"Karl Marx: "Al capital le horroriza la ausencia de beneficio. Cuando siente un beneficio razonable, se enorgullece. Al 20%, se entusiasma. Al 50% es temerario. Al 100% arrasa todas las leyes humanas y al 300%, no se detiene ante ningún crimen." .

miércoles, 24 de febrero de 2010

Texto completo de la Declaración de Cancún


Caracas, febrero 24 - Por considerarla de interés porque en ella se sientan las bases de un nuevo organismo Latinoamericano y del Caribe, sin la presencia y tutela de EEUU y Candá, y por contener acuerdos en todos los órdenes de la vida continental, publicamos el texto completo de la Declaración de Cancún.


DECLARACIÓN DE CANCÚN

1. Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de los países de América Latina y el Caribe, reunidos en la Cumbre de la Unidad constituida por la XXI Cumbre del Grupo de Río y la II Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), en la Riviera Maya, México, el 23 de febrero de 2010.

2. Decididos a construir un espacio común con el propósito de profundizar la integración política, económica, social y cultural de nuestra región y establecer compromisos efectivos de acción conjunta para la promoción del desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe en un marco de unidad, democracia, respeto irrestricto a los derechos humanos, solidaridad, cooperación, complementariedad y concertación política;

3. Convencidos de que la región de América Latina y el Caribe debe seguir reafirmando su presencia en los foros de los que forma parte y pronunciarse sobre los grandes temas y acontecimientos de la agenda global;

4. Destacando la importancia de profundizar la comunicación, cooperación, articulación, sinergia, convergencia de acciones e intercambio de experiencias entre los distintos procesos y mecanismos subregionales de integración;

5. Refrendando nuestro compromiso con el multilateralismo y con las Naciones Unidas como el foro por excelencia para la promoción de la paz, los derechos humanos, la cooperación internacional para el desarrollo y para construir un sistema económico global justo y equitativo, y

6. Refrendando asimismo, los principios de solidaridad, flexibilidad, gradualidad, pluralidad, diversidad, complementariedad de acciones y participación voluntaria plasmados en la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo en Salvador, Bahía, como fórmula para encarar los desafíos que afronta nuestra región y alcanzar nuestros objetivos,

Hemos decidido:

1. Intensificar el diálogo político entre nuestros Estados y traducir, a través de la concertación política, nuestros principios y valores en consensos. La región requiere de una instancia de concertación política fortalecida que afiance su posición internacional y se traduzca en acciones rápidas y eficaces que promuevan los intereses latinoamericanos y caribeños frente a los nuevos temas de la agenda internacional.

2. Intensificar para ello, la concertación de posiciones regionales de cara a reuniones y conferencias de alcance global y adoptar un perfil más dinámico a favor de la concertación política y del trabajo de interlocución con otras regiones y países en la convicción de que ese diálogo contribuye a proyectar a la región y aumentar su influencia en el escenario internacional globalizado e interdependiente.

3. Reafirmar que la preservación de la democracia y de los valores democráticos, la vigencia de las instituciones y el Estado de Derecho, el compromiso con el respeto y la plena vigencia de todos los derechos humanos para todos, son objetivos esenciales de nuestros países.

4. Impulsar una agenda integrada, con base en el patrimonio del Grupo de Río y los acuerdos de la CALC, así como de los mecanismos y agrupaciones de integración, cooperación y concertación ya existentes, que constituyen todos, de conjunto, un valioso activo regional que se sustenta en los principios y valores compartidos, con el propósito de dar continuidad a nuestros mandatos mediante un programa de trabajo que promueva vínculos efectivos, la cooperación, el crecimiento económico con equidad, justicia social, y en armonía con la naturaleza para un desarrollo sostenible y la integración de América Latina y el Caribe en su conjunto.

5. Acordar para ello, el desarrollo de un programa de trabajo en torno a los siguientes ámbitos y líneas de acción con carácter prioritario:


Cooperación entre los mecanismos regionales y subregionales de integración

6. Intensificar el diálogo, la coordinación, la interacción, los consensos, la sinergia y la convergencia de acciones entre los mecanismos regionales y subregionales de integración en América Latina y el Caribe para profundizar la integración y acelerar el desarrollo regional mediante la articulación de proyectos comunes y complementarios.

7. Convocar a los organismos y mecanismos regionales y subregionales a promover esquemas concretos a favor del intercambio de experiencias y de la identificación de las áreas de cooperación y necesarias sinergias y convergencia de acciones entre los diferentes procesos subregionales, a fin de dar pasos específicos que nos permitan profundizar en las distintas dimensiones de la integración.

Asuntos Económicos

Crisis financiera internacional

8. Tenemos expectativas positivas a partir de algunos indicios de recuperación en la economía mundial. No obstante, reconocemos el grave y continuo impacto de la crisis en algunos países de la región. En particular, tomamos nota de los desafíos particulares que enfrentan los países de renta media, incluyendo los pequeños, vulnerables y altamente endeudados, así como de la necesidad de una mayor atención por parte de la comunidad internacional, para apoyar su recuperación.

9. En vista del impacto que ha tenido en la región la última crisis financiera internacional, promover una mayor cooperación en materia de políticas financieras y regulatorias. Proponemos, por ello, un amplio diálogo, consultando – cuando sea apropiado – a nivel de expertos regionales o de Ministros de Finanzas o similares, con miras a construir una nueva arquitectura financiera internacional que garantice la democratización y la transparencia de la gestión financiera internacional y el fortalecimiento de los mecanismos de regulación, en aras de establecer instrumentos efectivos de gobernabilidad y de prevención y respuesta inmediata ante futuras crisis.

10. Enfatizar que la reforma de las instituciones financieras internacionales debe tomar en cuenta la adecuación de los instrumentos financieros internacionales a las necesidades de financiamiento de los países en desarrollo; incluyendo la disponibilidad de instrumentos preventivos.

11. Apoyar a su vez una reforma sustancial en las regulaciones financieras, conforme a la legislación interna de cada país, a fin de lograr un sistema regulatorio global más representativo, equitativo y sostenible en el largo plazo.

12. Encomendar a los Ministros de Finanzas o similares la elaboración de una estrategia con miras a la construcción progresiva de una arquitectura financiera regional y subregional que incluya la consideración de las siguientes propuestas:

a) Un sistema multilateral y voluntario de pagos a partir de la dinamización y ampliación de las experiencias existentes en la región, incluyendo mecanismos de pagos en monedas nacionales.
b) Evaluación de experiencias existentes en materia de moneda común.
c) Fortalecimiento o desarrollo de mecanismos regionales para la estabilización de la balanza de pagos.
d) Integración de los mercados financieros a nivel regional y subregional con adecuados mecanismos de supervisión, regulación y transparencia.
e) Fortalecimiento y creación de instituciones o fondos financieros para apoyar proyectos de desarrollo e integración de la región, incluyendo la coordinación de dichos fondos e instituciones.
f) Cooperación entre los bancos nacionales y regionales de fomento.

13. Realizar una reunión sobre el Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos (CCR) de ALADI a ser convocada por esa Asociación, a la cual serán invitados representantes de otros sistemas de pagos y créditos recíprocos existentes en la región, así como países de América Latina y del Caribe que no sean miembros del CCR, con miras a intercambiar información sobre ese sistema.

14. En el marco del fortalecimiento de instituciones o fondos financieros para apoyar proyectos de desarrollo, saludar la firma del convenio constitutivo del Banco del Sur por parte de los presidentes de sus países miembros como uno de los pilares del proceso de integración regional.



Comercio

15. Reiterar la importancia de promover una mayor integración de nuestras economías como un medio para alcanzar mayores niveles de crecimiento y desarrollo económico y social, así como para garantizar la participación más efectiva de la región en la economía mundial, propendiendo a la disminución de barreras técnicas que dificulten el comercio.

16. Continuar promoviendo iniciativas de integración de alcance regional y subregional, multilateral y bilateral, y abiertas al comercio internacional con la convicción de que permitirán la conformación de un espacio económico común latinoamericano y caribeño.

17. Instruir a nuestros Ministros de comercio exterior o sus homólogos a elaborar y consensuar las medidas necesarias para preservar y profundizar, en beneficio de los países de la región, los niveles de comercio y de acceso a mercados con el objetivo de estimular el comercio intrarregional de bienes y servicios, toda vez que éste constituye una herramienta importante para compensar la caída de la demanda registrada en el resto del mundo. Asimismo, les encomendamos que implementen medidas destinadas a favorecer el acceso al mercado para las exportaciones de los países en desarrollo, en particular las economías más pequeñas y los países en desarrollo sin litoral marítimo. Queremos crear condiciones de mercado que permitan una mayor y más equitativa participación de estos países a fin de aprovechar los beneficios del comercio intrarregional.

18. Además, encomendar a los Ministros encargados del comercio exterior a continuar trabajando en favor de la construcción de un sistema multilateral de comercio más justo y equitativo, capaz de satisfacer las necesidades de los países en desarrollo, especialmente las de los países de menor desarrollo relativo. En ese sentido, resaltar la urgencia de la conclusión de las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

19. Manifestar nuestro reconocimiento a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), por sus aportes a las políticas conducentes al desarrollo y a la integración de los países de América Latina y el Caribe y apoyar la realización de su XXXIII Período de Sesiones a fines de mayo, en Brasil.



Energía

20. Subrayar que América Latina y el Caribe enfrentan serios desafíos en materia energética vinculados al aumento de la demanda y a la fluctuación en los precios y la oferta de energía y reconocemos la imperiosa necesidad de reducir la vulnerabilidad de la región en ese sentido.

21. Reconocer la necesidad de ampliar y emprender acciones específicas que permitan a las economías más pequeñas y los países menos desarrollados alcanzar un acceso justo, equilibrado y constante a las diversas formas de energía, a la vez que propicien el desarrollo sustentable económico y social de nuestros pueblos. Destacamos, de igual manera, la importancia de la cooperación y la integración como medios para estimular la eficiencia y el ahorro energético, así como el uso racional y eficiente de los recursos energéticos tanto fósiles como renovables.

22. Aprovechar las posibilidades de complementariedad energética regional y subregional y, con dicho propósito, fortaleceremos esfuerzos concertados para utilizar eficientemente las fuentes tradicionales de energía, y estableceremos medidas que promuevan el uso y expansión de fuentes de energía renovables, promoviendo el intercambio de experiencias y la transferencia de tecnología sobre programas nacionales de biocombustibles, turbinas eólicas, energía geotérmica, energía solar, hidrogeneración de electricidad y otras nuevas tecnologías de energía. Afirmamos, por ello, que es necesario que en nuestros países se realicen inversiones que permitan desarrollar a largo plazo nuestras potencialidades en materia de energías renovables y no renovables, así como la transferencia de tecnologías y el adiestramiento y capacitación técnica necesarios para alcanzar soluciones eficientes y sostenibles tanto en la producción como en el consumo de energía.

23. Reafirmar la trascendencia e importancia de la energía como recurso fundamental en el desarrollo sustentable, así como el derecho soberano de cada país de establecer las condiciones de explotación de sus recursos energéticos, y por ello renovamos nuestro compromiso de avanzar en los procesos de cooperación e integración de nuestros países con base en la solidaridad y en la complementariedad, como un esfuerzo continuo para lograr el crecimiento económico sustentable y equitativo de sus pueblos. Reconocemos, en tal sentido, las valiosas iniciativas de cooperación e integración energética que se están implementando en la región.

Integración física en Infraestructura

24. Expresar nuestro compromiso con la efectiva integración geográfica de América Latina y el Caribe, a través de la creación de la infraestructura física necesaria y la convergencia entre los diversos procesos de integración subregionales por lo que emprenderemos la elaboración y puesta en marcha de una la estrategia de integración física de la región

25. Intensificar, para ello, esfuerzos en el campo de la infraestructura para: promover y ejecutar políticas de ampliación de la conectividad y proyectos para ampliar los servicios de transporte aéreo, marítimo, fluvial y terrestre, así como el transporte multimodal; diseñar y ejecutar políticas públicas que atiendan, los requerimientos de la integración fronteriza a fin de agilizar su concreción aprovechando los marcos e iniciativas vigentes; e identificar y superar dificultades normativas y regulatorias.

26. Ampliar el intercambio entre el Proyecto Mesoamérica y los mecanismos de integración en el ámbito de la UNASUR, a través del Consejo de Infraestructura y Planeamiento (CIP), que incorporará a la IIRSA. Promoveremos la incorporación a ese diálogo tanto de las instancias caribeñas equivalentes, como de las establecidas en ALBA-TCP y Petrocaribe, para la realización de reuniones similares entre mecanismos subregionales vinculados con la integración de la infraestructura física en América Latina y el Caribe.

Ciencia y tecnología

27. Promover el tratamiento del tema “Tecnología y Desarrollo Productivo” en los diálogos de América Latina y el Caribe con otros actores internacionales.

28. Reconocer el potencial que las tecnologías de la información y las comunicaciones tienen para el desarrollo de la democracia, la economía y el progreso social. Destacamos, por ello, la conveniencia de compartir el conocimiento, la tecnología y la información, aprovechando la infraestructura de conectividad y promoviendo en nuestras poblaciones el acceso universal a la misma.

29. Fortalecer nuestro empeño para que el importante desarrollo científico logrado en la región en el último decenio se pueda convertir en servicios, productos y procesos accesibles a las economías y a las sociedades de los países latinoamericanos y caribeños, por medio de políticas inclusivas de innovación.

Desarrollo Social

Programas sociales y erradicación del hambre y la pobreza

30. Reiterar que el hambre y la pobreza representan una de las peores formas de violación de los Derechos Humanos. Por ello, la lucha para erradicarlas es un desafío ético, político y económico para todos. En este empeño, es necesario explorar e implementar nuevas formas de cooperación y solidaridad internacionales en apoyo a los esfuerzos nacionales así como garantizar el acceso a alimentos de calidad, ricos en nutrientes, para avanzar hacia sociedades mejor integradas en un mundo globalizado, más participativas, con rostro humano e inclusión social.

31. Concentrar los esfuerzos de política social en la población en situación de mayor vulnerabilidad para responder al desafío de la pobreza, la desigualdad y el hambre, y alcanzar el mayor desarrollo económico y social de los pueblos latinoamericanos y caribeños sobre la base de la integralidad, la no discriminación y el reconocimiento de la persona como sujeto de derecho. Continuaremos impulsando, por lo tanto, políticas de desarrollo social para asegurar dentro de los ámbitos nacionales un enfoque que priorice los programas dirigidos a la reducción de la pobreza, la desigualdad y el hambre.

32. En relación con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y considerando que en septiembre de 2010 se realizará la Sesión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre este tema, expresamos nuestra preocupación por el lento avance en su consecución, razón por la cual enfatizamos la necesidad de impulsar los mayores esfuerzos para alcanzar su cumplimiento.

33. Garantizar que los acuerdos de comercio regionales e internacionales en que participen los países de la región respondan a las necesidades relacionadas con el desarrollo social con equidad, el acceso a alimentos nutritivos y acordes a las costumbres locales y la implementación sostenible de las Metas del Milenio y otros metas de desarrollo internacionalmente acordadas.

34. Promover la elaboración de un plan de acción integral de política pública en materia social para concretar la cooperación y hacer más efectiva la ayuda para los países de renta media y baja, según lo acordado en las conferencias internacionales de alto nivel en la materia.

35. Reconocer que la erradicación de la pobreza, el pleno empleo productivo para todos y la integración social son interdependientes y se refuerzan mutuamente, y que por lo tanto, debe crearse un entorno propicio para que todos estos objetivos puedan alcanzarse simultáneamente.

Seguridad alimentaria y nutricional

36. Promover la coordinación regional de iniciativas así como el intercambio de tecnologías y recuperación de tecnologías tradicionales entre otras acciones para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional, por medio de políticas públicas que impulsen el desarrollo rural, la producción sustentable de alimentos, su inocuidad, su almacenaje, su distribución y comercialización, así como crédito y seguro agrícolas.

37. Incorporar la perspectiva de derechos humanos y de género en la elaboración y revisión de las estrategias nacionales orientadas a garantizar la seguridad alimentaria y nutricional, con amplia participación social, particularmente de los sectores más vulnerables y no permitiremos el abuso monopólico en el sector de alimentos.

38. Impulsar el desarrollo productivo, tecnológico y de inversiones así como la introducción de tecnologías social y ambientalmente sanas de producción agrícola, el aumento de la productividad y competitividad de los pequeños y medianos productores, incluyendo los campesinos, y su acceso a los recursos productivos.

39. Fortalecer los procesos de integración en el ámbito alimentario y conjugaremos esfuerzos en apoyo a la Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre 2025.

Educación, salud y servicios públicos

40. Ampliar la cooperación regional para promover el acceso universal, equitativo y de calidad a la educación primaria y a los servicios de salud, saneamiento y suministro de agua potable, en especial para las personas en condición de pobreza extrema. Buscaremos atender las necesidades específicas de salud de la juventud, asegurar la reducción de la desnutrición y la mortalidad infantil, mejorar la salud materna y combatir las epidemias de mayor impacto, prestando especial atención a las zonas rurales.

41. Buscar garantizar que las políticas y programas nacionales de desarrollo de la juventud atiendan sus necesidades particulares e involucren a los jóvenes y a las organizaciones dirigidas por ellos en el desarrollo de políticas nacionales que les atañen.

42. Adoptar programas integrales y flexibles, adaptados a las realidades socioeconómicas y culturales de cada país, región y grupo poblacional, que permitan erradicar el analfabetismo en todos los países de América Latina y el Caribe antes del año 2015.

43. Ampliar también la cooperación regional así como una respuesta coordinada e integral para garantizar, entre otras cuestiones, la reducción de la mortalidad infantil, el mejoramiento de la salud materna, especialmente en las zonas rurales, y la lucha contra las epidemias de alto impacto como el VIH/SIDA y el virus H1N1. Trabajaremos del mismo modo a nivel nacional, regional e internacional para reducir y controlar la diseminación de enfermedades no transmisibles que representan una seria amenaza al desarrollo y celebramos la iniciativa de los países miembros de la CARICOM a convocar en la Sede de las Naciones Unidas una Reunión de Alto Nivel sobre enfermedades crónicas no transmisibles en 2011.

Cultura

44. Reafirmar que todas las culturas tienen derecho a existir y preservar sus prácticas tradicionales y milenarias inherentes a su identidad. En ese sentido, promoveremos la historia, las tradiciones, los valores, la diversidad cultural y el entendimiento mutuo entre los pueblos de América Latina y el Caribe, conscientes de la contribución positiva que tendrá en la profundización de la integración regional. De igual modo, incentivaremos la cooperación, la integración cultural y el desarrollo de industrias creativas.

45. Reconocer, en consonancia con el respeto a los derechos humanos y el bienestar de nuestros pueblos, el derecho de nuestros Estados para establecer, de conformidad con el Derecho Internacional, las acciones normativas y otras medidas que juzguen convenientes para preservar y defender las manifestaciones ancestrales de sus pueblos, las cuales deben ser respetadas por la comunidad internacional.

46. Estimular la diversidad cultural como un componente indispensable de las políticas públicas para reducir la pobreza, promover la equidad y alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio.

Migración

47. Promover el pleno respeto de los derechos humanos de los migrantes y sus familias, en los países de origen, tránsito y destino, independiente de su condición migratoria, y trabajaremos para que la migración ocurra de manera informada, segura y conforme a las disposiciones relacionadas con la atención consular. Reafirmamos nuestro decidido compromiso de combatir el racismo y la xenofobia a que puedan ser sometidos los migrantes, promoviendo la reivindicación de sus capacidades como actores políticos, económicos, culturales y científicos, fundamentales para impulsar procesos de desarrollo e integración, en las sociedades de origen y de destino.

48. Continuar intensificando las acciones orientadas a prevenir y combatir la trata de personas y el tráfico ilícito y explotación de migrantes en todas sus modalidades y garantizar la plena protección y atención a las víctimas de estos delitos, en especial de mujeres, niños y adolescentes. Asimismo, crear instancias de coordinación entre países de origen, tránsito y destino para combatir estos delitos.

49. Facilitar la integración de los migrantes a las sociedades de acogida, promover facilidades para la residencia, el trabajo y la regularización, en consonancia con las legislaciones nacionales.

50. Promover la cooperación y el intercambio de experiencias y buenas prácticas a nivel nacional, regional y subregional en el combate al crimen organizado, al tráfico ilícito de migrantes y a la trata de personas, en especial cuando se trata de proteger a los grupos de personas migrantes más vulnerables: niños, niñas, adolescentes, mujeres, pueblos originarios y afrodescendientes.

Género

51. Estamos convencidos que el desarrollo económico y social en nuestros países y el logro de una democracia plena sólo son posibles a partir de una efectiva equidad entre hombres y mujeres por lo que impulsamos la inclusión de la perspectiva de género en el diseño, implementación y evaluación de toda política pública.

52. Nos comprometemos, en ocasión de la Declaración de la OEA del año 2010 como año interamericano de la mujer, a continuar trabajando por la plena implementación de la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Convención de Belem do Pará) y de los objetivos contenidos en la Declaración de Beijing y su plataforma de acción, de cuya adopción se cumplen quince años.

53. Considerar prioritarias la erradicación del hambre y la pobreza y las acciones tendientes a garantizar que todos los hombres y mujeres de nuestra región cuenten con alimentación y vivienda adecuadas, acceso a la salud -incluyendo su dimensión sexual y reproductiva-, a la educación y al trabajo decente, de manera de poder alcanzar niveles dignos de vida.

Desarrollo Sostenible

54. Actuar solidariamente en la construcción de una estrategia de cooperación internacional que fortalezca la relación entre el medio ambiente y el desarrollo, apoyando los esfuerzos de los países en desarrollo sin litoral marítimo, pequeños Estados insulares y costeros en desarrollo, y estimulando acciones que protejan y valoricen el patrimonio natural de la región.

55. Estimular la identificación, fortalecimiento e intercambio de buenas prácticas de desarrollo sostenible en la región, en temas como la incorporación del componente ambiental en las acciones gubernamentales, la participación social en políticas públicas y el manejo sustentable de los recursos naturales. Impulsaremos iniciativas con el objeto de convertir a los países de América Latina y el Caribe en exportadores de servicios ambientales.

56. Fortalecer la Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible (ILAC).

57. Promover la cooperación en materia de manejo sustentable del patrimonio natural, la conservación de la biodiversidad, los ecosistemas y el agua.

58. Reconocer y saludar la decisión del Ecuador de promover la iniciativa Yasuní ITT, por constituir una efectiva medida voluntaria para enfrentar el problema del cambio climático, garantizar la sobrevivencia de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y garantizar la conservación de uno de los lugares más biodiversos del mundo.

59. Estimar que las acciones verdaderas para enfrentar los problemas derivados de los cambios climáticos, como por ejemplo las iniciativas de gestión ambiental sostenible de bosques y de otros ecosistemas clave como los humedales; la eficiencia energética y el desarrollo de fuentes nuevas y renovables de energía; la transformación de los sistemas de transporte; la innovación científica y tecnológica; sólo pueden ser sustentables si están implementadas de manera social y ambientalmente responsable; respetando todos los derechos consagrados de los pueblos y comunidades.

Cambio climático

60. Manifestar nuestra preocupación por el ritmo al que avanza el calentamiento global y subrayamos que es preciso sumar esfuerzos en apoyo de las iniciativas de nuestros países para enfrentar de manera conjunta la amenaza que representa el cambio climático. En ese sentido, enfatizamos nuestro compromiso con la plena, eficaz y sostenida implementación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y del Protocolo de Kioto en un esfuerzo global con base en el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, las respectivas capacidades nacionales y las legítimas aspiraciones de los países en desarrollo.

61. Promover en el ámbito de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, y a la luz de éste, un mecanismo financiero predecible, transparente y eficaz, que asegure la adecuada provisión de flujos financieros internacionales nuevos, adicionales y suficientes, para apoyar los esfuerzos de mitigación y adaptación de nuestros países conforme a la Convención sobre Cambio Climático.

62. Subrayar la necesidad de que los países desarrollados cumplan sus compromisos bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en materia de financiamiento, acceso y transferencia de tecnología y creación de capacidades suficientes en los países en desarrollo particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático, especialmente los países menos desarrollados y los pequeños estados insulares y países costeros en desarrollo con tierras bajas, para brindarles cooperación en la mitigación y adaptación, sin condicionalidades.

63. Manifestar nuestro beneplácito por el hecho de que nuestra región será sede de la Décimo Sexta Conferencia de las Partes en la Convención Marco (COP 16) y la Sexta Reunión de las Partes del Protocolo de Kioto (CMP 6), y expresamos nuestro respaldo a México a fin de que, mediante un proceso de negociación transparente e incluyente, sea posible alcanzar en la Conferencia un acuerdo amplio, ambicioso y eficaz que responda a las necesidades de nuestra región y resulte en un fortalecimiento del régimen internacional establecido en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático y el Protocolo de Kioto, y en beneficio de la humanidad en su conjunto. Coincidimos en que es necesario que los resultados de la COP 16 tengan un carácter jurídicamente vinculante como un paso decisivo en la lucha contra el cambio climático.

Desastres Naturales

64. Destacar la urgencia de concretar y desarrollar los diversos compromisos y mandatos asumidos por los gobiernos de América Latina y el Caribe en materia de desastres naturales, en especial el establecimiento de un mecanismo que permita dar una respuesta regional rápida, adecuada y coordinada a los mismos, a solicitud del Estado concernido y articulada con éste. A este efecto, subrayar el papel articulador de los organismos e instancias regionales competentes en ese ámbito.

65. Subrayar la relación intrínseca entre la reducción de desastres, el desarrollo sustentable y la erradicación de la pobreza entre otros, y reconocemos por ello la necesidad de fortalecer la capacidad de prevención, mitigación, respuesta y atención de las víctimas de los desastres a través de la adopción de políticas apropiadas y el incremento de la cooperación internacional para fortalecer y potenciar las capacidades nacionales. Reconocemos del mismo modo la importancia de la Declaración y el Marco de Acción de Hyogo, el Plan de Acción de Barbados, el Programa Interamericano para el Desarrollo Sostenible y la Declaración de Florianópolis de la II Reunión Regional de Mecanismos Internacionales de Asistencia Humanitaria, para los países que son parte del mismo, al tratar la problemática de los desastres.

66. Asegurar la coordinación necesaria entre los mecanismos de prevención, reducción de riesgos, mitigación y respuesta a los desastres naturales, en los niveles nacional, regional y global, en los esfuerzos para el cumplimiento de los objetivos de reducción del riesgo de desastres naturales. Nos proponemos incorporar la temática de reducción de riesgos a causa de desastres naturales en las políticas y procesos de planificación y aumentar la capacidad de resistencia a nivel comunitario, local, nacional y regional mediante la investigación, la ampliación de mecanismos para compartir el costo de la prevención de riesgos y el intercambio de datos e información, entre otros.

67. Fortalecer las iniciativas regionales de asistencia humanitaria y promoveremos el establecimiento de protocolos de ayuda mutua u otros dispositivos simplificados de respuesta ante desastres naturales.

68. Instruir a los organismos e instancias con experiencia en esos rubros con que cuenta América Latina y el Caribe: la Agencia Caribeña de Manejo a Emergencias en Casos de Desastre (CDEMA), el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC), el Comité Andino para la Prevención y Asistencia de Desastres (CAPRADE) y la Reunión Especializada de Reducción de Riesgos de Desastres Socionaturales, la Defensa Civil, la Protección Civil y la Asistencia Humanitaria del MERCOSUR (REHU), a definir las sinergias entre ellos y a poner en práctica de manera urgente un esquema de coordinación y cooperación de alcance regional que permita optimizar los recursos e incrementar nuestra capacidad y eficiencia para preparar a nuestras poblaciones y responder en casos de desastres naturales.

69. Promover medidas para la educación y la capacitación en materia de protección ambiental con miras a generar una conciencia colectiva y en consecuencia mitigar los efectos de los desastres naturales provocados por el hombre.

70. Constituir un Grupo de Trabajo de conformación abierta para avanzar en la implementación de esos objetivos.

Derechos Humanos

71. Afirmar el principio de que todos los derechos humanos y las libertades fundamentales son universales, indivisibles, interdependientes e interrelacionados y que, en consecuencia, debe prestarse igual y decidida atención a la aplicación, promoción y protección tanto de los derechos civiles y políticos, como de los derechos económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo.

72. Fomentar y fortalecer la cooperación internacional para la promoción y protección de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, de conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los instrumentos jurídicos internacionales tanto de derechos humanos como de derecho internacional humanitario.

73. Reforzar la incorporación del enfoque de género en el diseño y ejecución de nuestras políticas, en las tareas estratégicas para el desarrollo económico-social y en el fortalecimiento de la democracia.

74. Fomentar el intercambio sobre experiencias nacionales en la preparación y presentación de informes ante el Mecanismo de Examen Periódico Universal (UPR) como un instrumento eficaz para la consideración y promoción de los derechos humanos en todos los países en condiciones de igualdad, según los compromisos de cada país. Trabajaremos por preservar la integridad, la objetividad y el equilibrio de este mecanismo.

75. Dar renovado impulso a la educación en materia de derechos humanos. Promoveremos políticas de educación inclusiva y de calidad al alcance de todos, con plena adhesión a valores como la tolerancia, la solidaridad y la equidad, a la promoción del enfoque de género y al respeto a la diversidad y a la identidad cultural de nuestros pueblos.

76. Promover el reconocimiento y la realización de los derechos de tercera generación o de solidaridad, en particular el derecho al desarrollo, así como el tratamiento de la temática de los derechos de los adultos mayores.

Asuntos de Seguridad

77. Estimamos indispensable reforzar la capacidad de iniciativa de los Estados de América Latina y el Caribe en apoyo del sistema multilateral para la paz, la seguridad y el desarrollo basado en el estricto cumplimiento del derecho internacional y el apego a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

78. Considerar que las nuevas amenazas a la seguridad, tales como el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, el problema mundial de las drogas y los delitos conexos, el crimen transnacional organizado, el tráfico ilícito de armas, la delincuencia común que afecta la seguridad ciudadana, las amenazas a la salud pública internacional, en particular el VIH/SIDA y el H1N1, los desastres naturales, el tránsito de desechos tóxicos y de material radiactivo por nuestras aguas, entre otras, y en especial sus efectos en América Latina y el Caribe, deben ser enfrentadas integralmente mediante una cooperación internacional eficaz, articulada y solidaria, a través de las organizaciones e instancias competentes y basada en el respeto a la soberanía de los Estados, a la legislación interna de cada país y al derecho internacional.

79. Con el propósito de profundizar las acciones en favor del desarrollo socioeconómico con democracia, justicia e independencia, consideramos necesario afirmar el concepto de que la seguridad de nuestra región debe atender tanto a los aspectos de la paz y la estabilidad, como los que atañen a la vulnerabilidad política, económica y financiera, conforme al derecho internacional. En este sentido, reiteramos el compromiso de la región para concertar acciones para:

• Estimular iniciativas en favor del desarme y la seguridad internacionales.
• Alentar la confianza recíproca y promover la solución pacífica de los problemas y conflictos que afectan a la región.
• Contribuir, a través de la cooperación y la consulta, a la defensa, fortalecimiento y consolidación de las instituciones democráticas.
• Impulsar y ampliar el diálogo político con otros Estados y grupos de Estados, dentro y fuera de la región.
• Concertar posiciones con el propósito de fortalecer el multilateralismo y la democratización en la adopción de las decisiones internacionales.
• Continuar el establecimiento de zonas de paz y cooperación en nuestra región.
• Fomentar los procesos de integración y cooperación para el desarrollo con miras a fortalecer la autonomía de la región.
• Emprender una lucha activa y coordinada para erradicar la pobreza, el hambre, la marginación, el analfabetismo y la insalubridad.
• Reforzar la cooperación contra el narcotráfico, así como contra el terrorismo.

80. La paz en nuestra región está profundamente ligada al respeto a los principios de la libre determinación de los pueblos, la no intervención en los asuntos internos de los Estados, la solución pacífica de las controversias, la proscripción de la amenaza o del uso de la fuerza, la igualdad jurídica de los Estados y la cooperación internacional para el desarrollo.

Problema Mundial de las Drogas

81. Reafirmar el compromiso de nuestros países en la lucha contra el problema mundial de las drogas, con un enfoque integral y equilibrado basado en la vigencia del principio de responsabilidad compartida, en virtud de lo cual resaltamos la importancia de la cooperación internacional con respeto a la soberanía de cada Estado.

82. Ratificar nuestro firme compromiso de continuar las acciones contra el consumo, la producción, el tráfico y la distribución ilícitos de estupefacientes y sustancias sicotrópicas y sus delitos conexos. Estamos convencidos de que esa lucha, que debe ser parte de una solución integral donde estén contemplados los aspectos sociales y económicos relacionados con este flagelo, contribuirá al desarrollo social y humano de nuestras sociedades y al cumplimiento de los compromisos mutuos.

Terrorismo

83. Rechazar enérgicamente el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones y reafirmaron que cualquiera sea su origen o motivación no tiene justificación alguna. Reiteraron asimismo, su compromiso de prevenir, combatir y eliminar el terrorismo y su financiación mediante la más amplia cooperación y con pleno respeto a las obligaciones impuestas por el derecho interno y el derecho internacional, en particular de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

Cooperación Sur – Sur

84. Destacar la importancia de la cooperación Sur-Sur, inspirada en el espíritu de solidaridad, sin sustituir o reemplazar las fuentes tradicionales de cooperación al desarrollo.

85. Impulsar las iniciativas de cooperación Sur-Sur y Norte-Sur para la promoción del desarrollo sostenible y continuaremos fomentando la cooperación triangular dentro del sistema multilateral.

86. Hacer un llamado a la comunidad internacional de continuar brindando cooperación para apoyar los esfuerzos de desarrollo de los países de renta media, tal como fuera acordado en el Consenso de El Salvador sobre Cooperación para el Desarrollo con Países de Renta Media. En este marco, reiteramos la importancia de promover la implementación oportuna de las resoluciones de Naciones Unidas, así como ejecutar acciones para concretar dicha cooperación.

Finalmente,

87. Incorporar el Plan de Acción de Montego Bay como documento anexo de la presente Declaración, con objeto de profundizar en el cumplimiento de la agenda latinoamericana y caribeña.

88. Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe expresaron su agradecimiento al Presidente de México por la iniciativa de celebrar la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe en la Riviera Maya, México, los días 22 y 23 de febrero de 2010, y manifestaron su gratitud al gobierno y al pueblo mexicanos por la cálida acogida y hospitalidad que facilitaron el resultado exitoso de la Cumbre.

Riviera Maya, México, 23 de febrero de 2010

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lunes, 22 de febrero de 2010

Venezuela apoya la idea de crear una Organización de Repúblicas distinta a la OEA

VTV
Se espera que en 2011, en Caracas, se inicie el proceso de creación de la nueva organización / Venezuela le da su apoyo irrestricto a Argentina, país que rechaza que Inglaterra busque petróleo en la cuenca del Atlántico Sur.

Venezuela apoya la idea de crear una Organización de Repúblicas, distinta a la Organización de Estados Americanos (OEA), que ha funcionado bajo la hegemonía de Estados Unidos. "Ya basta necesitamos una organización especifica, un espacio nuestro americano (...) En Suramérica estamos retomando el proyecto bolivariano".

Así lo manifestó el presidente Hugo Chávez Frías, minutos después de arribar al Aeropuerto Internacional de Cancún, en México, para asistir a la Cumbre de la Unidad.

Indicó que hay que tener paciencia para formar este organismo y que se espera que durante la cumbre del año 2011, en Caracas, se comience a dar forma jurídica, estructural e integral a la nueva organización.

El mandatario nacional argumentó que actualmente se está iniciando un proceso que debe labrarse. "Doscientos años después, los pueblos y los gobiernos de América latina estamos tratando de retomar el camino originario de la Unión de las Repúblicas (...) Estamos tratando de retomar el camino que Bolívar dejó trazado", expresó.

Sobre el caso de las islas Malvinas, el jefe de Estado indicó que Venezuela le da su apoyo irrestricto a Argentina, país que rechaza que Inglaterra busque petróleo en la cuenca del Atlántico Sur. "Ese mar, esas tierras y esas islas, son de Argentina, son de América latina" .

Reiteró que Venezuela no reconoce al gobierno ilegitimo de Honduras, porque atentaría contra los principios de la democracia. "El presidente legítimo de Honduras, se llama Manuel Zelaya".

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viernes, 12 de febrero de 2010

Nadine Gordimer, Salim Lamrani, Noam Chomsky, Adolfo Pérez Esquivel yJosé Saramago
Traducción revisada por Caty R.
El 16 y 17 de junio de 1998, el gobierno cubano invitó a dos importantes responsables del FBI para entregarles numerosos documentos que probaban la peligrosidad de varias personas gravemente implicadas en el terrorismo contra Cuba y que residían en Forida. Hasta hoy ninguna de ellas ha sido requerida por las autoridades estadounidenses a pesar de las evidencias de las que disponen.
Tres meses más tarde, el 12 de septiembre de 1998, el FBI arrestó a cinco cubanos: Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González. ¿Su crimen? Haberse infiltrado, con el riesgo de su vida, en los grupúsculos criminales de origen cubano responsables de numerosos atentados violentos que costaron la vida a numerosos inocentes. Desde 1959, el terrorismo contra el pueblo cubano produjo 3.478 muertos y ha dejado lisiadas permanentemente a 2.099 personas.

Después de una parodia de proceso salpicada de numerosas violaciones jurídicas, los cinco fueron condenados en total a 4 cadenas perpetuas más 77 años por combatir el terrorismo. Desde hace más de 8 años, están encerrados en cinco cárceles de máxima seguridad diferentes, en los cuatro rincones del país, con el fin de impedir las visitas consulares.

Estos cinco cubanos han sido sometidos varias veces a tratos crueles, inhumanos y degradantes. Desde el día de su arresto hasta el 3 de febrero de 2000, o sea durante 17 meses, se les mantuvo en celdas de aislamiento, sin ningún contacto con los otros detenidos o sus guardias.

El 27 de mayo de 2005, el Grupo de Trabajo sobre las Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas denunció la detención “arbitraria” de los cinco cubanos, subrayó que violaba las normas internacionales y exigió un nuevo juicio.


El 9 de agosto de 2005, tres jueces de la Corte de Apelación del Undécimo Circuito de Atlanta, que acumulaban cerca de 80 años de experiencia, decidieron unánimemente anular el veredicto de primera instancia y pidieron un nuevo juicio.

El 28 de septiembre de 2005, el gobierno de Estados Unidos pidió a toda la Corte de Apelación, compuesta por 12 jueces, que reconsiderara la decisión del 9 de agosto de 2005, lo que fue una acción muy poco común según los expertos jurídicos estadounidenses.

El 9 de agosto de 2006, después de presiones políticas muy fuertes, la Corte de Apelación de Atlanta invirtió la decisión de los 3 jueces y ratificó las sentencias.

Ha habido varios casos de tortura psicológica y moral contra las familias de los cinco cubanos. Olga Salanueva, esposa de René González y su hija Ivette, así como Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández, todavía no han sido autorizadas para visitar a sus parientes. El 25 de junio de 2002, Adriana Pérez consiguió una visa para visitar a su marido detenido en Los Angeles, después de esperar 5 años. Pero al llegar a Estados Unidos, fue arrestada por el FBI, interrogada durante 11 horas y expulsada a Cuba sin poder ver a su compañero. Semejante crueldad es indignante e inaceptable.

Nosotros, firmantes de esta declaración, condenamos esta injusticia y exigimos al gobierno de Estados Unidos la inmediata liberación de estos cinco inocentes. Lanzamos también un llamado a los ciudadanos del mundo entero: ya es hora de poner fin al calvario de los cinco cubanos y de sus familias.

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jueves, 11 de febrero de 2010

Las fronteras del imperio

Carlo Frabetti
Resumen de la ponencia presentada en el Simposio Internacional "Justicia para Palestina", en Las Palmas de Gran Canaria

La batalla contra el imperialismo -es decir, contra el capitalismo- se libra, fundamentalmente, en dos grandes frentes: América Latina y Oriente Medio.

En Latinoamérica, la semilla de la Revolución Cubana ha arraigado con más o menos fuerza en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Honduras, Brasil, Argentina..., y estamos asistiendo, en los últimos años, a la consolidación de un bloque regional que está poniendo fin a décadas -por no decir siglos- de dominio estadounidense y que ha obligado al Gobierno de Washington a replantearse su estrategia en la zona.

Porque al celebrar, este año, el cincuenta aniversario de la Revolución Cubana estamos celebrando sobre todo su continuidad, el triunfo continuo de una revolución continua, de un proceso imparable. La Revolución Cubana ha obtenido al menos tres grandes victorias. La primer fue, obviamente, la toma del poder en enero de 1959. La segunda, la superación del denominado “período especial” en los años noventa, que supuso, además, la ratificación de la primera victoria, pues solo un pueblo cohesionado por la solidaridad revolucionaria podía sobreponerse, tras el desmembramiento de la Unión Soviética, a las durísimas condiciones impuestas por el bloqueo estadounidense. Y la tercera victoria, a la que estamos asistiendo, es la superación de ese bloqueo, marcada por la emergencia en Latinoamérica de un gran proceso emancipatorio que en buena medida es heredero de la Revolución Cubana.

Quienes durante muchos años hemos luchado en el Estado español por el socialismo, primero contra el fascismo explícito y luego, tras la farsa de la Transición, contra el fascismo solapado de la seudodemocracia borbónica, sabemos por amarga experiencia lo difícil que es mantener la continuidad tanto espacial como temporal, a veces incluso en el seno de una misma organización, y ya no digamos entre organizaciones distintas. Por eso resulta sumamente esperanzador ver que en los últimos años han surgido, sobre todo en Cuba o alrededor de Cuba, una serie de iniciativas vigorosas y eficaces encaminadas a conectar entre sí los distintos frentes de la lucha anticapitalista y a dar continuidad a esas conexiones.

Pero no solo en Cuba y en sus aledaños geográficos y culturales. En Oriente Medio, la heroica resistencia de los pueblos palestino e iraquí, junto con las dificultades de Estados Unidos y sus aliados para controlar Afganistán y amedrentar a Irán, están desbaratando el proyecto neocolonialista en la zona y poniendo en entredicho la hegemonía de Israel, a la vez que han puesto en evidencia la abyecta complicidad de los países ricos (incluido el Estado español) con la barbarie sionista. Solo los muy ingenuos pueden seguir pensando que el fascismo fue derrotado en la II Guerra Mundial; tal vez perdiera la batalla de las armas, pero se impuso en el terreno ideológico. Y el mayor daño que los nazis hicieron a los judíos no fue exterminar a varios millones de ellos, sino crear las condiciones para que otros tantos se transformaran en los más despiadados herederos del nazismo. Paradójicamente, los nazis tomaron del judaísmo el mito del “pueblo elegido”, lo pusieron al servicio de una supuesta “raza aria” y lo utilizaron para exterminar a los propios judíos; y los supervivientes de ese brutal exterminio retomaron la vieja fórmula, corregida y aumentada, de manos de los nazis para dedicarse, con la misma ferocidad que sus verdugos, al exterminio de los palestinos y a la usurpación de sus territorios. Paradójicamente, los judíos son los verdaderos “antisemitas” (puesto que los árabes son tan semitas como los hebreos), del mismo modo que los estadounidenses son los verdaderos “antiamericanos”. Y no es casual que los verdaderos antisemitas y los verdaderos antiamericanos sean aliados incondicionales. El sionismo, al igual que la mafia (y por las mismas razones), encontró en el despiadado capitalismo estadounidense su caldo de cultivo ideal, su perfecto anfitrión simbiótico. Y el Imperio engendró en el corazón de Oriente Próximo su metástasis letal: el espúreo y genocida Estado de Israel.

Nos enfrentamos a la tiranía de un IV Reich que solo se distingue del tercero en la medida en que ha sustituido el cinismo por la hipocresía y la propaganda política directa por la manipulación mediático-cultural. El nuevo Eje tiene sus polos en Washington y Tel-Aviv, y a su alrededor gira la Unión Europea como un manso buey uncido a una noria. Quienes se escandalizan de que algunos todavía nieguen el Holocausto, quienes se asombran de que el pueblo alemán no se sublevara, en pleno siglo XX, contra el horror de los campos de exterminio, ¿qué hacen -qué hacemos- para evitar, en pleno siglo XXI, la barbarie sionista?

No podemos poner condiciones a la lucha del pueblo palestino ni dejar de apoyarla por todos los medios. Todo lo que valió contra el nazismo, vale contra el sionismo y sus cómplices.

Y la mejor forma de apoyar la lucha del pueblo palestino es contribuir a su articulación. No solo a su articulación interna y con los demás núcleos de resistencia antiimperialista de la región, sino también a su coordinación con el frente latinoamericano, tan lejano geográfica y culturalmente, pero tan próximo en cuanto a sus problemas y objetivos. Una coordinación que, por otra parte, ya está en marcha (tanto a nivel institucional como popular) y que desde Europa, y muy especialmente desde el Estado español, debido a nuestros estrechos vínculos tanto con el mundo árabe como con Latinoamérica, podemos propiciar de distintas maneras. Tanto la geografía como la historia nos convierten en el puente natural entre Oriente Medio y América Latina, los dos grandes diques de contención de la expansión imperialista, las fronteras del Imperio.

Puente y a la vez “quinta columna”, pues luchamos contra el capitalismo salvaje desde sus propias entrañas, en el corazón de la bestia, como decía el Che. Y en estos momentos en que la lucha armada no parece tener mucho sentido por estas latitudes, nuestra batalla es, hoy más que nunca, la batalla de las ideas, en la que siempre insistió tanto Fidel.

Una batalla de las ideas, un frente mediático-cultural en el que podemos y debemos participar todas las personas que aspiramos a conseguir un mundo libre, igualitario y fraterno. Porque no somos -no podemos ser- meros receptores pasivos de informaciones, opiniones y productos culturales generados por los grandes medios. Podemos y debemos, en primer lugar, seleccionar nuestras fuentes de información, y convertirnos, además, en elementos activos del proceso de discusión y difusión de ideas. En este sentido, las nuevas tecnologías y los llamados “medios alternativos” ofrecen accesibles y eficaces vías de actuación, y nos invitan a tejer nuevas redes de confianza y credibilidad.

La Revolución Cubana, y ese ha sido su mayor triunfo, ha demostrado que el socialismo es posible incluso en las circunstancias más adversas. Ya no hay excusas para el derrotismo. Ya no hay coartadas para la pasividad. Tenemos el derecho y el deber -el privilegio y la responsabilidad- de dar continuidad y difusión al proceso revolucionario iniciado hace cincuenta años en Cuba y hoy prolongado en Latinoamérica, Oriente Medio y las demás fronteras del Imperio. Hasta la victoria final, es decir, inaugural.

*El escritor Carlo Frabetti es miembro de la Alianza de Intelectuales Antiimperialistas y colaborador de inSurGente

http://www.redasociativa.org/elinsurgente/modules.php?name=News&file=article&sid=17265

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viernes, 5 de febrero de 2010

Socialismo y Moral Socialista

Denny Ortuño
“El socialismo económico sin la moral comunista no me interesa. Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo contra la enajenación. Si el comunismo pasa por alto los hechos de conciencia, podrá ser un método de repartición, pero deja de ser una moral revolucionaría”. Ernesto Che Guevara.

Al hablar de socialismo, se evoca automáticamente las condiciones materiales sobre la que debe sustentarse este proceso, vale decir, la propiedad social de los medios de producción, la erradicación del trabajo asalariado, la distribución equitativa del producto social expresado en bienes y servicios, la supresión de las diferencias de clase y el sometimiento de la minoría a la mayoría. De eso no hay dudas.

Difícil es asociar el socialismo a aspectos no materiales, a ideas que respondan inmediatamente al nuevo proceso de transformación social. En este punto si se plantean grandes dificultades.

Las condiciones materiales se pueden transformar más o menos rápidamente, no sucede así con las ideas y las actitudes que por años han sido plantadas en nuestras cabezas, entre otras cosas porque los vicios del pasado se trasladan al presente en la conciencia del individuo.

¿Como lograr transformar las antiguas concepciones surgidas en el capitalismo, por otras que sustenten el socialismo? Necesariamente, estimulando una nueva conciencia en donde la moral adquiera características nuevas, revolucionarias acordes con los nuevos tiempos que estamos viviendo.

Esta nueva conciencia y en consecuencia esta nueva moral, debe ir estructurándose dentro de un proceso de aprendizaje que marche a la par con los cambios estructurales. Para esto es importante traer al lado de los cambios revolucionarios todo el proceso de enseñanza tanto formal como informal.


Toda la Patria Una Escuela.


Socialismo en la educación

Todos conocemos el papel socializador de la escuela en los individuos. Desde sus inicios ésta surgió como apoyo al proceso de formación capitalista, como entrenamiento para la incorporación al proceso productivo, y una vez extendido y refinado este mecanismo, se perfeccionó hasta convertirse en proceso ideológico en donde se impuso como “natural” los valores y creencias del modo capitalista de vida entre los ciudadanos.

El dinero como lazo fundamental dentro de las relaciones interpersonales y sus derivados, pululan como consecuencias lógicas de este parcelamiento: el interés mercantil, el individualismo, la ganancia monetaria como retribución de cualquier actividad, la competencia, el consumismo, el arribismo, la traición, concepciones todas sobre las que se sustenta la vieja sociedad del capital.

Es de vital importancia educar para vivir dentro de patrones distintos al individualismo capitalista y sus relaciones de mercancía-dinero como valores fundamentales para la interacción social.

La solidaridad, la equidad, la cooperación, el desarrollo de las potencialidades del ser humano como creador y centro del universo, deben ser los nuevos valores que se impartan en la escuela, a fin de que toda la educación funcione en pro del desarrollo social e individual

Al mismo tiempo debemos promover desde dentro de la familia, el desarrollo de una conciencia en la que los valores adquieran categorías nuevas, donde el ser humano sea el elemento fundamental para el anclaje dentro de la sociedad. Dentro de este marco, adquiere significación lo indicado por el CHE: “La sociedad en su conjunto debe convertirse en una gigantesca escuela”.

La familia dentro de este proceso formativo debe inculcar en el individuo como parte integral del conjunto social, el respeto al prójimo, el apoyo, la conciencia del cumplimiento del deber, como los únicos premios validos en la actuación de los hombres, a fin de que se sienta más pleno, con mucha más riqueza interior y con mucha más responsabilidad.

La nueva formación debe ir orientada a estimular la conciencia social, el compromiso con los cambios revolucionarios y transcendentales, a la par de una formación en la solidaridad, la equidad, la emulación y la participación en el trabajo colectivo y voluntario. Sin ello todo esfuerzo en la construcción socialista se alejaría del involucramiento de la actividad del pueblo.


Socialismo en el trabajo.

Hay que hacer todo lo posible para otorgarle al trabajo un nuevo carácter social, alejado de la presión económica que le reviste actualmente. Al pasar a formar parte de la sociedad los medios de producción, aquel debe convertirse en el lugar donde se ejercita el deber social, donde la cuota individual que se entrega, forma parte del conjunto de esfuerzos colectivos para el bien y disfrute común y la realización individual.

La competencia individual, como esfuerzo in crescendo y colosal, para obtener como recompensa una minima gratificación en dinero, que en muchos casos ni siquiera sirve para la reproducción del trabajador, debe ser sustituida por la colaboración, la emulación, lo que estimula en el individuo el conocimiento de las propias capacidades y del valor del esfuerzo colectivo.

El trabajo debe ser el lugar donde se incorporen los nuevos estímulos morales y la conciencia en el cumplimiento del deber social, como motores principales de la labor productiva. Estos en conjunción con el trabajo voluntario se manifiestan en la práctica, como creadores y re-creadores del ser individual y colectivo del trabajador.

El socialismo, debe ser ante todo un hecho educativo. En donde se va aprendiendo un nuevo modo de hacer, pero al mismo tiempo las ideas en torno a ese hacer novedoso, deben dirigirse a un derrotero distinto al mercantil, en el que los estímulos materiales, el individualismo, la competencia, la explotación y el arribismo pierdan su potencia como motores frente al hecho indiscutible de la construcción de una nueva sociedad con acento en el hombre.

Debemos recuperar para el trabajador las condiciones que le permitan reproducirse, no como trabajador sino como ser humano, con potencialidades y capacidades propias, y al mismo tiempo desmontar los estímulos materiales promoviendo la construcción de los estímulos morales que dirijan su actividad productiva y su sistema de relaciones sociales.

La construcción del socialismo se basa en la entrega de todo, en la satisfacción del deber cumplido, sin esperar ninguna retribución material a cambio.

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La vigencia sangrienta del himno norteamericano


Jimi Hendrix The Star Spangled Banner Woodstock... por vb24> En woodstock 1969,Jimi Hendrix interpretó el himno estadounidense mezclándolo con simulaciones sonoras de bombardeos y ametrallamientos sobre los barrios de Vietnam, sirenas anti-aéreas y otros ruidos de batalla, solo utilizando su guitarra.
¡¡¡Aun su terrorifico sonido espanta al mundo!!!

Ultraderecha Los Prisioneros

Solimar Cadenas, In Memoriam

el tigre nunca pierde sus manchas....

el tigre nunca pierde sus manchas....

Colombia: el peligro es morirse

VENEZUELA

¿¡alimentos hoy!?