"Karl Marx: "Al capital le horroriza la ausencia de beneficio. Cuando siente un beneficio razonable, se enorgullece. Al 20%, se entusiasma. Al 50% es temerario. Al 100% arrasa todas las leyes humanas y al 300%, no se detiene ante ningún crimen." .

martes, 2 de diciembre de 2008

¡Hacia la reelección de Chávez!

Alternabilidad y Reelección: Capitalismo Vs. Socialismo


Denny Ortuño

Para las sociedades regidas por la dinámica capitalista, la máxima expresión de libertad ciudadana y política, la constituye la llamada democracia, pero ésta sin apellido, pareciera que en verdad fuese el limite superlativo alcanzado por cualquier sociedad; en donde el ser humano ya no sería capaz de conocer ni de desear otra forma de administración ni de gobierno dirigido al disfrute y desarrollo humano.
Fraguaron el concepto hasta convertirlo en ideología para beneficio de la burguesía: simple mentira y de la más abyecta.
La democracia como la hemos conocido hasta entonces, tiene apellido y uno muy feo a causa de los derroteros que tiene trazado: Burguesa es la democracia que nos venden como culminación del quehacer humano y su derrotero es la legitimación de la destrucción del hombre y de todo el entorno cultural y natural que nos da cabida; y lograr para unos pocos el predominio económico, social y político.

La democracia burguesa, para hacerla parecer efectiva a nuestros ojos, debe ser vestida de atributos aparentemente colectivos que permitan la perpetuidad de las condiciones económicas que sustenta. Atributos que no son otros que las elecciones y la alternabilidad.
Elecciones: Posibilidad de Dominación o Liberación.
La democracia burguesa debe respaldar el régimen de explotación capitalista y para ello se presenta bajo la apariencia del interés colectivo.
En el capitalismo los candidatos a cargos de representación popular que se encuentran en mejores condiciones de exhibirse como “protectores del interés común” son contrariamente, aquellos que personifican a la minoría, a los capitalistas; los otros son macerados en el fango de penuria política.
Un ejemplo reciente lo tenemos en las elecciones norteamericanas, donde los dos únicos candidatos que acapararon la atención mundial, fueron los representantes de los partidos Demócrata y Republicano, ocultando al pueblo norteamericano y al mundo unos diez candidatos, con planteamientos diferentes y alternativos, algunos como: Ralph Nader (independiente); Bob Barr (Partido Libertario); Chuck Baldwin (Partido de la Constitución); Cynthia McKinney, (Partido Verde); Alan Keyes, (Partido Independiente); Brian Moore, (Partido Socialista).
Las elecciones en la democracia burguesa, es la bandera que se utiliza para hacernos creer que estamos escogiendo entre proyectos políticos diferentes, cuando en realidad se elige al verdugo que ejecutará la sentencia de muerte dictada por el capital: Concentración de toda la riqueza material y espiritual en manos de la burguesía y mayor miseria e inhumanidad para los trabajadores.
Las elecciones en el capitalismo sirven para renovar la cara de la dominación, la que debe mantenerse para bien de su sistema de explotación. Por el contrario, para un proceso revolucionario estas deben constituirse en elementos de mayor conciencia y organización, en donde los mejores y más comprometidos con las reivindicaciones de los trabajadores, sean elegidos para llevar a término la planificación económica y social del país.
Chávez materializa las reivindicaciones que teníamos pendientes los trabajadores y de hecho, se ha constituido en nuestro representante, frente a los candidatos de la burguesía y del régimen capitalista e imperial.
Estamos construyendo un Estado social que va rumbo a consolidarse como socialista; las elecciones deben permitirnos la concientización y organización, para lograr el desarrollo humano tanto tiempo postergado. Para ello debemos dar un sentido distinto a las elecciones, en donde apoyemos la continuidad del proyecto socialista y el fortalecimiento de los consejos comunales, que a lo inmediato sirven para lograr mejoras en las comunidades pero son las mejores escuelas para alcanzar el siguiente peldaño de la participación en la dirección del Estado.
Las elecciones en el régimen democrático burgués, son para mantener la dominación y la explotación económica de clase. En el socialismo brindan más democracia, al otorgar al pueblo no solo la posibilidad de elegir sino de organizarnos para escoger a los mejores de entre nosotros y que participemos del ejercicio de gobierno comunal y Estatal.
Alternabilidad: el mito gatopardista.
Es en la novela El Gatopardo, del escritor italiano Giuseppe Tomaci Di Lampedusa, donde se expone la frase: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie". De igual manera se puede aplicar al principio de alternabilidad que tanto defiende la burguesía y sus representantes: “si queremos mantener el régimen de dominación y explotación es necesario alternar los gobiernos”
No hay cambio en las políticas diseñadas por la burguesía cambiando gobiernos. Si para el capitalismo las elecciones son la bandera que nos hace creer en el otorgamiento de derechos civiles y políticos; la alternabilidad es la punta de lanza de la dominación, que nos sumerge en la creencia de que escogemos el gobierno que queremos.
La alternabilidad es un laberinto que conduce al mismo destino: dominación política y explotación económica por la burguesía. Es una falsa creencia de libertad de opciones. Dentro de la democracia burguesa encarna siempre un interés de clase en detrimento de la mayoría de los trabajadores.
No puede haber alternabilidad donde existen condiciones de desigualdad económica, social, jurídica y de participación política, ya que esta presupone la igualdad para todos los ciudadanos. En Venezuela existen diferencias de clase: una mayoría de trabajadores que viven de su trabajo para mantenerse, frente a un pequeño grupo que explota y oprime a esa mayoría; en esas condiciones no hay equidad ni igualdad que admita suponer que la alternabilidad nos permita escoger un gobierno que verdaderamente asuma las tareas de alcanzar la justicia, la libertad, la equidad y de pleno desarrollo humano, los cuales solo son realizables dentro del socialismo.
Reelección: cumplimiento de las tareas socialistas
Las tareas que en Venezuela tenemos frente, deben ser asumidas de forma inmediata y sin interrupciones. En este sentido, la reelección debe entenderse como la única forma de dar continuidad al proyecto socialista de justicia y equidad, en donde se cancele definitivamente la deuda social y nos dirijamos por fin a lograr el desarrollo humano.
No podemos entregar, a estas alturas del proceso, las responsabilidades que hemos adquirido con los excluidos de ayer; no podemos entregar en las manos de la política burguesa el destino de los recursos del país. No podemos entregar el proceso de aprendizaje, que hemos iniciado los trabajadores, para administrar nuestros recursos, que por ahora son comunitarios y que muy pronto serán para la administración del gobierno.
Hacerlo seria traición y entregarnos a las fauces de capital, quien está esperando el momento oportuno para callar nuestro ejemplo en América latina y asestarnos el golpe definitivo que nos lleve de vuelta a la dominación y explotación mas cruenta.
Está prohibido claudicar. La reelección, en este momento histórico es revolucionaria.
Reelegir a Chávez para continuar los cambios que necesitamos, es continuar profundizando el socialismo y el poder popular.
No podemos dejarnos atrapar por el formalismo de la oposición burguesa que nos dice que la alternabilidad es democracia y la reelección es dictadura. La alternabilidad en la democracia burguesa es la dictadura que el capitalismo les impone a los pueblos. La reelección hoy día, con Chávez es mayor democracia, porque nos permite profundizar el socialismo, los derechos del pueblo a elegir y ser elegidos y a constituirnos en gobierno dentro de las comunas como dentro del aparato del Estado.
¡Hacia el referéndum para la reelección de Chávez!
¡Hasta La Victoria Siempre, Venceremos!


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