Siempre creí en una versión con ligeras condiciones de la doctrina conocida como ‘destrucción recíproca segura’, MAD por sus siglas en inglés. La amenaza de lo que yo prefiero llamar ‘destrucción inaceptable’ que se produciría tras un intercambio nuclear era tal, que las armas nucleares constituían un elemento de disuasión efectivo contra la guerra no solo nuclear, sino también convencional."
"Pronto comencé a ver que la Iniciativa de Defensa Estratégica no socavaría la disuasión nuclear, sino que la fortalecería. A diferencia del presidente Reagan y de otros miembros de su Administración, jamás creí que la Iniciativa de Defensa Estratégica podría ofrecer una protección al ciento por ciento, pero permitiría que suficientes misiles de Estados Unidos sobrevivieran a un primer golpe de los soviéticos."
"El tema de la Iniciativa de Defensa Estratégica fue el que dominó mis conversaciones con el presidente Reagan y con los miembros de su Administración cuando fui a Camp David el sábado 22 de diciembre de 1984 para informar a los estadounidenses sobre mis conversaciones previas con el señor Gorbachov. Esa fue la primera vez que oí al presidente Reagan hablar sobre la Iniciativa de Defensa Estratégica. Habló de eso apasionadamente. Estaba en su punto más idealista. Destacó que la Iniciativa de Defensa Estratégica sería un sistema defensivo y que no era su intención obtener para Estados Unidos una ventaja unilateral. Es más, dijo que si la Iniciativa de Defensa Estratégica tenía éxito estaría dispuesto a internacionalizarla de modo que estuviera al servicio de todos los países, y le había dicho lo mismo al señor Gromyko. Reafirmó su objetivo a largo plazo de eliminar totalmente las armas nucleares.
"Esas observaciones me pusieron nerviosa. Me horrorizaba pensar que Estados Unidos estuvieran dispuestos a echar por la borda la ventaja tan arduamente ganada en materia de tecnología al ponerla a disposición de todo el mundo."
"Lo que escuché, ahora que llegábamos a la discusión de las probabilidades reales más que de una concepción amplia, era tranquilizador. El presidente Reagan no simulaba que ellos supieran aún a dónde pudieran conducir las investigaciones. Pero recalcó que —además de sus argumentos anteriores a favor de la Iniciativa de Defensa Estratégica— seguirle el ritmo a Estados Unidos impondría una presión económica a la Unión Soviética. Argumentó que no existía un límite práctico en cuanto hasta dónde el gobierno soviético podría arrastrar a su pueblo por el camino de la austeridad."
"Ahora yo anotaba, mientras conversaba con el asesor para la Seguridad Nacional Bud McFarlane, los cuatro puntos que me parecían más cruciales.
"Mis funcionarios luego insertarían los detalles. El Presidente y yo acordamos un texto donde se exponía la política.
"La sección principal de mi declaración expresa:
"Le hablé al Presidente acerca de mi firme convicción de que el programa de investigaciones de la Iniciativa de Defensa Estratégica debía continuar. La investigación, por supuesto, es permitida según los tratados existentes entre Estados Unidos y la Unión Soviética; y, por supuesto, sabemos que los rusos ya tienen su programa de investigaciones y, en opinión de Estados Unidos, han ido ya más allá de las investigaciones.
Convinimos en cuatro puntos:
1. El objetivo de Estados Unidos, de Occidente, no era alcanzar la superioridad, sino mantener el equilibrio, tomando en cuenta los avances soviéticos;
2.El despliegue relacionado con la Iniciativa de Defensa Estratégica, en vista de las obligaciones que imponían los tratados, tendría que ser una cuestión para la negociación;
3. El objetivo general es aumentar, no socavar, disuasión;
4. La negociación entre el Este y Occidente debe apuntar hacia alcanzar la seguridad con niveles reducidos de sistemas ofensivos de ambos lados. Este será el propósito de las negociaciones reanudadas entre Estados Unidos y la Unión Soviética sobre el control de los armamentos, que yo acojo con beneplácito.
"Posteriormente supe que George Schultz —entonces Secretario de Estado— pensaba que yo había asegurado una concesión demasiado grande por parte de los americanos en la redacción; pero eso, de hecho, nos daba —tanto a ellos como a nosotros— una línea clara y defendible, y ayudaba a tranquilizar a los miembros europeos de la OTAN. Un día de trabajo muy productivo."
Más adelante, con el subtítulo de "Visita A Washington: febrero de 1985", Margaret Thatcher expresa:
"Visité Washington nuevamente en febrero de 1985. Las negociaciones sobre armamentos entre los americanos y la Unión Soviética ya se habían reanudado, pero la Iniciativa de Defensa Estratégica seguía siendo una fuente de discusión. Yo debía hablar ante una reunión conjunta del Congreso en la mañana del miércoles 20 de febrero y llevé conmigo desde Londres como regalo una estatua de bronce de Winston Churchill, a quien también muchos años antes se le había honrado con tal invitación. Trabajé de manera especialmente ardua en este discurso. Utilizaría el teleprompter para pronunciarlo. Sabía que el Congreso había visto al propio ‘Gran Comunicador’ pronunciando discursos intachables y yo tendría un auditorio exigente. De modo que decidí practicar la lectura del texto hasta que lograra pronunciarlo con la entonación y el énfasis correctos. Hablar a partir del teleprompter, debo agregar, es una técnica totalmente distinta a hablar a partir de notas. De hecho, el presidente Reagan me prestó su propio teleprompter y yo lo había llevado de vuelta a la Embajada británica, donde estaba alojada. Harvey Thomas, quien me acompañaba, lo consiguió y, haciendo caso omiso de cualquier desfase horario, practiqué hasta las 4:00 a.m. No me acosté, comenzando el nuevo día de trabajo con mi acostumbrado café negro y mis tabletas de vitaminas; después concedí entrevistas televisivas a partir de las 6:45 a.m.; pasé por la peluquera y estuve lista a las 10:30 para partir hacia el Capitolio. Utilicé mi discurso, que abordaba extensamente los asuntos internacionales, para dar un fuerte apoyo a la Iniciativa de Defensa Estratégica. Tuve una acogida fabulosa."
"El mes siguiente (marzo de 1985) ocurrió la muerte del señor Chernenko y notablemente, sin mucha demora, la sucesión del señor Gorbachov a la dirección de la Unión Soviética. Una vez más asistí a un funeral en Moscú: el tiempo estaba, incluso, más frío que en el de Yuri Andrópov. El señor Gorbachov tenía que atender a gran cantidad de dignatarios extranjeros. Pero tuve una charla de casi una hora con él esa tarde en el Salón de Santa Catalina del Kremlin. La atmósfera era más formal que en Chequers (residencia rural oficial de los primeros ministros británicos desde 1921), y la presencia callada, sardónica, del señor Gromyko no ayudaba. Pero pude explicarles las implicaciones de la política que yo había convenido con el presidente Reagan en el mes de diciembre anterior en Camp David. Estaba claro que la Iniciativa de Defensa Estratégica era ahora la preocupación principal de los soviéticos en términos de control de armamentos. El señor Gorbachov trajo, como habíamos esperado, un nuevo estilo al gobierno soviético. Él hablaba abiertamente del horrible estado de la economía soviética, aunque todavía en esta etapa se apoyaba en los métodos asociados con la campaña del señor Andrópov por una mayor eficiencia más que en una reforma radical. Un ejemplo de ello fueron las medidas draconianas que tomó Gorbachov contra el alcoholismo. Pero, a medida que avanzó el año, no hubo señales de mejoría de las condiciones en la Unión Soviética. De hecho, como señaló nuestro nuevo y gran embajador en Moscú, Brian Cartledge, que había sido mi secretario privado sobre relaciones exteriores cuando resulté Primera Ministra por primera vez, en uno de sus primeros informes, era cuestión de ‘compota mañana y, mientras tanto, nada de vodka hoy’.
"Las relaciones de Gran Bretaña con la Unión Soviética entraron en un claro periodo de frialdad como resultado de las expulsiones que yo autoricé de funcionarios soviéticos que habían estado realizando actos de espionaje."
"En noviembre, el presidente Reagan y el señor Gorbachov celebraron su primera reunión en Ginebra. Sus resultados fueron escasos —los soviéticos insistían en vincular las armas nucleares estratégicas con la suspensión de las investigaciones relativas a la Iniciativa de Defensa Estratégica— pero pronto se desarrolló una simpatía personal entre los dos líderes. Se había expresado cierta preocupación en cuanto a que el avispado y joven homólogo soviético del presidente Reagan pudiera superarlo en habilidad. Pero no fue así, lo cual no me sorprendió en lo absoluto, pues Ronald Reagan había tenido muchísima práctica en sus primeros años como presidente del gremio de artistas de cine al llevar a cabo negociaciones del sindicato sobre bases realistas —y nadie era más realista que el señor Gorbachov.
"Durante 1986 el señor Gorbachov demostró gran sutileza en explotar la opinión pública occidental al presentar propuestas tentadoras, pero inaceptables, sobre el control de armamentos. Los soviéticos dijeron relativamente poco sobre el vínculo entre la Iniciativa de Defensa Estratégica y la reducción de las armas nucleares. Pero no se les dio razón alguna para creer que los americanos estaban dispuestos a suspender o detener las investigaciones relativas a la Iniciativa de Defensa Estratégica. A finales de ese año se acordó que el presidente Reagan y el señor Gorbachov —con sus Ministros de Relaciones Exteriores— se deberían reunir en Reykjavik, Islandia, para discutir ofertas sustantivas."
"El hecho era que nosotros no podíamos contener la investigación sobre nuevos tipos de armas. Teníamos que ser los primeros en obtenerlas. Es imposible detener a la ciencia: no se detendrá por ser ignorada."
"En retrospectiva, puede considerarse que la Cumbre de Reykjavik ese fin de semana del 11 y 12 de octubre [de 1986] tuvo una significación absolutamente diferente a la que le atribuyó la mayoría de los comentaristas en ese entonces. Se les había preparado una trampa a los americanos. Concesiones soviéticas cada vez mayores se hicieron durante la Cumbre: convinieron por primera vez en que los elementos de disuasión británicos y franceses se excluyeran de las negociaciones sobre las fuerzas nucleares de alcance intermedio; y que las reducciones en las armas nucleares estratégicas debían dejar a cada bando con cantidades iguales —y no sólo una reducción porcentual, que habría dejado a los soviéticos con clara ventaja. También hicieron concesiones significativas en cuanto a las cifras relativas a las fuerzas nucleares de alcance intermedio. Cuando la Cumbre se acercaba a su fin, el presidente Reagan propuso un acuerdo mediante el cual todo el arsenal de armas nucleares estratégicas —bombarderos, misiles Crucero y balísticos de largo alcance— se reduciría a la mitad en un plazo de cinco años y las más poderosas de estas armas, los misiles balísticos estratégicos, se eliminarían en un plazo de diez años. El señor Gorbachov era aún más ambicioso: quería que se eliminaran todas las armas nucleares estratégicas al concluir el periodo de diez años.
"Pero entonces repentinamente, al mismísimo final, se accionó la trampa. El presidente Reagan había concedido que durante el periodo de diez años ambos bandos acordarían no retirarse del Tratado sobre la Limitación de los Sistemas de Proyectiles Antibalísticos, aunque se permitiría el desarrollo y los ensayos compatibles con el Tratado."
Pero Reagan sufrió una extraña amnesia en torno al detonante de la brutal competencia militar que se le impuso a la URSS, con un extraordinario costo económico. Su publicitado diario no menciona absolutamente nada del Dossier Farewell. En sus apuntes de cada día, publicados este año, Ronald Reagan, hablando de su estancia en Montebello, Canadá, expresa:
"Domingo 19 de julio (1981)"El hotel es una maravillosa obra de ingeniería, hecha totalmente de troncos. La mayor cabaña de troncos del mundo.
"Tuve un mano a mano con el Canciller Schmidt (Jefe del gobierno alemán). Estaba realmente deprimido y de un humor pesimista acerca del mundo.
"Luego me reuní con el presidente Mitterrand, le expliqué nuestro programa económico y que no teníamos nada que ver con las altas tasas de interés.
"Esa noche cenamos solamente nosotros 8. Los 7 jefes de Estado y el Presidente de la Comunidad Europea. Se convirtió realmente en una conversación informal sobre cuestiones económicas, debido básicamente a una sugerencia de la Primera Ministra Thatcher."
El resultado final de la gran conspiración y la alocada y costosa carrera armamentista, cuando la Unión Soviética estaba herida de muerte en el orden económico, lo cuenta en la introducción al libro de Thomas C. Reed, George H. W. Bush, el primer Presidente de la dinastía Bush, quien participó de forma real en la Segunda Guerra Mundial, al escribir textualmente:
"La guerra fría fue una lucha a favor de la mismísima alma de la humanidad. Fue una lucha a favor de un modo de vida definido por la libertad de una parte y por la represión de la otra. Creo que ya hemos olvidado cuán larga y dura fue esa lucha, y cuán cerca del desastre nuclear estuvimos a veces. El hecho de que este no ocurriera da fe de los honorables hombres y mujeres de ambos lados que mantuvieron su serenidad e hicieron lo correcto —según su criterio— en momentos de crisis.
"Este conflicto entre las superpotencias que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial comenzó cuando yo regresaba a casa de la guerra. En 1948, el año de mi graduación de la Universidad de Yale, los soviéticos trataron de cortar el acceso de Occidente a Berlín. Ese bloqueo condujo a la creación de la OTAN, fue seguido de la primera prueba soviética de la bomba atómica, y se volvió sangriento con la invasión a Corea del Sur. Detrás de esto vinieron cuatro décadas de enfrentamientos nucleares, guerras donde cada superpotencia apoyaba al bando contrario y privaciones económicas.
"Yo tuve el privilegio de ser el Presidente de Estados Unidos cuando todo esto llegó a su fin. En el otoño de 1989 los estados satélites comenzaron a liberarse y revoluciones mayormente pacíficas se extendieron por Polonia, Hungría, Checoslovaquia y Rumania. Cuando cayó el muro de Berlín, sabíamos que se acercaba el fin.
"Tendrían que transcurrir aún dos años para que se acabara el imperio de Lenin y Stalin. Yo recibí la buena nueva por medio de dos llamadas telefónicas. La primera me llegó el 8 de diciembre de 1991, cuando Boris Yeltsin me llamó desde un pabellón de caza cerca de Brest en Bielorrusia. Habiendo sido recientemente elegido Presidente de la República rusa, Yeltsin se había estado reuniendo con Leonid Kravchuk, presidente de Ucrania y Stanislav Shushchevik, presidente de Bielorrusia. ‘Hoy ocurrió un acontecimiento muy importante en nuestro país,’ dijo Yeltsin. ‘Quise informárselo yo mismo antes de que se enterara por la prensa.’ Entonces me dio la noticia: los Presidentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania habían decidido disolver la Unión Soviética.
"Dos semanas más tarde, una segunda llamada confirmó que la antigua Unión Soviética desaparecería. Mijail Gorbachov me contactó en Camp David en la mañana de Navidad de 1991. Nos deseó una feliz Navidad a Bárbara y a mí y luego pasó a resumir lo que había sucedido en su país: la Unión Soviética había dejado de existir. Él acababa de comparecer en la televisión nacional para confirmar el hecho y había transferido el control de las armas nucleares soviéticas al Presidente de Rusia. ‘Pueden disfrutar de una tranquila noche de Navidad’, nos dijo. Y así terminó todo."
Consta, por un artículo publicado en The New York Times que la operación utilizó casi todas las armas al alcance de la CIA —guerra sicológica, sabotaje, guerra económica, engaño estratégico, contrainteligencia, guerra cibernética—, todo ello en colaboración con el Consejo de Seguridad Nacional, el Pentágono y el FBI. Destruyó al pujante equipo de espionaje soviético, dañó la economía y desestabilizó el Estado de ese país. Fue un éxito rotundo. De haberse hecho a la inversa (los soviéticos a los norteamericanos), pudiera haberse visto como un acto de terrorismo.
Del tema se habla también en otro libro titulado Legado de Cenizas, que acaba de ser publicado. En la solapa del libro se expresa que "Tim Weiner es un reportero de The New York Times, quien ha escrito sobre los servicios de Inteligencia estadounidenses durante veinte años, y obtuvo un Premio Pulitzer por su trabajo sobre los programas secretos de Seguridad Nacional. Ha viajado a Afganistán y otros países para investigar de primera mano las operaciones encubiertas de la CIA. Este es su tercer libro.
"Legado de Cenizas se basa en más de 50 000 documentos, provenientes fundamentalmente de los propios archivos de la CIA, y cientos de entrevistas a veteranos de dicha agencia, incluidos diez directores. Nos muestra un panorama de la CIA desde su creación después de la Segunda Guerra Mundial, pasando por sus batallas durante la guerra fría y la guerra contra el terrorismo iniciada el 11 de Septiembre del 2001."
El artículo de Jeremy Allison, publicado en Rebelión en junio del 2006, y los de Rosa Miriam Elizalde, publicados el 3 y el 10 de septiembre del año en curso, 2007, denuncian estos hechos destacando la idea de uno de los fundadores del software libre, quien señaló que: "a medida que se complejizan las tecnologías será más difícil detectar acciones de ese tipo".Rosa Miriam publicó dos sencillos artículos de opinión de apenas cinco páginas cada uno. Si lo desea, puede escribir un libro de muchas páginas. La recuerdo bien desde el día en que, como periodista muy joven, me preguntó ansiosa, nada menos que en una conferencia de prensa hace más de 15 años, si yo pensaba que podríamos resistir el periodo especial que nos caía encima con la desaparición del campo socialista.
La URSS se derrumbó estrepitosamente. Desde entonces hemos graduado a cientos de miles de jóvenes en el nivel superior de enseñanza. ¡Qué otra arma ideológica nos puede quedar que un nivel superior de conciencia! La tuvimos cuando éramos un pueblo en su mayoría analfabeto o semianalfabeto. Si lo que se desea es conocer verdaderas fieras, dejen que en el ser humano prevalezcan los instintos. Sobre eso se puede hablar mucho.
En la actualidad, el mundo está amenazado por una desoladora crisis económica. El gobierno de Estados Unidos emplea recursos económicos inimaginables para defender un derecho que viola la soberanía de todos los demás países: continuar comprando con billetes de papel las materias primas, la energía, las industrias de tecnologías avanzadas, las tierras más productivas y los inmuebles más modernos de nuestro planeta.
Fidel Castro Ruz.
Septiembre 18 del 2007.
6:37 p.m.
Fidel Castro Ruz Presidente de Cuba. Comandante en Jefe de la Revolución

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El propio ex jefe de las tropas invasoras de EEUU en Iraq se revela contra George W. Bush


InSurGente (J.L).-

El ex jefe de las tropas estadounidenses en Irak y teniente general retirado, Ricardo Sánchez, afirmó que la misión militar en ese país "es una pesadilla sin visos de fin" causada por el "fracaso de liderazgo". Los datos y las declaraciones, el retiro parcial de tropas británicas, la resistencia mantenida de los distintos grupos que operan en Iraq, el bajo apoyo en las encuestas que la la misión tiene en los propios Estados Unidos, el alto gardo de deserciones y los enfrentamentos entre las empresas occidentales que extraen petróleo en la zona, auguran no sólo un fracaso militar y político, sino un punto sin retorno en la macabra historia imperialista de EEUU.

Agencias/inSurGente.-En una cita con periodistas que cubren asuntos militares, Sánchez dijo que el envío adicional de tropas al país árabe, ordenado por el presidente de EEUU, George W. Bush, a principios de año, es "un intento desesperado" y que la mejor opción sería evitar una derrota.La guerra, emprendida por EEUU en marzo del 2003, "es una pesadilla sin visos de fin", aseguró Sánchez e indicó que, a su juicio, Estados Unidos no tiene más remedio que mantener una presencia militar en Irak "en un futuro previsible" porque de lo contrario corre el riesgo de sumir al país en el caos.Sánchez, que asumió como comandante de las fuerzas de la coalición en Irak en junio del 2003, aseguró que la situación insostenible en ese país se debe a la "negligencia e incompetencia" del Consejo de Seguridad Nacional. Para Sánchez, los responsables de planificar la operación militar en Irak sufrieron "una absoluta carencia de valor moral para hacer lo correcto a la hora de planificar".En particular, Sánchez criticó el idealismo en que cayeron las autoridades castrenses en el sentido de que llegaron a creen que iban a ser recibidos "como liberadores" por los iraquíes. Agregó que el surgimiento de grupos insurgentes en el país árabe se debió en parte a la decisión de desmantelar al Ejército, lo que dejó en la calle y descontentos al menos a 300.000iraquíes.El ex comandante también repartió culpas entre el Congreso, el Departamento de Estado y los líderes políticos nacionales, a quienes responsabilizó por lo que considera una "crisis de liderazgo", aunque no precisó nombres. No es la primera vez que un ex líder del Pentágono ofrece una evaluación pesimista de la evolución de la guerra, pero los comentarios de Sánchez se producen mientras el asunto de la guerra en Irak se ha convertido en un asunto central con vistas a los comicios del 2008.Sánchez se jubiló el año pasado, después de una investigación sobre el escándalo por el abuso a los prisioneros en la cárcel iraquí de Abu Ghraib. Aunque Sánchez no fue vinculado al maltrato de prisioneros, el escándalo le privó de una cuarta estrella.Sobre deserciones (datos de Abril del 2007)Mientras Bush insiste en enviar más tropas a Irak, el Pentágono cuenta más de 3 mil deserciones en las filas militares en Estados Unidos.Gobernando contra el sentimiento de la mayor parte de la opinión pública norteamericana y del Congreso, Bush persiste en su política de seguir la guerra por la ocupacion de Irak, enviando mas tropas expuestas entre los fuegos de una guerra civil entre sectores islámicos fanáticos.El Ejército admitió que mintió al informar el número de soldados que se ausentaron sin permiso. Hasta hace pocos días, el Ejército había afirmado que 2.300 soldados habían desertado el año pasado, pero el número real es de casi 3.200. El número de soldados que se ausentaron sin permiso aumentó 27% con respecto a 2005. Las nuevas cifras fueron publicadas dos días después de que la National Public Radio reveló que el Ejército no había informado el número exacto de desertores. En total, el Ejército calcula que alrededor de 22.500 soldados desertaron desde el año fiscal de 2000. El número real es aun mayor debido a que los datos del Ejército no incluyen a los desertores de la Guardia Nacional ni los reservistas en una fuerza armada que se apoya básicamente en voluntarios, sistema que según expertos militares ha dado buenos resultados, porque produce mejores combatientes que el “draft”, o servicio militar obligatorio. En la adopción de este sistema prevalece la experiencia socio-politica de la guerra de Vietnam, que significó, para el registro historico, la primera derrota militar de la superpotencia norteamericana, experiencia muy amarga de las décadas 60 y 70, que todavía no se termina de asimilar. Al contrario, la pesadilla en las selvas y campos cultivados de Vietnam, sigue siendo argumento de comparación con las arenas calientes de Irak.Además, expertos militares consideran que el ejército norteamericano está muy esparcido, desde Afganistán a Irak y, sobre todo, son cada vez más los que afirman que la guerra en Irak era innecesaria y desgastadora, mientras Bush insiste en que es una guerra que se debe ganar para evitar que el terrorismo se traslade dentro del territorio de la nación norteamericana. En fin, el tema es muy conflictivo, como para que muchos en edad de pelear, prefieran no hacerlo. Algunos pueblos del Canadá, comienzan a poblarse con jóvenes desertores norteamericanos.El Pentágono anunció el lunes que enviará nueve mil soldados estadounidenses adicionales a Irak. Alrededor de la mitad de los soldados están regresando a los deberes de combate antes de la fecha programada, menos de un año después de haberse ido de Irak. Entretanto, del Capitolio a la Internet, la oposición demócrata está en campaña para acortar la guerra y traer de vuelta a casa a los soldados para el 2008.Ted Córdova-ClaureRedVoltaire

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La vigencia sangrienta del himno norteamericano


Jimi Hendrix The Star Spangled Banner Woodstock... por vb24> En woodstock 1969,Jimi Hendrix interpretó el himno estadounidense mezclándolo con simulaciones sonoras de bombardeos y ametrallamientos sobre los barrios de Vietnam, sirenas anti-aéreas y otros ruidos de batalla, solo utilizando su guitarra.
¡¡¡Aun su terrorifico sonido espanta al mundo!!!

Ultraderecha Los Prisioneros

Solimar Cadenas, In Memoriam

el tigre nunca pierde sus manchas....

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Colombia: el peligro es morirse

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