"Karl Marx: "Al capital le horroriza la ausencia de beneficio. Cuando siente un beneficio razonable, se enorgullece. Al 20%, se entusiasma. Al 50% es temerario. Al 100% arrasa todas las leyes humanas y al 300%, no se detiene ante ningún crimen." .

domingo, 29 de abril de 2012

Las guerras de Obama, India y por qué la democracia es “el mayor engaño del mundo"

Amy Goodman
Democracy Now
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Hablamos con la aclamada escritora y activista india Arundhati Roy sobre el presidente Obama, las guerras en Iraq y Afganistán, India y Cachemira y mucho más. Roy también habla sobre su viaje a lo profundo de las selvas de India central para informar sobre la insurgencia maoísta.
TRANSCRIPCIÓN NO EDITADA

ANJALI KAMAT: Pasaremos el resto de la hora con la aclamada escritora y activista india Arundhati Roy sobre el oscuro punto débil de India, un país que se enorgullece de se le conozca como la mayor democracia del mundo.

Durante este mes, cuando Forbes publicó su lista anual de multimillonarios del mundo, la prensa india informó con un cierto deleite de que dos de sus compatriotas habían llegado a la envidiada lista de los diez individuos más ricos del mundo.

Mientras tanto, miles de paramilitares y policías indios libran una guerra contra algunos de sus habitantes más pobres que viven lejos, en el llamado cordón tribal del país. Funcionarios indios dicen que más de un tercio del país, sobre todo tierra selvática rica en minerales, está parcial o totalmente bajo el control de rebeldes maoístas, también conocidos como naxalitas. El primer ministro de India ha calificado a los maoístas de la “amenaza más grave para la seguridad interna.” Según cifras oficiales, cerca de 6.000 personas han muerto en los últimos siete años de combates, más de la mitad de ellos civiles. La nueva ofensiva paramilitar del gobierno contra los maoístas se ha apodado Operación Caza Verde.

Bueno, anteriormente durante este mes el líder de la insurgencia maoísta, Koteswar Rao, o Kishenji, invitó a la novelista ganadora del Premio Booker, Arundhati Roy, para que mediara en conversaciones de paz con el gobierno. Poco después, el Secretario del Interior de India, G.K. Pillai, criticó a Roy y a otros que han llamado, cito, “genocida” la violencia estatal contra los maoístas.

G.K. PILLAI: “Si los maoístas son asesinos, por favor llámenlos asesinos. ¿Por qué sucede que si los maoístas asesinan en Midnapore Occidental durante el año pasado de junio a diciembre a 159 civiles inocentes, no se ve ninguna crítica de eso?, si el gobierno lo hubiera hecho, mucha gente lo habría llamado genocidio. ¿Por qué no es genocidio por los maoístas?

AMY GOODMAN: Bueno, Arundhati Roy tuvo recientemente un excepcional encuentro con las guerrillas armadas en las selvas de India central. Pasó unas semanas viajando con la insurgencia en lo profundo del corazón del territorio maoísta de India y escribió sobre su lucha un ensayo de 20.000 palabras publicado este fin de semana en la revista india Outlook. Se titula “Walking with the Comrades.” (Caminando con los camaradas).

Ahora se nos une en Nueva York la autora y activista por la justicia global de renombre mundial. Ganó el Premio por la Libertad Cultural de la Fundación Lannan en 2002, y es autora de una serie de libros, incluyendo la novela ganadora del Premio Booker The God of Small Things [1]. Su última colección de ensayos, publicada por Haymarket, es Field Notes on Democracy: Listening to Grasshoppers.

Arundhati Roy, bienvenida a Democracy Now!

ARUNDHATI ROY: Gracias, Amy.

AMY GOODMAN: Antes de hablar del interesantísimo viaje que hizo, usted llega en el séptimo aniversario de la invasión de Iraq por EE.UU. Usted fue extremadamente franca sobre la guerra y lo ha seguido siendo. Recuerdo haberla visto en la Iglesia Riverside con el gran Howard Zinn, haciendo un discurso contra la guerra. ¿Qué piensa ahora, siete años después? ¿Y cómo ha afectado a su continente, cómo afecta a India?

ARUNDHATI ROY: Bueno, pienso que, ya sabe, lo más triste es que cuando tuvieron lugar las elecciones en EE.UU. y todo lo que había era la retórica del cambio en el que se puede creer, e incluso los más cínicos entre nosotros vimos a Obama ganar las elecciones y nos sentimos emocionados viendo lo feliz que estaba la gente, especialmente gente que había vivido el movimiento por los derechos civiles, etc. En realidad lo que ha sucedido es que llegó y expandió la guerra. Ganó el Premio Nobel de la Paz y aprovechó la oportunidad para justificar la guerra. Fue como si esas lágrimas de la gente negra que lo veía, un hombre negro llegó al poder, fueran cortadas y pegadas a los ojos de la elite mundial que lo veía justificar la guerra.

Y de donde yo vengo, es casi como –uno piensa que ni siquiera comprenden lo que está haciendo el gobierno estadounidense. No comprenden el tipo de terreno en el que se mueven. Cuando uno dice cosas como “Tenemos que eliminar a los talibanes,” ¿qué quiere decir eso? Los talibanes no son una cantidad determinada de personas. Los talibanes son una ideología que ha surgido de una historia que en todo caso fue creada por EE.UU.

Iraq, la guerra continúa. Afganistán, obviamente, se alza en revuelta. Se ha extendido a Pakistán, y de Pakistán a Cachemira y a India. De modo que vemos a esta superpotencia, en cierto modo, atrapada en la arena movediza con una incapacidad conceptual de comprender lo que está haciendo, cómo salir o cómo quedarse. Va a arrastrar consigo a este país y pienso que es una verdadera lástima que, en cierto modo, por lo menos George Bush era casi obsceno en su estupidez al respecto, mientras que ahora todo es humo y espejos, y la gente halla que es más difícil descifrar lo que está sucediendo. Pero, de hecho, la guerra se ha expandido.

ANJALI KAMAT: Y Arundhati, ¿cómo explicaría el papel de India en la guerra en expansión de Afganistán y Pakistán? Es un clima de muy buenas relaciones entre India y EE.UU.

ARUNDHATI ROY: Bueno, el papel de India – el papel de India es uno en el que por el momento trata de posicionarse, como dice todo el tiempo, como aliado natural de Israel y de EE.UU. E India se esfuerza por acercarse a una posición de influencia en Afganistán. Y personalmente creo que al gobierno estadounidense le encantaría ver tropas indias en Afganistán. No se puede hacer abiertamente porque simplemente estallaría, de modo que hay toda clase de maneras por las cuales tratan de crear una esfera de influencia en ese país. De modo que el gobierno indio está profundamente involucrado en el gran juego y por cierto el resultado son los ataques en Cachemira y en Mumbai, no directamente relacionados con Afganistán, pero por cierto hay toda una historia de este tipo de maniobras.

AMY GOODMAN: Para un público estadounidense, y tal vez para un público que está fuera de la región, podría hablarnos de un área en la que usted se ha estado concentrando mucho, por cierto, y es Cachemira. La mayoría de la gente la conoce como un suéter. Es lo que piensan cuando oyen “Cachemira.”

ARUNDHATI ROY: Bien, mm-hmm.

AMY GOODMAN: De modo que, comenzando por eso, si puede decirnos lo que está sucediendo allí – incluso ubicarla geográficamente para nosotros.

ARUNDHATI ROY: Bueno, Cachemira, como dicen en India, es la parte inacabada en la partición de India y Pakistán. De modo que, como es usual, fue un regalo del colonialismo británico. Nos lo arrojaron cuando se fueron – quiero decir, cuando se retiraron. Cachemira solía ser un reino independiente con una mayoría musulmana gobernada por un rey hindú. Y cuando ocurrió la partición en 1947, casi un millón de personas perdieron sus vidas, porque esa línea que se trazó entre India y Pakistán pasaba por aldeas y pasaba por comunidades, y mientras los hindúes huían de Pakistán y los musulmanes huían de India, hubo masacres de ambos lados.

Y en esos días, sorprendentemente, Cachemira era pacífica. Pero entonces se solicitó a todos los principados independientes en India y Pakistán que se unieran realmente a India o Pakistán, pero en Cachemira el rey no se decidía, y esa decisión resultó en el ingreso de soldados y combatientes no oficiales paquistaníes. Y el rey huyó a Jamu, y luego se unió a India. Pero ya había un movimiento por la democracia en Cachemira. En todo caso, ésa es la historia.

Pero subsiguientemente, siempre ha habido una lucha por la independencia o la autodeterminación, que en 1989 se convirtió en una insurrección armada que India reprimió mediante los militares. Y hoy, la manera más simple de explicar la escala de lo que está sucediendo es que EE.UU. tiene 165.000 soldados en Iraq, pero el gobierno indio tiene 700.000 soldados en el valle de Cachemira – quiero decir, en Cachemira, aferrándose a un sitio con la fuerza militar. Y por lo tanto, es una ocupación militar.

ANJALI KAMAT: Arundhati Roy, su último artículo en Outlook, “Walking with the Comrades.” Comience por hablarnos sobre lo que está sucediendo en las selvas de India. ¿Qué es esta guerra que India está librando contra algunos de los más pobres, gente conocida como tribales, gente indígena, adivasis? ¿Quiénes son los maoístas? ¿Qué está sucediendo allí? ¿Y cómo llegó usted al lugar?

ARUNDHATI ROY: Bueno, ha estado sucediendo durante bastante tiempo, pero básicamente hay una conexión. Si uno considera Afganistán, Waziristán, ya sabe, los Estados del noreste de India y todo el cordón minero que va de Bengala Occidental a través de Jharkhand a través de Orissa a Chhattisgarh, lo que se llama el Corredor Rojo en India, es interesante que todo el asunto es una insurrección tribal. En Afganistán, obviamente, ha tomado la forma de una insurrección islamista radical. Y aquí es una insurrección radical de izquierda. Pero el ataque es el mismo. Es un ataque corporativo, contra esa gente. La resistencia ha tomado diferentes formas.

Pero en India, eso se conoce como el Corredor Rojo, si se mira un mapa de India, la gente tribal, las selvas, los minerales y los maoístas están todos apilados los unos sobre los otros. De modo que, en los últimos cinco años, los gobiernos de esos diversos Estados han firmado MOU (MDA – memorandos de acuerdo) con corporaciones mineras por un valor de miles de millones de dólares.

ANJALI KAMAT: MOU, Memorando de acuerdo.

ARUNDHATI ROY: Memorandos de acuerdo. De modo que como decimos es realmente un corredor MOUista, tal como es un corredor maoísta, ¿sabe? Y es interesante que muchos de esos MDA se firmaron en 2005. Y en esos días, fue justo cuando este gobierno del Congreso había llegado al poder, y el primer ministro, Manmohan Singh, anunció que los maoístas constituyen en India “la mayor amenaza para la seguridad interior.” Y fue muy extraño que dijera eso entonces, porque en realidad los maoístas habían sido diezmados en el Estado de Andhra Pradesh. Pienso que habían matado a unos 1.600. Pero en cuanto lo dijo las acciones de las compañías mineras subieron de precio, porque fue obviamente una señal de que el gobierno estaba dispuesto a hacer algo al respecto, y entonces comenzó este ataque contra ellos, que terminó siendo la Operación Caza Verde que ahora lleva a que decenas de miles de tropas paramilitares se envíen a esas áreas tribales.

Pero antes de la Operación Caza Verde, trataron otra cosa, que consistió en armar a una especie de milicia tribal respaldada por la policía en un Estado como Chhattisgarh, al que viajé recientemente, y simplemente entraron a la selva. Esa milicia quemó una aldea tras la otra, unas 640 aldeas fueron, más o menos, vaciadas. Y fue – el plan fue lo que se conoce como creación de aldeas estratégicas, lo que los estadounidenses probaron en Vietnam, que primero lo imaginaron los británicos en Malaya, en la que se trató de obligar a la gente de ingresar a campos policiales al borde del camino para poder controlarla, y las aldeas se vacían para que las selvas queden abiertas para el ingreso de las corporaciones.

Y lo que sucedió realmente en esa área, en Chhattisgarh, de alrededor de 350.000 personas, es que unas 50.000 fueron a los campos. Algunas fueron obligadas, otras voluntariamente. Y el resto simplemente desapareció del radar gubernamental. Muchas se fueron a otros Estados a trabajar como trabajadores migrantes, pero muchas otras siguieron ocultándose en las selvas, incapaces de volver a sus hogares, pero sin estar dispuestas a partir. Pero el hecho es que los maoístas han estado en toda esa área durante treinta años, trabajando con la gente, etc. De modo que no es una resistencia que se ha alzado contra la minería. Precedió a eso por mucho, mucho tiempo. De modo que está muy establecida. Y la Operación Caza Verde se ha anunciado porque esa milicia, llamada Salwa Judum, fracasó, así que ahora están aumentando las apuestas, porque esos MDA están a la espera. Y las corporaciones mineras no están acostumbradas a que se las haga esperar. Ya sabe, así que hay mucho dinero a la espera.

Y lo que quiero decir es que no estamos utilizando esa palabra “guerra genocida” a la ligera o retóricamente. Pero yo viajé en esa área, y lo que se ve es la gente más pobre de este país, que ha estado fuera del alcance del Estado. No hay hospitales. No hay clínicas. No hay educación. No hay nada ¿sabe? Y ahora hay una especie de sitio por el cual la gente no puede salir de sus aldeas hacia el mercado para comprar algo, porque los mercados están llenos de denunciantes que informan de que cierta persona está con la resistencia, etc. No hay doctores. No hay ayuda médica. La gente sufre de extrema hambre, desnutrición. De modo que no es sólo matar. No es sólo que se vaya allá y se queme y se mate, sino también es que se sitia a una población muy vulnerable, se la aísla de sus recursos y se la expone a una penosa amenaza. Y hablamos de una democracia, de modo que qué se hace – ¿cómo se despeja la tierra para las corporaciones en una democracia? No se puede ir realmente y asesinar a la gente, pero se puede crear una situación en la que o se va o se muere de hambre.

ANJALI KAMAT: En su artículo, describe a la gente con la que viajó, a los guerrilleros armados, como gandhianos con armas. ¿Puede hablarnos de lo que quiere decir con eso y cómo, lo que piensa de la violencia perpetrada por los maoístas?

ARUNDHATI ROY: Bueno, ya sabe, hay un debate muy intenso en India al respecto, incluso la izquierda dominante y los intelectuales liberales sienten muchas, muchas sospechas de los maoístas. Y todos deben sentir sospechas de los maoístas porque tienen –han tenido– un pasado muy difícil y hay muchas cosas que dicen sus ideólogos que te producen escalofríos.

Pero cuando fui allí, tengo que decir que me impresionó lo que vi, porque pienso que en los últimos treinta años hay algo que ha cambiado radicalmente entre ellos. Y lo importante es que en India la gente trata de hacer la diferencia. Dicen que existen los maoístas, y luego que existen los tribales. En realidad, los maoístas son tribales, y los mismos tribales tienen una historia de resistencia y rebelión que precede a Mao por siglos. Y por eso, pienso que es sólo un nombre, en cierto modo. Es sólo un nombre. Y sin embargo, sin esa organización la gente tribal no habría podido presentar esta resistencia. De modo que es complicado.

Pero cuando fui, viví con ellos y caminé con ellos mucho tiempo, y es un ejército que es más gandhiano que cualquier gandhiano y deja una huella más ligera que cualquier evangelista del cambio climático. Y como dije, incluso sus técnicas de sabotaje son gandhianas. Ya sabe, no desperdician nada. Viven de nada. Y para el mundo exterior – sobre todo los medios han estado mintiendo sobre ellos desde hace tiempo. Muchos de los incidentes de violencia no sucedieron, lo que me imaginaba. Y muchos de ellos tuvieron lugar, y hubo un motivo para que sucedieran.

Y lo que realmente quería preguntar a la gente era, cuando se habla de resistencia no violenta – yo misma he hablado de eso. Yo misma he dicho que las mujeres serán las víctimas de una lucha armada. Y cuando fui, descubrí que la verdad era lo contrario. Descubrí que un 50% de los cuadros armados son mujeres. Y gran parte de la razón por la que se sumaron fue porque durante treinta años los maoístas han estado trabajando con mujeres. La organización de mujeres tiene 90.000 miembros, por lo que es probablemente la mayor organización feminista en India, y todas esas 90.000 mujeres son seguramente maoístas, y el gobierno se ha otorgado el derecho a disparar a primera vista. De modo que, ¿van a disparar contra esas 90.000 mujeres?

AMY GOODMAN: Arundhati Roy, el líder de los maoístas le ha pedido que sea la negociadora, la mediadora entre ellos y el gobierno indio. ¿Cuál es su respuesta?

ARUNDHATI ROY: Yo no sería una buena mediadora. No forma parte de mis capacidades. Pienso que alguien debería hacerlo, pero no pienso que deba ser yo, porque no tengo la menor idea de cómo mediar, ¿sabe? Y no pienso que debamos meternos en cosas de las que no sabemos mucho. Y yo ciertamente – yo dije eso. No sé por qué mencionaron mi nombre, pero pienso que hay gente en India que tiene esas capacidades y que podría hacerlo, porque es muy, muy urgente, que sea cancelada esa Operación Caza Verde. Muy, muy urgente, y sería una tontería que alguien como yo se metiera en eso, porque pienso que soy demasiado impaciente. Soy demasiado independiente.

AMY GOODMAN: Recuerdo, volviendo a Cachemira, que cuando Obama era candidato a presidente, el senador Obama, en una entrevista, habló sobre Cachemira, y habló al respecto como si fuera una especie de punto álgido, dijo que tenemos que resolver la situación entre India y Pakistán por Cachemira para que Pakistán pueda concentrarse en los combatientes. ¿Puede calificarlo de punto álgido y qué piensa que debe hacerse?

ARUNDHATI ROY: Bueno, pienso que desgraciadamente, el asunto sobre Cachemira es que India y Pakistán actúan como si Cachemira fuera un problema. Pero en realidad, para ambos gobiernos, Cachemira es una solución. Cachemira es el sitio en el que hacen sus juegos sucios. Y no quieren resolverlo porque cada vez que tienen problemas internos, siempre pueden sacar el conejo del sombrero. De modo que realmente pienso que esos dos países no van a resolverlo.

Y lo que sucede es que allí hay una población que ha estado sufriendo indecibles miserias durante tantos años, y una vez más se han difundido tantas mentiras al respecto. Los medios indios son simplemente – la falsificación que tiene que ver con Cachemira es increíble. Como hace dos años - ¿o fue el año pasado? Hace dos años hubo una masiva insurrección en Cachemira. Por casualidad yo estaba allí. Nunca he visto nada semejante. Había millones de personas en la calle todo el tiempo. Y…

AMY GOODMAN: ¿Y con qué objetivo se rebelaban?

ARUNDHATI ROY: Se rebelaban por la independencia. Sabe, se rebelaban por la independencia. Y entonces, esa insurrección fue – ya sabe, cuando se rebelaron con armas, fue un error. Cuando se rebelaron sin armas, también fue un error.

Y la manera en que se neutralizó fue a través de una elección. Se llamó a una elección. Y entonces, todos se impresionaron, porque hubo una participación inmensa en la elección. Y todos los – tenemos muchos expertos en elecciones en India que pasan su tiempo en los estudios de televisión analizando las tendencias y esto y aquello, pero nadie dijo que todos los dirigentes de la resistencia fueron arrestados. Nadie preguntó: ¿qué significa tener elecciones cuando hay 700.000 soldados supervisando cada cinco metros, todo el tiempo, todo el año? No tienen que empujar a la gente a las urnas con la punta de una bayoneta, ¿sabe? Nadie habló de que hubo un encierro en cada circunscripción. Nadie se preguntó lo que significa para gente que está bajo ese tipo de ocupación. El hecho de que necesitan a alguien a quien recurrir, sabe, cuando alguien desaparece – o, necesitan algún representante.

De modo que ahora, una vez más, la violencia ha comenzado. Es una especie permanente de ciclo en el que falta todo sentido de moralidad, obviamente en función de los intereses del embauque geopolítico. Y, claro que está muy a la moda decir que no hay ninguna moralidad en la diplomacia internacional, pero repentinamente, cuando tiene que ver con asesinatos de los maoístas, lo que se les ocurre es simplemente la moralidad. Ya sabe, la gente la usa cuando quiere.

ANJALI KAMAT: Y Arundhati, tanto en India como en EE.UU., a medida que expanden esas guerras, a medida que las ocupaciones militares, como usted dijo, en Cachemira, en Iraq, en Afganistán, se expanden, ¿cuál es su mensaje a los activistas contra la guerra, a los activistas por la paz en todo el mundo, aquí y en India? ¿Qué piensa que debería hacer la gente?

ARUNDHATI ROY: Vea, pienso que sólo quiero agregar una cosa: que en Cachemira hay, como dije, 700.000 soldados que han sido convertidos en una fuerza de policía administrativa. En India, donde no quieren declarar abiertamente la guerra contra los adivasis, hay una policía paramilitar a la que se entrena para que sea un ejército. De modo que la policía se convierte en ejército. El ejército se convierte en policía. Pero para imponer esa tasa de crecimiento, todo el país se está convirtiendo básicamente en un Estado policial.

Y sólo quiero decir una cosa sobre la democracia. Usted sabrá, en India, las elecciones cuestan más que las elecciones en EE.UU. Mucho más. En ese pobre país cuestan mucho más. Los más entusiastas fueron las corporaciones. Los miembros del parlamento una mayoría son millonarios. Si se miran las estadísticas, en realidad esa gran mayoría tiene un 10% de los votos. La BBC realizó una campaña en la que tenían afiches de un billete de 500 dólares que se convertía en un billete indio de 500 rupias con Ben Franklin a un lado y Gandhi al otro. Y decía: “Kya India ka vote bachayega duniya ka note?” lo que quiere decir “¿Salvará el voto indio al mercado?” ¿Sabe? De modo que los votos se convierten en consumidores. Lo que sucede es una especie de estafa.

Así que el primer mensaje que yo tendría para los activistas por la paz es – en todo caso, no sé lo que eso significa. ¿Qué significa “paz”? Usted sabe, puede que no necesitemos paz en esta sociedad injusta, porque es una manera de aceptar la injusticia. De modo que lo que se necesita es gente que esté dispuesta a resistir, no sólo durante un fin de semana, no paz pero tampoco durante el fin de semana. En países como India, decir ahora solamente: “Bueno, marcharemos el sábado y tal vez detendrán la guerra en Iraq.” Pero en países como India, la gente está realmente pagando con sus vidas, con su libertad, con todo. Quiero decir, ahora es resistencia con consecuencias. No puede ser –no puede ser algo que no tenga consecuencias. Puede que no las tenga, pero hay que comprender que para cambiar algo hay que tomar algunos riesgos ahora. Hay que salir y arriesgar esos sueños, porque las cosas han llegado a un sitio muy, muy malo.

AMY GOODMAN: Arundhati Roy, queremos agradecerle mucho que haya estado con nosotros. Espero estar con usted y con Noam Chomsky en Cambridge en una semana.

[1] Traducción de Txaro Santoro y Cecilia Ceriani, El dios de las pequeñas cosas, Barcelona, Anagrama, 2009.

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Lo que Obama conoce

Reflexiones de Fidel
El artículo más demoledor que he visto en este momento sobre América Latina, fue escrito por Renán Vega Cantor, profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá y publicado hace 3 días en el sitio web Rebelión, bajo el título “Ecos de la Cumbre de las Américas”.
Es breve y no debo hacer versiones, los estudiosos del tema pueden buscarlo en el sitio indicado.
En más de una ocasión he mencionado el infame acuerdo que EEUU impuso a los países de América Latina y el Caribe al crear la OEA, en aquella reunión de cancilleres, que tuvo lugar en la ciudad de Bogotá, en el mes de Abril de 1948; en esa fecha, por puro azar, me encontraba allí promoviendo un congreso latinoamericano de estudiantes, cuyos objetivos fundamentales eran la lucha contra las colonias europeas y las sangrientas tiranías impuestas por Estados Unidos en este hemisferio.
Uno de los más brillantes líderes políticos de Colombia, Jorge Eliécer Gaitán, que con creciente fuerza había unido los sectores más progresistas de Colombia que se oponían al engendro yanki y cuya próxima victoria electoral nadie dudaba, ofreció su apoyo al congreso estudiantil. Fue asesinado alevosamente. Su muerte provocó la rebelión que ha proseguido a lo largo de más de medio siglo.
Las luchas sociales se han prolongado a lo largo de milenios, cuando los seres humanos, mediante la guerra dispusieron de un excedente de producción para satisfacer las necesidades esenciales de la vida.
Como se conoce los años de esclavitud física, la forma más brutal de explotación, se extendieron en algunos países hasta hace algo más de un siglo, como ocurrió en nuestra propia Patria en la etapa final del poder colonial español.
En los propios Estados Unidos la esclavitud de los descendientes de africanos se prolongó hasta la presidencia de Abraham Lincoln. La abolición de esa forma brutal de explotación se produjo apenas 30 años antes que en Cuba.
Martin Luther King soñaba con la igualdad de los negros en Estados Unidos hasta hace apenas 44 años, cuando fue vilmente asesinado, en abril de 1968.
Nuestra época se caracteriza por el avance acelerado de la ciencia y la tecnología. Estemos o no conscientes de ello, es lo que determina el futuro de la humanidad, se trata de una etapa enteramente nueva. La lucha real de nuestra especie por su propia supervivencia es lo que prevalece  en todos los rincones del mundo globalizado.
En lo inmediato, todos los latinoamericanos y de modo especial nuestro país, serán afectados por el proceso que tiene lugar en Venezuela, cuna del Libertador de América.
Apenas necesito repetir lo que ustedes conocen: los vínculos estrechos de nuestro pueblo con el pueblo venezolano, con Hugo Chávez, promotor de la Revolución Bolivariana, y con el Partido Socialista Unido creado por él.
Una de las primeras actividades promovidas por la Revolución Bolivariana fue la Cooperación Médica de Cuba, un campo en el que nuestro país alcanzó especial prestigio, reconocido hoy por la opinión pública internacional. Miles de centros dotados con equipos de alta tecnología que suministra la industria mundial especializada, fueron creados por el Gobierno bolivariano para atender a su pueblo. Chávez por su parte no seleccionó costosas clínicas privadas para atender su propia salud; puso esta en manos de los servicios médicos que ofrecía a su pueblo.
Nuestros médicos además consagraron  una parte de su tiempo a la formación de médicos venezolanos en aulas debidamente equipadas por el gobierno para esa tarea. El pueblo venezolano, con independencia de sus ingresos personales, comenzó a recibir los servicios especializados de nuestros médicos, ubicándolo entre los mejor atendidos del mundo y sus índices de salud comenzaron a mejorar visiblemente.
El Presidente Obama conoce esto perfectamente bien y lo ha comentado con alguno de sus visitantes. A uno de ellos le expresó con franqueza:  ”el problema es que Estados Unidos envía soldados y Cuba, en cambio, envía médicos”.
Chávez, un líder, que en doce años no conoció un minuto de descanso y con una salud de hierro se vió, sin embargo, afectado por una inesperada enfermedad, descubierta y tratada por el propio personal especializado que lo atendía, no fue fácil persuadirlo de la necesidad de prestar atención máxima a su propia salud. Desde entonces, con ejemplar conducta, ha cumplido estrictamente con las medidas pertinentes sin dejar de atender sus deberes como Jefe de Estado y líder del país.
Me atrevo a calificar su actitud como heroica y disciplinada. De su mente no se apartan,  ni un solo minuto, sus obligaciones, en ocasiones hasta el agotamiento. Puedo dar fe de ello porque no he dejado de tener contacto e intercambiar con él. Su fecunda inteligencia no ha cesado de consagrarse al estudio y análisis de los problemas del país. Le divierten la bajeza y las calumnias de los voceros de la oligarquía y el imperio. Jamás le escuché insultos ni bajezas al hablar de sus enemigos. No es su lenguaje.
El enemigo conoce aristas de su carácter y multiplica sus esfuerzos destinados a calumniar y golpear al Presidente Chávez. Por mi parte no vacilo en afirmar mi modesta opinión ─emanada de más de medio siglo de lucha─ de que la oligarquía jamás podría gobernar de nuevo ese país. Es por ello preocupante que el Gobierno de Estados Unidos haya decidido en tales circunstancias promover el derrocamiento del Gobierno bolivariano.
Por otro lado, insistir en la calumniosa campaña de que en la alta dirección del Gobierno bolivariano existe una desesperada lucha por la toma del mando del gobierno revolucionario si el Presidente no logra superar su enfermedad, es una grosera mentira.
Por el contrario, he podido observar la más estrecha unidad de la dirección de la Revolución Bolivariana.
Un error de Obama, en tales circunstancias, puede ocasionar un río de sangre en Venezuela. La sangre venezolana, es sangre ecuatoriana, brasileña, argentina, boliviana, chilena, uruguaya, centroamericana, dominicana y cubana.
Hay que partir de esta realidad, al analizar la situación  política de Venezuela.
¿Se comprende por qué el himno de los trabajadores exhorta a cambiar el mundo hundiendo el imperio burgués?

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sábado, 21 de abril de 2012

Imperialismo vasco y Repsol-YPF

Iñaki Gil de San Vicente.-

Mucho antes de que en 1728 se creara la Compañía Guipuzcoana de Caracas, la burguesía vasca ya saqueaba y expoliaba a las Américas. La riqueza extraída mediante toda serie de violencias, jugó un papel central en la formación del capitalismo vasco-español. Desde esta perspectiva, no sorprende en absoluto el que un representante del PNV exigiera al Estado español medidas contundentes contra Argentina por la nacionalización de Repsol YPF; tampoco sorprenden las afirmaciones de ADEGUI sobre las consecuencias de tal medida, y demás reacciones estatales, de la UE y de EEUU. En el contexto mundial, la nacionalización burguesa de Repsol YPF es un ataque directo al dominio imperialista, pese a las incongruencias, miedos y precauciones del gobierno argentino, que debiera haber sido más radical y directo en esa muy necesaria medida para garantizar la independencia real y efectiva de su pueblo. Pero no vamos a criticar aquí esa decisión ambigua, debe ser el pueblo argentino y su izquierda quien lo haga, que ya lo está haciendo.

Para las fuerzas progresistas la respuesta de la burguesía vasco-española descubre su esencia y orientación de clase. Conocemos, porque la sufrimos, su fusión socioeconómica con el bloque de clases dominante en el Estado español. Pero ahora vemos con nitidez absoluta tres aspectos decisivos para conocer mejor las dinámicas tendenciales en juego. Uno es que la burguesía vasco-española sale en defensa del capital transnacional. La presencia de capital vasco, por llamarlo de alguna forma, es mínima en Repsol que tiene más del 50% de sus acciones en «capital flotante», a juego en bolsas y bajo las presiones de inversores internacionales. Según algunos datos BBVA tiene el 6,3% de las acciones, la Caixa el 12,55%, un consorcio yanqui el 15,93%. Otras fuentes cifran en un 42% las acciones de Repsol pertenecientes a fondos de inversión no estatales, y un 9,5% perteneciente a la mexicana PEMEX. El «capital flotante» se caracteriza por el cambio muy frecuente de inversores, por la salida y entrada de paquetes de acciones de difícil ubicación. La obscuridad de estos capitales se enturbia más por las relaciones directas o indirectas con la parte ilegal o alegal, oculta, sumergida, criminal, del capitalismo, calculada en un 20% del PIB mundial. Un ejemplo de semejante turbiedad lo tenemos en que el 86% de las empresas que operan en el Ibex operan en paraísos fiscales, con una tendencia al alza del 4% en 2010.

Llegamos así al segundo aspecto. La burguesía vasco-española recurre al Estado porque está estructuralmente atada a la necesidad del saqueo imperialista. Malvivimos en una crisis que fusiona las contradicciones esenciales y permanentes del capitalismo con formas y componentes «nuevos», de manera que la burguesía mundial, por pequeñísima que fuere, como la vasca, tiene que cumplir lo que se denomina «necesidades ciegas» para seguir existiendo: o sobreexplota o muere. Ahora reaparece una de las razones por las que esta clase necesita vitalmente al Estado español, el único que puede defender su imperialismo, aunque sea tan reducido como ese 6,3% de acciones en Repsol, pero todo sirve para la acumulación ampliada de capital. Y todo sirve aunque Repsol sea una transnacional especialmente depredadora e inhumana, que se enfrenta ahora al menos a 4 causas judiciales relacionadas con el medio ambiente, con las naciones indias, etc. Algunas fuentes cifran en 8.000 millones de dólares las ganancias netas, limpias, obtenidas por Repsol en Argentina, y en el peor momento de la crisis económica de este país, en 2002, las ganancias de Repsol ascendieron a 2.096 millones de dólares.

En ese 2002 7.500.000 niños malvivían en la pobreza, de lo cuales 3 millones sufrían la indigencia, lo que sumaba el 75% de los menores argentinos. Con la crisis de 2001, apareció el «hambre argentino» que expresaba la brutal sobreexplotación de un pueblo que podía producir el 25% del grano mundial e ingentes cantidades de carne. En 2003 datos oficiales reconocían que un 57% de la población malvivía en la pobreza, y que de esta cantidad el 27,5% en la indigencia. Entre 2001 y 2003 el precio de la bombona de gas de 10 kilos, subió de 8 y 9,5 pesos a 25 y 30 pesos según la zona del país. En 2003 murieron 9 trabajadores en la refinería de Puerto Llano debido a las deficientes medidas de seguridad. Amnistía Internacional demostró en 2004 las relaciones de Repsol YPF con la represión colombiana, y en ese mismo año Repsol reprimió con la policía oficial y con su fuerza privada a los obreros en lucha en Caleta Oliva, aplicando la tortura. En 2006 Repsol YPF fue procesada por el gobierno de Bolivia acusada de contrabando de crudo. En 2007 Intermón Oxfan le denunció por sus ataques a las naciones indias en Perú, y por no extendernos, en 2010 Survival International incluyó a Repsol YPF entre las cinco transnacionales «de la vergüenza».

El tercer aspecto nos explica por qué la burguesía vasco-española asume y apoya por omisión o explícitamente estas y otras injusticias, abusos y crímenes, y emplea las sobreganancias imperialistas que obtiene en el fortalecimiento de su poder de clase aquí y en el Estado español. Desde la mitad del siglo XIX el socialismo es muy consciente de que la explotación colonial e imperialista beneficia al capital aumentando su beneficio, su poder internacional y su dominio cultural sobre las clases explotadas que casi siempre reciben unas migajas del saqueo imperialista, por reducidas que sean. Por esto, la burguesía vasca es indiferente al hecho de que YPF tuviera en 1999 55.000 trabajadores antes de ser comprada por Repsol, y ahora tiene unos 6000. Esta depredación social creada por la lógica del capital no tiene valor para ella, pero sí lo tiene el hecho de perder una empresa que antes de su nacionalización burguesa poseía el 55% de la producción, el 64,2% del transporte y el 78,2% del almacenamiento de hidrocarburos en Argentina.

La crisis ofrece una excusa de oro a la burguesía para liquidar las migajas que reparte entre el pueblo. Esta política, unida a otras, explica que el 64% de las familias del Estado español reconozcan dificultades económicas para llegar a fin de mes, y que el 25% de su población malviva en la pobreza. También se la ofrece al gobiernillo vascongado del PSOE-PP para cruzarse de brazos ante la desindustrialización de la CAV que ha visto reducir sus empresas en un 3,1% en 2010. Es cierto que la premeditación política y la innata incapacidad administrativa de la burocracia del PSOE-PP están molestando a la burguesía vasca, pero esto no le exime de ser ella la fundamental responsable de que 38.000 hogares de la CAV tengan todos sus miembros en paro, del 24% de paro en su juventud, y de que la renta de un tercio la población de la CAV no supere el umbral de pobreza. Desde 2007 hasta junio de 2011 se habían realizado casi 7000 desahucios en la parte de Euskal Herria bajo dominación española, mientras existen alrededor de 100.000 viviendas vacías.

Nuestra independencia no puede sostenerse en ningún ápice de saqueo de otro pueblo. Pero la burguesía vasco-española no puede vivir sin ese expolio que amplía su poder y acelera la concentración y centralización de capitales, es decir, agudiza la crisis de la pequeña burguesía, golpeada por la desindustrialización reforzada políticamente por la opresión nacional que padecemos. La izquierda abertzale ha de mostrar a esta clase intermedia que no tiene futuro dentro del Estado español porque, en el fondo, el imperialismo que aplasta a su pueblo es básicamente el mismo que el ejercido contra el hermano pueblo argentino. También ha de mostrar a las llamadas «clases medias» y otras franjas sociales que ese imperialismo vasco les aliena y esclaviza, que es el mismo enemigo que opera en dos frentes, el vasco y el mundial.

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domingo, 15 de abril de 2012

El iraquí que ayudó a matar a 100.000 iraquíes

En la película “Green Zone”, el subteniente Ray MillerMiller (Matt Damon) a cargo de un Equipo Delta de Explotación Móvil, frustrado por no encontrar en Irak ningún Arma de Destrucción Masiva reportada por los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, y tras una serie de incidencias fortuitas, inicia sus propias indagaciones y descubre que la falsa información de las armas provino de una fuente anónima llamada Magallanes, quien en la película resulta ser un jefe de la CIA. Esa es la ficción. En la realidad, Magallanes resultó ser un iraquí, Rafid Ahmed Alwan al-Janabi, quien fabricó la falsedad de que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva, y que el gobierno de W. Bush, a pesar de que sabía que mentía, usó esa mentira para invadir y ocupar Irak.


Por Juan Gelman/Página 12


Su nombre es Rafid Ahmed Alwan al-Janabi y el lunes pasado reiteró en el programa Modern Spies, de la BBC2, lo que ya había confesado al periódico británico The Guardian: él fabricó la falsedad de que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva, el argumento central de W. Bush para invadir y ocupar Irak. Se recuerda el énfasis con que el general William Powell, entonces secretario de Estado, defendió ante el Consejo de Seguridad de la ONU, un mes antes de los hechos, la necesidad de intervenir militarmente en el país asiático mostrando el plano de un supuesto laboratorio móvil de gases letales (//fórums.digitalspy.co.uk, 24-12).


Al-Janabi huyó a Alemania en noviembre de 1999 y buscó refugio político aduciendo que era ingeniero químico –se abstuvo de decir que no graduado– y que tenía información decisiva para Occidente. Lo acogió el servicio de inteligencia del país, la BND, que lo mantuvo a su disposición hasta septiembre del 2001 y le dio un nombre de guerra, Curveball. A pesar de las inconsistencias de sus afirmaciones, el organismo de inteligencia del Pentágono las dio por buenas y sobre todo el vicepresidente Dick Cheney, ansioso por declarar la guerra a Saddam. “Les conté lo que querían oír”, dijo el “informante” Al-Janabi. Lástima que el cuento costó más de 100.000 vidas, incluidas las de 4416 efectivos estadounidenses, para no hablar de los billones de dólares que el complejo militar-industrial embolsó agradecido.


Es la primera vez que Curveball reconoce sus falacias por televisión y usó su ajada defensa propia: “Mi propósito principal fue derrocar al tirano de Irak, porque cuanto más tiempo conservara el poder, más iba a sufrir el pueblo iraquí la opresión del régimen”. No parece que el pueblo iraquí, con cuatro millones de desplazados, haya dejado de sufrir durante nueve años de guerra. Al-Janabi había declarado antes a The Guardian sin pedir disculpas: “Tuve la posibilidad de fabricar algo para derribar al régimen. Y mis hijos y yo estamos orgullosos de esto y de haber sido la razón que dio a Irak un margen para la democracia” (www.guardian.co.uk, 15-2-11). Como observó La Rochefoucauld: “El orgullo no quiere deber y el amor propio no quiere pagar”.


Colin Powell presentó las fantasías de Curveball al Consejo de Seguridad de la ONU como “hechos y conclusiones con base en sólidos datos de inteligencia” y las primeras declaraciones de Al-Janabi lo llevaron a exigir al Pentágono y la CIA que le explicaran por qué no lo habían alertado sobre la no confiabilidad de una fuente clave para desatar la guerra que fue presentada al Congreso como indiscutible y cierta. Antes de la invasión circulaban versiones de que la información no era fidedigna, pero no hay peor sordo que el que quiere invadir. El coronel Lawrence Wilkerson, ex jefe de gabinete de Powell, manifestó que Cheney había engañado a su general para vender la guerra de Irak al pueblo de EE.UU. (www.youyube.com, 17-2-11).


Wilkerson admitió que había dirigido el equipo que diseñó los gráficos del presunto laboratorio móvil iraquí de armas biológicas y explicó: “Los datos de inteligencia se manipularon en función de la política” (www.independent.co.uk, 1-4-12). En la primera de las dos partes de la entrevista que la BBC2 emitió el lunes, Al-Janabi mostró su cinismo imperturbable. “Fuimos a la guerra con Irak por una mentira. Y esa mentira fue su mentira”, le espetó el periodista. La respuesta de Curveball fue un tranquilo “Sí”.


“La BND supo a fines del 2000 que yo mentía después de hablar con mi ex jefe, el Dr. Bassl Latif, quien aseguró que no había fábricas móviles de armas biológicas”. Durante 18 meses (los servicios de inteligencia alemanes) me dejaron en paz y pensé que todo había terminado”, afirmó el falso espía. “De repente –agregó–, volvieron a verme y me preguntaron más detalles sobre lo que les había dicho. Todavía no sé por qué la BND pasó mi información a la CIA y terminó en el discurso de Powell.”


El porqué no es inimaginable: W. Bush insistió en llevar a la práctica el mismo plan que le fuera rechazado a su padre. Nunca reconoció la falsedad de los datos que, según él, justificaban la guerra con Irak y mucho menos lo hizo su vicepresidente, Dick Cheney. La invasión estaba decidida de antemano y las mentiras de Al-Janabi vinieron como anillo al dedo.


George Tenet, entonces director de la CIA y responsable de la autenticidad de la información de inteligencia que el organismo reúne, intentó una pálida excusa en su libro At the Center of the Storm (HarperCollins Publishers, Nueva York, 2007): sólo dudó de los datos de Curveball –dice– dos años después de la invasión, “demasiado tarde para hacer algo al respecto”. Confiado, el hombre.

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jueves, 12 de abril de 2012

Queremos guerra, y la queremos ahora

Pepe Escobar


Fue tarde por la noche, en algún sitio sobre Siberia, en un vuelo de Moscú a Beijing (¿BRIC a BRIC?) cuando el pensamiento, como un relámpago, comenzó a apoderarse de mí.


¿Qué diablos pasa con estos árabes?


Tal vez haya sido el efecto narcótico del perennemente horrible Terminal F en el aeropuerto Sheremetyevo [en Moscú]– sacado directamente de un gulag de Brejnev. Tal vez fue la expectación de saber más sobre el ejercicio naval conjunto Rusia-China programado para fines de abril.


O fue simplemente otro caso de «puedes sacar al muchacho de Medio Oriente, pero no puedes sacar a Medio Oriente del muchacho».


Con amigos como estos… Todo tuvo que ver con la reunión de Amigos de Siria (¿locos por la guerra?) en Estambul. Imaginad al ministro de Exteriores saudí Saud al-Faisal –quien parece tener la habilidad de causar el arrobamiento y éxtasis de la secretaria de Estado de EEUU Hillary Clinton– argumentando febrilmente que la Casa de Saud, esos paragones de la democracia, tiene «el deber» de armar a la oposición «revolucionaria» siria.


E imaginad a al-Faisal ordenando un inmediato cese al fuego del gobierno de Bashar al-Asad, culpable –según la Casa de Saud– no solo de la cruel represión sino de crímenes contra la humanidad.


No; no se trataba de un sketch de Monty Python.


Para asegurarse de que iba por buen camino, al-Faisal también dijo que el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) quería involucrarse más con EEUU (traducción, por si fuera necesaria: el equipo de boxeo EEUU-CCG, tal como se expresa en el armamento de los «rebeldes» sirios, quiere golpear al cuerpo a Irán.


Tanto para la Casa de Saud como para Qatar (los restantes del CCG no son más que extras), lo que sucede en Siria no tiene que ver con Siria; siempre ha tenido que ver con Irán.


Esto se aplica especialmente a la promesa saudí de inundar el mercado global de petróleo con capacidad de producción adicional que, como sabe cualquier analista del petróleo, no poseen – o no utilizarían; después de todo la Casa de Saud necesita altos precios del petróleo para sobornar a su inquieta población de la provincia oriental para que no piense en esas tonterías de Primavera Árabe.


Clinton recibió en persona la promesa de la Casa de Saud, antes de aterrizar en Estambul. El regalo a cambio de Washington fue tipo Pentágono: el CCG será pronto protegido contra el «maligno» Irán por un escudo de misiles suministrado por EEUU. Eso implica que un ataque contra Irán puede ser descartado para 2012 – pero está ciertamente «sobre la mesa» para 2013.


Las naciones asiáticas –especialmente los miembros del BRICS China e India– seguirán comprando petróleo de Irán; el problema qué harán los perros falderos europeos. Otros problemas reales son que los kurdos en el norte de Iraq están sacando su petróleo del mercado hasta que Bagdad les pague la parte acordada. Y luego existen los 400,000 barriles por día de Siria, que han estado decreciendo durante los últimos meses.


A pesar de todo, los saudíes seguirán con el escenario imaginario del petróleo como obsequio para Washington – mientras EEUU presiona a las dóciles economías de la Unión Europea y a asiáticos extremadamente cautelosos que no tienen motivos para seguir comprando petróleo iraní.


Pero entonces entra causando sensación en el lío en Estambul el primer ministro iraquí Nuri al-Maliki –cuyo poder es consecuencia directa de la invasión y destrucción de Iraq por Washington.


Y aquí está, en sus propias palabras:


«Rechazamos cualquier armamento [de los rebeldes sirios] y el proceso para derrocar el régimen [de Asad], porque llevará a una crisis mayor en la región… La posición de esos dos Estados [Qatar y Arabia Saudí] es muy extraña… Llaman a enviar armas en lugar de trabajar a fin de apagar el incendio, y oirán nuestra voz, que estamos contra el armamento y contra la interferencia extranjera… Estamos contra la interferencia de algunos países en los asuntos internos de Siria, y esos países que interfieren en los asuntos internos de Siria interferirán en los asuntos internos de cualquier país… Ha pasado un año y el régimen no ha caído, y no caerá, ¿y por qué debiera caer?»


Maliki sabe perfectamente que el continuo y ya creciente armamento de sirios suníes –muchos de ellos del tipo salafista y yihadista– se propagará inevitablemente a Iraq, y amenazará su gobierno de mayoría chií. Y eso sin considerar el hecho de que su gobierno apoya la estrecha relación entre Irán y Siria.


Maliki, a propósito, volvió al poder en otoño de 2010 porque Teherán intervino hábilmente para asegurar que los sadristas lo apoyaran. Para aumentar el enojo de Maliki, Qatar se niega a extraditar al vicepresidente iraquí Tareq al-Hashemi, acusado de ser el cerebro tras un golpe de estado pro suní en Bagdad.


Cuán verde era mi valle yihadista


Por lo tanto Washington se lanza ahora alegremente a un remix de la yihad afgana de los años ochenta que –como lo sabe cada grano de arena desde el Hindu Kush a Mesopotamia– condujo a esa fantasmagórica entidad, al Qaida, y a la subsiguiente «guerra contra el terror».


La Casa de Saud y Qatar han institucionalizado el variopinto equipo conocido como el Ejército Libre Siria como organismo mercenario; ahora lo tienen en su nómina, al precio de 100 millones de dólares (y suma y sigue). ¿No es maravillosa la democracia – cuando monarquías del Golfo Pérsico aliadas de EEUU pueden comprar por una miseria un ejército mercenario? ¿No es grandioso ser un revolucionario con un talón de sueldo asegurado?


Sin perder un instante, Washington también ha establecido su propio fondo, para ayuda «humanitaria» a Siria y ayuda «no letal» a los «rebeldes»; «no letal», es como en el caso de un equipo ultramoderno de comunicaciones satelitales listo para la batalla, más gafas de visión nocturna. El sedoso sesgo de Clinton fue que el equipamiento permitiría a los «rebeldes» «evadir» ataques del gobierno sirio. No se habla de que ahora ya tienen acceso a información accionable estadounidense mediante un enjambre de drones desplegados sobre toda Siria.


Maliki puede ver claramente la advertencia escrita sobre la pared (suní). La Casa de Saud invadió a Bahréin, mayoritariamente chií, para proteger a la extremadamente impopular dinastía suní al-Khalifa en el poder – sus «primos». Maliki sabe que una Siria post Asad significaría que la Hermandad Musulmana suní estaría en el poder – salpicada de yihadistas/salafistas.


En su peor pesadilla, Maliki ve ese posible futuro distópico como un remix de al Qaida en Iraq con esteroides.


Eso es lo que resultaron ser los «Amigos de Siria» basados en Estambul: una desvergonzada legitimación –por árabes aliados con EEUU- de una guerra civil en otro país árabe. Las víctimas serán sirios comunes y corrientes atrapados en el fuego cruzado.


Esa armamentización por EEUU y el CCG, disuelve enteramente el plan de paz en seis puntos del enviado a Siria y ex secretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan. El plan plantea un cese al fuego; que el gobierno sirio «cese los movimientos de tropas» e «inicie el retiro de concentraciones militares»; y un arreglo político negociado.


No habrá cese al fuego. El gobierno de Asad aceptó el plan. Los «rebeldes» armados lo rechazaron. Imaginad que el gobierno sirio inicie el «retiro de concentraciones militares» mientras una multitud de «rebeldes» armados y de mercenarios de todo tipo (de Libia, el Líbano e Iraq) siguen desplegando sus tácticas de tortura y lanzando una andanada de artefactos explosivos improvisados.


Aterricé en Beijing ansioso de saber más sobre el próximo ejercicio naval conjunto de Rusia y China en el Mar Amarillo, pero en su lugar tuve que aguantar un artículo de opinión de Henry Kissinger en el diario Washington Post. [1] En las propias palabras del Dr. K:


«La Primavera Árabe es ampliamente presentada como una revolución regional, dirigida por la juventud, a favor de principios liberales democráticos. Pero Libia no es gobernada por fuerzas semejantes; apenas sigue existiendo como Estado. Tampoco Egipto, cuya mayoría electoral (posiblemente permanente) es en su abrumadora mayoría islamista. Los demócratas tampoco parecen predominar en la oposición siria.


El consenso de la Liga Árabe sobre Siria no es conformado por países previamente distinguidos por la práctica o la propugnación de la democracia. Más bien, refleja en gran parte el conflicto milenario entre chiíes y suníes y un intento de recuperar la dominación suní de una minoría chií. Es también precisamente el motivo por el cual muchos grupos minoritarios, como los drusos, kurdos y cristianos, se sienten incómodos respecto a un cambio de régimen en Siria.»


Bueno, el experto en China, doctor K, por lo menos tiene razón en este caso (y en total acuerdo con Maliki, nada menos). Un ejército mercenario hecho y derecho pagado por autócratas árabes para derrocar un gobierno árabe es pura y simplemente cambio de régimen – a pesar de la retórica estadounidense sobre «democracia» y «libertad». Solo tiene que ver con dividir para gobernar clásico, imperial, que se beneficia de enfrentar a suníes contra chiíes.


Y luego, mi divino pato asado me reveló que hoy en día el doctor K, baluarte de la realpolitik , no cuenta con mucha aceptación en Washington.


Pepe Escobar

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La vigencia sangrienta del himno norteamericano


Jimi Hendrix The Star Spangled Banner Woodstock... por vb24> En woodstock 1969,Jimi Hendrix interpretó el himno estadounidense mezclándolo con simulaciones sonoras de bombardeos y ametrallamientos sobre los barrios de Vietnam, sirenas anti-aéreas y otros ruidos de batalla, solo utilizando su guitarra.
¡¡¡Aun su terrorifico sonido espanta al mundo!!!

Ultraderecha Los Prisioneros

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el tigre nunca pierde sus manchas....

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