Necesario es abordar el delito de forma distinta al solo hecho de ser “generador de inseguridad social”, visualizarlo como un hecho producto del sistema económico capitalista que lo produce y la forma de enfrentar el mismo bajo la óptica de una sociedad más justa y equitativa.
La visón burguesa acerca del delito común se ciñe estrictamente al acto violento cometido por uno o más individuos en contra de la propiedad o de la integridad física a terceros y la respuesta social, es de exclusiva responsabilidad del Estado, quien debe ejercer la violencia legal para controlarla o erradicarla, quedando la comunidad a merced de las medidas policiales y judiciales que se implementan para tal fin.
El enfoque capitalista toma por causa lo que en realidad es un efecto, presentando al delito como:
1) una anomalía en el orden establecido y
2) su tratamiento es responsabilidad exclusiva del Estado quien debe emplear para su control, el sistema jurídico diseñado para tal fin, así como los medios materiales para su represión ( cuerpos policiales, cárceles, etc.).