Cuba despide a Vilma Espín, la esposa de Raúl Castro
Reuters - martes, 19 de junio
LA HABANA (Reuters) - El presidente interino de Cuba, Raúl Castro, depositó el martes una flor roja ante una fotografía de su esposa Vilma Espín, muerta el lunes a los 77 años tras una larga enfermedad.
Raúl, un general de 76 años en el poder desde que su hermano Fidel Castro cayó enfermo hace casi 11 meses, abrió así el sobrio homenaje a la mujer más influyente de la revolución cubana.
Decenas de miles de personas desfilaron en silencio ante el inmenso retrato en blanco y negro de Espín en el memorial del héroe de la independencia, José Martí, en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Espín, que presidió durante 47 años la influyente Federación de Mujeres Cubanas e integró el Consejo de Estado, fue parte del grupo original de guerrilleros que derrocó en 1959 al dictador Fulgencio Batista bajo las órdenes de Fidel Castro.
Durante casi medio siglo promovió los derechos de las mujeres en la sociedad machista de Cuba, abriéndoles espacios en la vida política.
"Ella supo ponernos en el lugar que nos correspondía", dijo María Victoria, una empleada pública de 59 años, mientras hacía fila bajo el abrasador sol tropical en la Plaza de la Revolución de La Habana.
"Gozamos de la libertad de no ser esclavas de nuestros maridos ni de un régimen que nos aplaste. Se lo debemos a Vilma", comentó.
La muerte de Espín fue anunciada el lunes por la noche por la televisión estatal, sin aclarar de qué enfermedad padecía. Llevaba casi dos años sin aparecer en público.
SOBRIA DESPEDIDA
Desde el anuncio de la mujer más poderosa de la revolución, las banderas de Cuba ondean a media asta en una jornada de duelo decretada por el Consejo de Estado.
Espín, que durante décadas ocupó simbólicamente el papel de primera dama de Fidel Castro, cuya vida privada está rodeada de un estricto secreto, será despedida sin desfiles militares ni tampoco pomposas ceremonias de Estado.
El Gobierno anunció que será simplemente incinerada y sus cenizas depositadas con honores militares en una ceremonia "estrictamente familiar" en la Sierra Maestra, en el extremo oriental de Cuba, donde combatió hace medio siglo a las órdenes de su esposo Raúl.
La dirección del Partido Comunista le rendirá honores en una "velada solemne" programada para la noche del martes en el teatro Karl Marx de La Habana.
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LA HABANA (Reuters) - El presidente interino de Cuba, Raúl Castro, depositó el martes una flor roja ante una fotografía de su esposa Vilma Espín, muerta el lunes a los 77 años tras una larga enfermedad.
Raúl, un general de 76 años en el poder desde que su hermano Fidel Castro cayó enfermo hace casi 11 meses, abrió así el sobrio homenaje a la mujer más influyente de la revolución cubana.
Decenas de miles de personas desfilaron en silencio ante el inmenso retrato en blanco y negro de Espín en el memorial del héroe de la independencia, José Martí, en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Espín, que presidió durante 47 años la influyente Federación de Mujeres Cubanas e integró el Consejo de Estado, fue parte del grupo original de guerrilleros que derrocó en 1959 al dictador Fulgencio Batista bajo las órdenes de Fidel Castro.
Durante casi medio siglo promovió los derechos de las mujeres en la sociedad machista de Cuba, abriéndoles espacios en la vida política.
"Ella supo ponernos en el lugar que nos correspondía", dijo María Victoria, una empleada pública de 59 años, mientras hacía fila bajo el abrasador sol tropical en la Plaza de la Revolución de La Habana.
"Gozamos de la libertad de no ser esclavas de nuestros maridos ni de un régimen que nos aplaste. Se lo debemos a Vilma", comentó.
La muerte de Espín fue anunciada el lunes por la noche por la televisión estatal, sin aclarar de qué enfermedad padecía. Llevaba casi dos años sin aparecer en público.
SOBRIA DESPEDIDA
Desde el anuncio de la mujer más poderosa de la revolución, las banderas de Cuba ondean a media asta en una jornada de duelo decretada por el Consejo de Estado.
Espín, que durante décadas ocupó simbólicamente el papel de primera dama de Fidel Castro, cuya vida privada está rodeada de un estricto secreto, será despedida sin desfiles militares ni tampoco pomposas ceremonias de Estado.
El Gobierno anunció que será simplemente incinerada y sus cenizas depositadas con honores militares en una ceremonia "estrictamente familiar" en la Sierra Maestra, en el extremo oriental de Cuba, donde combatió hace medio siglo a las órdenes de su esposo Raúl.
La dirección del Partido Comunista le rendirá honores en una "velada solemne" programada para la noche del martes en el teatro Karl Marx de La Habana.
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